Hábitos y lecciones de vida que el Covid-19 nos dejó / Habits and life lessons that Covid-19 left us.
Una de las peores épocas en la historia reciente, por no decir la peor. Encierro, frustración, desesperación, y un largo etcétera. Estas son solo algunas de las cosas que nos vienen a la mente al pensar en lo que fue el paso de la pandemia debido al covid-19. De una u otra forma quedamos marcados por estos años donde la alegría y la felicidad se tomaron un largo descanso. Sin embargo, aunque a simple vista no lo parezca, hay cosas muy positivas que podemos destacar de estos difíciles años.
Antes de mencionar las cosas que me enseñó el paso del covid, quiero dejar claro que para algunos de los que perdimos seres queridos en la muerte, puede resultar molesto y hasta ofensivo hablar de manera positiva de esta época, pero mi intención no va enfocada en el covid como algo bueno, ni mucho menos. Más bien, nos obligó a adaptarnos a nuevas circunstancias, y de ellas sí he podido aprender muchas cosas. Voy a mencionar solo 3.
Parece algo obvio, no todas las noticias que se dan, incluso en medios de comunicación respetados, son verdad, pero es algo que durante el covid-19 creció de manera exponencial. Por todas partes llegaba información sobre la cantidad de infectados, y de muertes, lo que solo empeoraba aún más la situación. Circulaban, además, posibles curas, algunas cuyo uso era peligroso para la salud, y que solo los más incautos decidieron probar.
Se hablaba de tantas cosas que, si me hubiera puesto a prestar atención a todas esas noticias, no me habría quedado tiempo para nada más. Aparte de eso, seguramente me habría sentido mucho peor emocional y mentalmente. Tuve que tomar la decisión de no ver noticias relacionadas con el tema, ni siquiera de aquellas fuentes que parecían ser muy confiables.
Siento que esa fue una de las cosas que me permitió mantener una actitud positiva durante todo este tiempo, y es una decisión que sigo manteniendo en la actualidad. No es que no vea noticias, pero sí muy poca, las necesarias, y siempre asegurándome de verificar que sea cierta. Tampoco difundo información, incluso cuando sé que es totalmente verídica. Es algo que antes sí hacía, pero al ver el efecto que puede tener en los demás, preferí ya no hacerlo.
En este punto quiero destacar lo que aprendimos como familia y las lecciones que nos dejó también en cuanto a la elección de amistades. Es bien sabido que en las buenas, tenemos muchos amigos, pero en circunstancias adversas es cuando se ve cuáles son realmente leales, amigos de verdad.
Es cierto que todos estábamos experimentando problemas, unos más que otros, pero durante este tiempo pude ver como muchos de los que decían ser amigos, simplemente se alejaron, mientras que otros estuvieron siempre apoyando, incluso cuando sus circunstancias no eran buenas. Yo me decía que, si yo tenía tiempo para ayudar a otros, los demás también podían estar pendientes de mí. Quizás es un poco egoísta la forma en la que pensaba, pero siento que algo de razón tenía.
Con el tiempo, cuando la situación se hizo un poco más llevadera, cuando pudimos volver a salir, y la libertad fue aumentando, agradecí a Dios por tener la familia que tengo, así como los amigos verdaderos que poseo, que tal vez no sean muchos, pero son los mejores en todo el mundo.
Durante esta época tuvimos que tomar decisiones muy difíciles, y fue muy positivo que a pesar de ser una familia numerosa, todos ayudáramos a hacer más llevadera la situación. Cada uno aportó un granito de arena en pro de estar lo mejor posible.
La resiliencia en este punto fue de mucha utilidad. Saber aguantar la adversidad, enfocándonos en las cosas positivas y no dejando que lo que ocurría en todo el mundo nos afectara más de lo debido. Y aquí estamos, viendo que la pandemia fue muy difícil, pero no logró alejarnos, sino que estamos mucho más unidos que antes.
Tener que pasar todo el día, todos los días, encerrados en una casa con otras personas hizo que surgieran situaciones muy complicadas. Incluso quienes consideran que su carácter no es fuerte, reaccionaron de manera negativa, en más de una ocasión. Lo digo por experiencia propia. Es ahí donde nos damos cuenta de que tenemos muchas cosas por corregir, cosas que tal vez pensamos que ya habíamos superado.
La lección es que siempre vamos a tener cosas en las que seguir trabajando para ser las personas que realmente deseamos ser. Una vez leí que solo cuando un barco pasa por la tormenta es que se puede saber cuáles son sus puntos fuertes y cuáles son los débiles, y eso se puede aplicar a cada uno de nosotros. Ante la tormenta del covid pude ver esas cosas en las que debía seguir trabajando, pero también las cosas en las que lo estoy haciendo bien.
No, no me alegra para nada haber vivido la etapa del covid-19, pero siento que fue un tiempo de mucha maduración, tanto a nivel personal, como familiar. Ahora, miramos hacia adelante, y podemos estar seguros de que, venga lo que venga, si estamos cerca de nuestros familiares y amigos, y nos esforzamos por seguir mejorando nuestra personalidad, podremos salir airosos de cualquier tormenta que se presente.
English Version
One of the worst times in recent history, if not the worst. Encirclement, frustration, despair, and a long etcetera. These are just some of the things that come to mind when we think of what the pandemic due to covid-19 was like. In one way or another we were marked by these years where joy and happiness took a long break. However, although at first glance it may not seem so, there are very positive things that we can highlight from these difficult years.
Before mentioning the things that the passing of the covid taught me, I want to make it clear that for some of us who lost loved ones in death, it may be annoying and even offensive to talk positively about this time, but my intention is not focused on the covid as something good, far from it. Rather, it forced us to adapt to new circumstances, and I have been able to learn many things from them. I will mention just 3.
It seems obvious, not all news, even in respected media, is true, but it is something that grew exponentially during covid-19. Information about the number of infected people and deaths was coming in from everywhere, which only made the situation even worse. In addition, possible cures were circulating, some of which were dangerous to health, and which only the most incautious decided to try.
There was so much talk that, if I had paid attention to all that news, I would not have had time for anything else. Apart from that, I would surely have felt much worse emotionally and mentally. I had to make a decision not to watch any news related to the subject, not even from those sources that seemed to be very reliable.
I feel that was one of the things that allowed me to maintain a positive attitude throughout this time, and it is a decision that I still maintain today. It's not that I don't watch news, but very little, just the necessary, and always making sure to verify that it's true. I also do not disseminate information, even when I know it is completely true. This is something I used to do, but when I saw the effect it can have on others, I preferred not to do it anymore.
At this point I want to highlight what we learned as a family and the lessons it left us with regard to the choice of friends. It is well known that in good times, we have many friends, but in adverse circumstances is when you see which ones are really loyal, true friends.
It is true that we were all experiencing problems, some more than others, but during this time I could see how many of those who claimed to be friends simply walked away, while others were always supportive, even when their circumstances were not good. I told myself that if I had time to help others, others could also be there for me. Maybe it's a bit selfish the way I thought, but I feel I had a point.
As time went on, when the situation became a little more bearable, when we were able to go out again, and freedom increased, I thanked God for having the family I have, as well as the true friends I have, who may not be many, but they are the best in the whole world.
During this time we had to make very difficult decisions, and it was very positive that despite being a large family, we all helped to make the situation more bearable. Everyone did their bit to help us to be as well as possible.
Resilience at this point was very useful. Knowing how to endure adversity, focusing on the positive things and not letting what was happening around the world affect us more than it should. And here we are, seeing that the pandemic was very difficult, but it did not manage to keep us apart, but we are much more united than before.
Having to spend all day, every day, cooped up in a house with other people made for very complicated situations. Even those who consider that their character is not strong, reacted in a negative way, on more than one occasion. I say this from my own experience. That's when we realize that we have a lot of things to correct, things that maybe we thought we had already overcome.
The lesson is that we will always have things to keep working on in order to be the people we really want to be. I once read that it is only when a ship goes through a storm that you can know what its strengths and weaknesses are, and that can be applied to each one of us. Before the storm of the covid I was able to see those things I needed to keep working on, but also the things I am doing well.
No, I'm not happy at all to have lived through covid-19, but I feel that it was a time of a lot of maturing, both personally and as a family. Now, we look forward, and we can be sure that, come what may, if we are close to our family and friends, and strive to keep improving our personalities, we will be able to weather any storm that comes our way.
Usuario en Discord: victoraraguayan1#4715
@tipu curate
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Mi estimado amigo @victoraraguayan1, que placer fue leerte después de tanto tiempo, fue muy instructivo y hasta edificante leer tu publicación. Una de las cosas que pudiera aportar es que en medio de esta gran tormenta que fue el covid-19 cada uno pudo sacar lo mejor y lo peor de sí. Lloramos a mares pero también nos llegamos a sentir orgullosos de amigos, familiares y hasta de nosotros mismos por no dejarnos arrastrar por este terrible enemigo, en mi caso llegué a pensar que no amanecería viva una de esas tantas noche de agonía, ese día me despedí de casi todas las personas que amaba, y no sabe lo difícil que fue para mí imaginarme que ya no estaría para ellos. Para mí la solución de quedarme dormida y no sufrir más parecía la más conveniente, pero la verdad quería seguir viviendo. Por eso me aferré con todas mis fuerzas a la vida, ese hermosos regalo de Dios, ahora disfruto cada instante como si fuera el último. Son muchas las lecciones que aprendimos. Gracias amigo por tan valiosa información compartida. 🤗👆