Así como vienes, te vas.
Entras a mi vida sin permiso,
vuelves mis días un caos.
Me sumes en la tristeza,
y sin adiós ni despedidas sales,
dejando la puerta abierta.

Te pareces a nostalgia, esa que a mi alma llama,
y sumerge en la tristeza de una ausencia prolongada.
Esa que solo se siente cuando faltan las miradas,
los abrazos y las risas, de momentos que sin prisa,
se fueron y no volvieron, y al alma dejaron colgada
por ahi en aquella repisa.

Benditos estos dos años, que tanto nos han separado
y al final, aquí al lado, te sientas muy orgullosa.
No eres así cualquier cosa, con tu vestido bordado,
de nostalgias y recuerdos, vienes y aquí instalada,
me clavas esa mirada que a mi alma mata en sueños.

Divina melancolía, señora de las mil caras.
Cuanta gente y sus rostros, viven hoy en mi recuerdo,
donde usted, allí presente, me va quitando indolente,
esos rostros y con la muerte, te los llevas sin pensarlo.
Entre dudas y este llanto, la sonrisa se me acaba.
Cuanto diera por tenerlos nuevamemte aquí en mi casa.

De azules está lleno el cielo y de grises en mi alma.
Corres, me abrazas y después te sueltas,
para volver así quieta e instalarte aquí en mi casa.
La casa del corazón, esa que añora a mi gente,
como en los tiempos en que de frente,
brindábamos en la mesa
y las risas eran todo en el ambiente.

Ya no eres mi invitada, más tú aquí ya te has quedado.
Le pido a la vida te lleve y me deje respirar.
Todo el pecho se me inunda de lágrimas y sinsabores
que me das en tu estadía y yo no las quiero tomar.

Melancolía divina, divina e indeseada.
La vida se me ha vuelto nada, entre añoranzas y recuerdos.
Ya no quiero más tus besos, tus caricias y susurros.
Déjame libre y dale a otro el turno,
de sufrir, de sonreír amargamente y entre tristezas resignarse
a lo que nunca vendrá y ya no vuelve.

La puerta está abierta, te invito a salir y bien lejos,
dar la bienvenida quiero, a sentimientos más claros,
esos que la vida llenan de gozo y amparo, apego a la vida y esmero.
Divina melancolía, vete ya de la vida mía,
entre cada risa y cada llanto, ay, llévate mis desengaños,
mis malos momentos y mi agonía.

Hoy quiero vivir otra vida, junto a la alegría y la felicidad,
quienes de seguro me darán lo que tú me negaste un día.
Adiós, vieja y triste amiga, sigue tu camino y déjame en el mío,
que en algún momento nos toparemos y allí te digo,
tan solo en recuerdos estarás, esos que al alma suelen arrugar,
pero que ya, enterrados a lo lejos, jamás volverán a mi vida apocar.

Divina melancolía, melancolía divina,
tan solamente adiós te digo, con la mano levantada,
un adiós con la mirada y con el alma en tranquilidad,
te lo vuelvo a repetir, ya por ti no siento nada.

La melancolía y la tristeza
son el comienzo de la duda.
La duda es el comienzo de la desesperación.
La desesperación es el comienzo
de diferentes grados de maldad.

(Comte de Lautreaumont)

Gracias por tomarse un tiempo para esta lectura

_{Gif creado y obsequiado por mi amiga @equipodelta.}

_{Todas las fotografìas son de mi propiedad y fueron tomadas con mi Redmi Note 10S en Barcelona. Venezuela.}

_{Fuente en el blog de @thealliance}

_{Yo soy miembro de la familia @thealliance,
una verdadera familia en HIVE}