Me encantan los jueves del recuerdo, me dan la oportunidad de hojear mis viejos álbumes de fotografías. A veces me detengo demasiado tiempo en ellos y es que para mi son recuerdos muy valiosos. Y siempre recordamos esos momentos en los que fuimos felices. Son momentos únicos que no se van a repetir.

Tener la oportunidad de compartir parte de mi historia, porque es eso, es historia desde mi punto de vista, son emociones y sentimientos del pasado que los transformamos en recuerdos momentáneos que deseamos volver a tener oportunidades.

Este espacio que nos brinda el profesor @lanzjoseg a traves del post Concurso TBT una foto una historia. que les comparto por si tienen oportunidad de participar, es cada día jueves.

Yo he contado muchas veces mi admiración por mi madre, una mujer sumamente trabajadora y que le toco una vida con muchas dificultades. Comenzando por haberse caído de muy pequeña de la litera allá en su pueblo natal Archena en España. Sin radiografías para saber que se había fracturado el fémur. Debió ser muy doloroso y tarde en volver a caminar con un ligero cojeo que con el tiempo de fue acentuando.

Aprendió a modificar los zapatos ya que presentaba una pierna más corta que la otra. Años después las radiografías mostraron que la cabeza del fémur se transformo en un acceso e infección que tuvieron que drenar. Solo puedo pensar en lo doloroso de todo ese proceso. Y los años que recibió el mote de la cojita.

Viéndola en esta fotografía ya retirada del trabajo del taller de reparaciones, sigo recordando que ella seguía mandando aún desde la casa. Sus consejos eran ordenes a seguir por su gran experiencia. Todo lo que logro en la vida fue producto de muchos sacrificios y trabajo.

La recuerdo muy temprano en la mañana cocinando y ordenando el trabajo del taller mientras cuidaba de mi hermano el especial.

Hoy la admiro más que nunca a mi madre todo un ejemplo de trabajo.