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El Asesino de Dragones - Prologo

El Asesino de Dragones - Capitulo I - Parte I

El Asesino de Dragones - Capitulo I - Parte II

El Asesino de Dragones - Capitulo I - Parte III

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Capitulo II - La necesidad de un héroe.

Parte I

Einar mirando en aquella dirección, pudo notar la mesa en la que se encontraban varios hombres sentados jugando con dados, apostando y bebiendo. De modo que terminándose su cerveza, agradeció al tabernero por la información para posteriormente dirigirse hacia esta.

Una vez allí acercándose un poco más preguntó "¿Quien de ustedes es Blake?"

Uno de los hombres que terminaba de tomar toda su cerveza, al oír la pregunta, miró hacia Einar, palideciendo a continuación, mientras tragaba saliva, de modo que manteniendo la calma dijo "Señores, gracias por la partida" e inmediatamente se levanto corriendo a la puerta trasera de la taberna.

Einar observándolo irse exclamó "¿De verdad?" — posteriormente suspirando agregó— "Definitivamente hoy no es mi día" yendo a continuación detrás de él.

El hombre una vez llegando a la puerta, abriéndola de forma desesperada salió, llegando a una especie de callejón con muchas casas que lo encerraban, pero este tenía una salida hacia una calle que quedaba a mano izquierda, así que corriendo hasta allí, al mezclarse con la gente, volteó su rostro.

Mientras observaba detenidamente la puerta viendo que aquella persona encapuchada aún venía detrás de él, comenzó a correr otra vez.

Einar por otro lado notándolo, le grito "¡Oye! ¡Espera!" y chasqueando su lengua, seguidamente dio un silbido muy fuerte.

En ese momento el hombre deteniéndose por el sonido, volteando una vez más para ver que sucedía, se quedo perplejo por lo que sucedió a continuación.

Un caballo marrón venia relinchando desde la calle de en frente de la taberna, la gente notándolo rápidamente se alejaban de él. De modo que el caballo finalmente llegando cerca de Einar, siguió cabalgando sin parar, ya que Einar haciendo una rápida maniobra se subió en él mientras seguía en movimiento.

El hombre, el cual había dejado de huir por estar observando la escena murmuró "¿Pero qué..?" y posteriormente reaccionando al ver a Einar dirigirse a toda velocidad hacia él, comenzó nuevamente a correr.

Así mismo, llegando antes de que lo alcanzase a una intersección de las calles, busco el camino que le facilitara el huir. De modo que notando que la calle de la derecha estaba llena de gente debido a que se encontraba repleta de comercios y puestos de ventas, sin pensarlo más, se dirigió a allí.

Einar llegando a la intersección se detuvo y viendo el camino que el hombre había elegido para escapar, coloco una sonrisa en su rostro, después de todo, el lugar está siendo transitado por muchas personas, sería muy difícil para él ir por allí montado en el caballo; puesto que, teniendo una idea, cabalgo por el camino recto.

El hombre por otra parte, siguió varios minutos corriendo sin parar, dando miradas a atrás de vez en cuando, pero viendo que aquel hombre ya no se veía, se detuvo a descansar un momento.

A continuación camino al final de la calle de forma tranquila, pero en cuanto llego a la salida, escucho una voz "Vaya, ya era hora..." de modo que volteando a ver, notando que se trataba del mismo hombre, exclamó "¡No puede ser!"

Al final de todo, no era posible que Einar pudiera llegar al final de la calle tan rápido, ya que la única otra forma para llegar a esta, era avanzar varios metros a adelante, para luego finalmente cruzar a la derecha y devolverse. Incluso en un caballo, debido a la distancia debería haber tardado por lo menos unos 20 min más, dándole tiempo a él de escapar.

El hombre confundido, pensando en la única otra posibilidad, rápidamente la descarto, ya que esta era que Einar lo hubiera seguido detrás en el caballo, pero debido a la gente y que además el estuvo viendo a atrás durante todo el camino, sabía que esto no era posible, entonces solo dijo "¿C-Como?"

Einar sonriendo al oírlo respondió "Ah... ¿preguntas como llegue antes que tu a aquí?" — riendo y posteriormente dando palmadas a su caballo, agregó —"Mi amigo de aquí, es un poco rápido" El caballo relincho al oír a Einar.

El hombre no lo podía creer, ya que si eso fuera cierto, ese caballo debía ser al menos dos y hasta tres veces más rápido que uno normal. Así mismo reaccionando y negándose aún a rendirse, volvió a seguir intentando escapar.

Einar suspirando otra vez, viéndole huir de nuevo, dijo a su caballo "Vamos amigo, terminemos con esto de una buena vez"

Einar siguió persiguiendo al hombre y trancándole el paso en distintos lugares, lo guió hasta un callejón sin salida.
El hombre no viendo ninguna salida, decidiendo devolverse, notó como ya era demasiado tarde, Einar se encontraba en la única salida del callejón.

Einar se bajo del caballo y se dirigió lentamente hacia él, entonces le preguntó "Bien, dime ¿por qué huías?"
Pero el hombre ignorando su pregunta, desesperado y asustado solo dijo "L-Lo siento, ¡p-por favor no me mates!, y-yo le pagare ¡en serio!"

Einar respondió "Oye, cálmate, ¿de qué estás hablando?"

"P-Pues de la deuda de que tengo con Lutero, y-yo le pagare, solo dile que espere un poco mas p-por favor"

Einar suspirando respondió "No sé nada de ninguna deuda, yo no he venido por eso"

El hombre confundido preguntó "¿N-No eres uno de los cobradores de Lutero?" a lo que Einar solo meneo su cabeza en negación.

"¿D-De verdad? Yo creía que eras uno de ellos, l-lo siento"

"Eso ya no importa, después de todo solo necesito hablar contigo de algo, Blake" a lo que el hombre tragando saliva, asintió lentamente. Einar continuando dijo "Es acerca de un Dragón negro, quiero que me digas todo lo que sabes acerca de él"

Blake desconcertado por el Dragón del cual Einar le preguntaba, respondió "¿Por qué estas interesado en un monstruo como ese?

"Eso no importa, solo dime lo que sabes"

Blake decidiendo contarle, apretó sus puños poco a poco mientras recordaba aquella escena "E-Escucha, la primera vez que lo vi, no podía creerlo, incluso todos aquellos a los que les conté, solo se reían de mí, ese D-Dragón no se parecía a ninguno que nadie hubiera visto antes."

Aquel día todo parecía ser tranquilo, me encontraba con varios compañeros en aquella aldea, nos encontrábamos limpiando los alrededores de varios Dragones clase E, esos dragones más pequeños y débiles que los clase D que muchos no se molestan en mencionar por su gran facilidad para derrotarlos.
Mis amigos y yo luego de terminar el trabajo nos fuimos a descansar y beber un rato en una de las tabernas, nos encontrábamos felices, festejando, pese a que nuestra labor no era la gran cosa, los aldeanos estaban muy agradecidos, ya que el ejército no hacía nada por ellos.

Aunque para otros seriamos la burla de los debiluchos que derrotaron dragones clase E, para ellos éramos héroes que les brindaban un poco de paz en estos tiempos de angustia y intranquilidad.

Una vez decidimos salir de la taberna, escuchamos un grito que provenía del centro de la aldea, cuando fuimos a investigar, nos topamos un Dragón clase D, mis amigos y yo decidimos enfrentarlo y como pudimos logramos derrotarlo entre todos.

Sin embargo cuando lo hicimos, uno de los nuestros señalando asustado el cielo, al todos mirar en la dirección, pudimos ver cientos de Dragones que surcaban el cielo, yo no podía creer lo que veía, era un completo asedio; el pánico rápidamente inundo a las personas. Después de todo, la situación rápidamente se volvería una total masacre.

Aunque normalmente las aldeas son pequeñas, esta era una de las más pobladas y grandes del Reino, habrían demasiados muertos. De modo que mis compañeros y yo, decidiendo hacer algo, intentamos ayudar a las personas a escapar mientras la destrucción sucedía.

Poco a poco, vi uno tras otros de mis compañeros caer a manos de los Dragones, personas con las que había reído y pasado grandes momentos, ahora solo veía la desesperación en sus rostros.

Aldeanos morían uno tras otros calcinados y envueltos en las llamas, otros eran despedazados por las garras de los Dragones o destrozados por sus mandíbulas. Todo era caos y destrucción.

En ese momento me encontraba con uno de mis amigos, el cual viendo lo inútil que era todo, me dijo que escapásemos o de lo contrario moriríamos igualmente.

Yo indeciso finalmente viendo que tenía razón, le seguí; así seguidamente llegando cerca de unos caballos, nos subimos para huir.

Una vez empezamos a alejarnos una niña que se encontraba un poco a las afueras de la aldea, pedía ayuda a gritos mientras lloraba, yo sentía una impotencia gigantesca por dentro, no sabía qué hacer, pero mi amigo sintiéndose igual, hizo lo que yo no pude, dio rápidamente la vuelta para salvar a la niña.

Yo me detuve y me quede observándolo a la distancia, él por otro lado, afortunadamente llegó y la tomó subiéndola posteriormente al caballo. Pero una vez comenzó a cabalgar un Dragón los persiguió mientras yo gritaba desesperado que se diera prisa.

Sin embargo una vez estuvo cerca de mí, siendo tomado por las garras del Dragón, lanzo a la niña en mi dirección, diciendo unas palabras "Sálvala" siendo seguidamente llevado por el Dragón para ser despedazado en los cielos.

Yo con lagrimas en los ojos, no pude hacer mas nada que escapar, me sentía débil e inútil.

Pero en ese instante mientras huía, lo inimaginable apareció. Un Dragón negro, con ojos de aterradores aterrizó, su tamaño era mucho mayor que el de cualquier otro y su aura más imponente, incluso los otros Dragones se alejaban de él, era la muerte en persona, una bestia como las que se narraban en los tiempos apocalípticos del fin del mundo, no... él mismo representaba el apocalipsis. Mi cuerpo no dejaba de temblar, sentía mi cuerpo frio, el terror invadía cada rincón de mi cuerpo, realmente no podía creer lo que estaba viendo, deseaba que fuese un sueño.

La llegada de los Dragones ya había representado el final de los tiempos, pero después de años, justo cuando empezaba a brillar un rayo de esperanza; gracias a los esfuerzos del ejército y las creaciones de armas capaces de dañarlos, fue completamente apagado por la imagen frente a mis ojos, esto no era algo que la humanidad pudiese derrotar, era como enfrentarse a los mismísimos dioses.

Si existían mas dragones como este, era nuestro fin, ya no existía ninguna oportunidad, solo un héroe enviado por los mismos dioses podría hacer algo al respecto.

Sin embargo, en ese momento pude notar una cicatriz enorme que traspasaba todo su ojo izquierdo, la cual se asemejaba a un corte hecho por una espada; de modo que solo una pregunta paso por mi mente, ¿realmente alguien fue capaz de dañar a semejante bestia?, preguntándome si se lo había hecho otro Dragón o si realmente se lo había hecho una persona, ¿acaso todavía existe alguna esperanza para nosotros o solo nos queda esperar el final...?

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