El ir a comprar ropa es agradable, siempre y cuando, tengas el dinero para lograr adquirir aquello que más te gusta, si no, pues es un tanto triste ver blusas o jeans que te llaman la atención y no poder tenerlo. Sin embargo, esto te ayuda a abstenerte y no gastar por gastar, sucede que, en ocasiones compramos y compramos cosas que hasta nunca llegamos a usar solo porque surge esa necesidad comprar, por lo que, cuando no logro obtener algo, también me permite reflexionar si en verdad lo necesito, si la respuesta es sí, ya surgirá la oportunidad.

A mi vecina, su hija quien vive en Estados Unidos, le mandaba ropa a su mamá para que la vendiera y ahí ganarse algo ella, por lo general era ropa que ya no le quedaba a su nieta, incluso, algunas ni la usaron, tenían hasta la etiqueta y todo; con ello, se puede notar que el consumismo se apodera en masa. Pero, no todo es malo, porque cuando se trabaja mucho y logras comprar tu propia ropa, es una satisfacción muy grande, por ejemplo, cuando logro regalarle unos zapatos o una camisa a mi sobrino, me llena de mucha alegría, por lo que, a la hora de la verdad, toda radica en como calmamos ese impulso.

Aunque, hay personas que se pasan, como mi prima que manda a comprar la ropa de su hija en Estados Unidos, y sacando cuenta, con el costo del envió, sale mucho mas caro, todo porque la ropa que consigue es más económica; viendo lo que le compra, pues hay ropa más bonita en tiendas de la ciudad, incluso en Traki, que no he ido a la tienda más grande, pues queda bastante lejos de mi casa, pero si he visto su catalogo y tienen una gran variedad, en comparación a la sucursal más pequeña que he ido.