Construyendo un hábito positivo||Building a positive habit

Estoy en esa línea de pensamiento que afirma que nada es casual, que todo es causal, además creo firmemente que cuando algo llega a ti por varias vías tienes que prestarle atención porque allí hay un mensaje, que viene a ti, porque consciente o inconscientemente estás buscando una repuesta a algo que te hace ruido, te molesta o simplemente vibras con ello.

Esta semana que recién termina ocurrieron tres situaciones que entran en ese ámbito de lo causal. De hace un tiempo para acá he querido cambiar ciertos hábitos con la finalidad de conservar mi buena salud a mediano y largo plazo, entre ellos comer más sano y en menor cantidad.

El asunto es que lo pienso, me lo prometo, le doy vuelta, pero a la hora de la chiquita, ¡ "¡Puagh!"! Flaqueo y como tan abundantemente en la cena que en ocasiones hasta malestar físico me produce y, qué decir del malestar moral. Bueno, en estas ando tratando de entender y comprender que hay detrás de todo ello.

Lo cierto es que la semana pasada entro en un portal de descarga de libros gratis buscando una buena novela que leer y paseando por la página, al final me aparece el libro, Hábitos Atómicos, ya había escuchado sobre lo bueno que es y lo anoté en mi lista para descargar y comenzar a leerlo.

En la clase de yoga, los miércoles, se abre un espacio de media hora para conversar sobre un tema de interés general y que contribuya a la salud de todos. La persona que dirige la actividad llegó el miércoles pasado con el tema que trabajaríamos a lo largo de marzo-abril. ¿Adivinas cuál es el tema?, Sí, los hábitos.

Dos días después, el viernes, paseando por la comunidad, me encuentro con el post de @lilianajimenez, Mi buen hábito ¿Cuál es el tuyo?, donde nos invita a conversar sobre nuestros buenos hábitos.

Definitivamente, el mensaje es claro, y dice más o menos así: —Damarys, préstale atención a tus hábitos, tienes un trabajo serio por delante, no sigas volteando para el otro lado, como si no supieses qué hacer o que el asunto no fuese contigo.

Y que mejor manera de iniciar este trabajo interior que resaltando uno de mis buenos hábitos que me motiven, al tiempo que me sirva de apoyo como un recordatorio constante del, Yo si puedo. Te comento uno de mis mejores hábitos.

Alimentar constantemente el pensamiento positivo. Lo considero un hábito porque en algún momento de mi vida comprendí que aunque pudiera afirmar que soy de pensamiento positivo desde que nací, no menos cierto es que el medio, el contexto donde te desenvuelve, en ocasiones te presenta situaciones que te jalan hacia el pensamiento negativo.

Tampoco estoy exenta de tener personas a mí alrededor que les cuesta ver algo positivo en cualquier situación, a tal punto que puedes darle una buena noticia, algo que te llena de alegría, pareces una fiesta de tanta contentura, sin embargo, la persona, representante “ad honorem” del pensamiento crítico y la realidad, en una sola frase, derrumba el buen momento.

¿Cómo sobreponerse a situaciones y personas que te quieren sacar del bienestar mental? La respuesta que encontré fue: fortalece tu pensamiento positivo, para lo cual nada mejor que crear el hábito de pensar positivamente, he ido logrando mi objetivo paso a paso, utilizando muchas técnicas, entre ellas:

• Agradecer desde que amanece por cualquier cosa que se me ocurra y la lista como bien sabes, puede ser infinita.

• Me enfoco en la belleza que me rodea, mirar al cielo y encontrar formas hermosas, el canto de un pájaro, conectar con la energía de un árbol, la fortaleza del cerro, el suave movimiento del río o la quietud de la piedra.

• Procurarme actividades que me aquieten, me llenen el espíritu de paz y la mente de buenos pensamientos, como puede ser el yoga, la biodanza, el caminar, visitar un parque, compartir con las personas que aprecio y nutren, leer un buen libro, ver una película, escuchar música, hacer y colorear un mandala, hacer una actividad manual, limpiar y ordenar mi casa, cocinar un plato especial, dictar un taller de crecimiento personal, en fin todo aquello que me da gusto, placer y que abre la fuente del bienestar ubicando mi pensamiento en su lado más positivo.

• Cada día cuido más mi lenguaje, ya casi no digo: tengo ni debo, uso con mayor frecuencia, quiero y deseo; tampoco digo valió la pena, si no vale el esfuerzo, la intención, el momento, cambié el enfrentar por afrontar y así voy alimentando mi pensamiento con ideas llenas de fuerzas positivas.

No estoy libre de pensamientos negativos ni de emociones “baja vibra”, dejaría de ser humana, con todo y ello, siento que ya tengo el hábito de darme cuenta rápidamente cuando me dejo llevar por ellos y automáticamente, se prende la luz de alarma para caer en algo más positivo.

Por supuesto, que ciertas condiciones aplican, si la situación o el pensamiento que se presenta amerita que le preste una atención especial, me guste o no me guste, me propongo con la mejor disposición a afrontarla y normalmente, esperando el mejor resultado.

I am in that line of thought that affirms that nothing is casual, that everything is causal, I also firmly believe that when something comes to you by various means you have to pay attention to it because there is a message there, that comes to you, because consciously or unconsciously you are looking for a response to something that makes you noise, bothers you or you simply vibrate with it.

This week that has just ended, three situations occurred that fall into this causal realm. For some time now I have wanted to change certain habits in order to preserve my good health in the medium and long term, including eating healthier and in smaller quantities.

The thing is that I think about it, I promise myself, I give it a try, but when it's time to eat, “Puagh! I flake and eat so abundantly at dinner that sometimes even physical discomfort and, what to say about the moral discomfort. Well, I am trying to understand and comprehend what is behind it all.

The truth is that last week I entered a free book download portal looking for a good novel to read and walking through the page, at the end I found the book, Atomic Habits, I had already heard about how good it is and I wrote it down in my list to download and start reading it.

In the yoga class, on Wednesdays, there is a half hour space to talk about a topic of general interest and that contributes to everyone's health. The person who leads the activity arrived last Wednesday with the topic we would be working on throughout March-April. Can you guess what the topic is? Yes, habits.

Two days later, on Friday, walking around the community, I come across @lilianajimenez's post, Mi buen hábito ¿Cuál es el tuyo?, where she invites us to talk about our good habits.

Definitely, the message is clear, and it goes something like this: -Damarys, pay attention to your habits, you have a serious job ahead of you, don't keep turning the other way, as if you don't know what to do or that the matter is not with you.

And what better way to start this inner work than highlighting one of my good habits that motivate me, while serving as a constant reminder of, I can do it. Here is one of my best habits.

Constantly feeding positive thinking. I consider it a habit because at some point in my life I realized that although I could say that I have been positive thinking since I was born, it is no less true that the environment, the context where you develop, sometimes presents you with situations that pull you towards negative thinking.

Nor am I exempt from having people around me who find it difficult to see something positive in any situation, to the point that you can give them good news, something that fills you with joy, you seem like a party of such contentment, however, the person, representative “ad honorem” of critical thinking and reality, in a single sentence, collapses the good moment.

How to overcome situations and people who want to take you out of mental well-being? The answer I found was: strengthen your positive thinking, for which nothing better than creating the habit of thinking positively, I have been achieving my goal step by step, using many techniques, including:

• Thank me since dawn for anything that comes to mind and the list as you well know, can be infinite.

• I focus on the beauty that surrounds me, look at the sky and find beautiful shapes, the song of a bird, connect with the energy of a tree, the strength of the hill, the gentle movement of the river or the stillness of the stone.

• To provide myself with activities that calm my mind, fill my spirit with peace and my mind with good thoughts.such as yoga, biodance, walking, visiting a park, sharing with people I appreciate and nurture, reading a good book, watching a movie, listening to music, making and coloring a mandala, doing a manual activity, cleaning and tidying my house, cooking a special dish, teaching a personal growth workshop, in short, everything that gives me pleasure, pleasure and opens the source of well-being, placing my thoughts on its most positive side.

• Every day I take more care of my language, I almost do not say: I have, or I must, I use more frequently, I want, and I wish; I do not say it was worth it, if it is not worth the effort, the intention, the moment, I changed “enfrentar” to “enfrentar” and so I am feeding my thoughts with ideas full of positive forces.

I am not free of negative thoughts or “low vibra” emotions, I would stop being human, however, I feel that I already have the habit of realizing quickly when I let myself be carried away by them and automatically, the alarm light is turned on to fall on something more positive.

Of course, certain conditions apply, if the situation or the thought that arises merits special attention, whether I like it or not, I will be ready to face it with the best disposition and, normally, hoping for the best result.