Extraño Concurso Especial del Día de los Muertos/ Susto en el cementerio

Mi mamá nos miro uno a uno y nos dijo —Mañana es el Día de los Muertos, así que vamos a ir todos al cementerio a limpiar las tumbas de sus abuelos. ¡Y no quiero excusas!

—Tengo clases en la mañana, —comentó mi hermano Alexis.

—No hay problema, iremos por la tarde.

Dicho esto, se fue a la cocina a preparar la cena.

Al día siguiente, a las cuatro de la tarde, salimos papá, mamá, mis hermanos y yo. El camino al cementerio estaba solitario, pues la mayoría de las personas habían ido en la mañana.

Al llegar limpiamos las tumbas, pero los jarrones para colocar los lirios blancos que compramos, habían desaparecido, se los robaron.

Mi madre decidió tomar los jarrones de otras tumbas, a pesar de que le dije que no era correcto.

—"Uno por uno no es trampa", —me dijo. Así que la acompañé. Mi mamá sacó las rosas de unos jarrones que encontramos sobre unas tumbas antíguas y las tiro.

—¡Ya están marchitas!, —me dijo al ver mi cara de desaprobación.

De vuelta a las tumbas de mis abuelos, arreglamos los lirios en los jarrones. Pero al comenzar a rezar, el cielo se oscureció y el viento se arremolinó a nuestro alrededor, levantando hojas secas y polvo. Los jarrones se cayeron a un lado de las tumbas, se partieron y el agua y las flores se derramaron en la tierra.

—¡Esto es una mala señal! —Mi hermana estaba muy asustada.

—¡Lo que hicimos no estuvo bien, mamá! Los muertos se van a vengar.

Mi madre trató de mantenerse tranquila, hasta que comenzó a llover, los rayos alumbraron el cielo y las figuras fantasmales salieron de las tumbas. Fue la primera en correr despavorida. Nunca la había visto perder la compostura de esta manera.

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Muchas gracias por leer mi relato con el que participo en el Extraño Concurso especial del Día de los Muertos, organizado por @saulos.

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La imagen de la presentación la edite en canva con un dibujo elaborado por @saulos.