¿A quien en la vida no le ha provocado comerse una ensalada con un rico trozo de aguacate?. ¿Quien en su debido momento no ha soñado aunque sea degustarlo con una pizca de sal y unas gotitas de limón?. El aguacate es un fruto maravilloso que la naturaleza nos regala para que tengamos la posibilidad de ser felices saboreándonos ese momento.

Este es uno de los frutos más apreciados por ser delicioso y con muchas propiedades beneficiosas al organismo cuando lo consumimos. Entre las propiedades del aguacate se cuentan:

• Es antioxidante en una forma natural por su gran cantidad de vitaminas.
• Actúa reduciendo el colesterol y las grasas en el organismo, porque es contentivo de ácido oleico, quien cumple este tipo de función.
• Tiene un sabor delicioso y cremoso que combina con todo tipo de ensaladas naturales, haciéndolas más apetecibles.
• Nos produce saciedad siendo ideales para momentos de dieta ya que no es una grasa dañina.
• Tiene ácidos grasos monoinsaturados, los cuales ayudan a mantener sano a nuestro corazón.
• Contiene magnesio y potasio, electrolitos indispensables para el buen funcionamiento del organismo.

Son tantos los beneficios del aguacate, por eso lo llamo Aguacate de mi corazón y es que les cuento que, en la finca donde vive mi señora madre, aquella que una vez les mostré en un post sobre Las Bondades del campo, existen desde que tengo uso de razón y recuerdo, una gran cantidad de matas que dan los aguacates más deliciosos que jamás haya probado en mi vida.

Son aguacates que llaman de tipo injerto, muy cremosos y sabrosos, de aquellos que provoca comerse con una rica arepita venezolana con mantequilla y queso. El aguacate además de tantos beneficios, es un fruto delicioso que no deja mal a nadie. Los invito a degustarlo y a que me digan si no es el fruto más rico que hayan podido probar.