Hola, amigos de #Hive. He decidido dar un paso importante en mi blog. Empezaré a ejercitar un poco la escritura creativa. Sé que soy una novata, pero nada pierdo con intentarlo. Aquí les dejo mi primera pieza de escritura.

Hello, #Hive friends. I've decided to take an important step in my blog. I'm going to start exercising a little creative writing. I know I'm a newbie, but nothing to lose by trying. Here's my first piece of writing.

Paisajes de Concreto

Vivimos en un mundo donde la naturaleza está casi extinta. El aire puro ya no lo es. El sonido de las aves ha sido reemplazado por autos que van a diestra y siniestra por las avenidas de nuestros hogares. Violentamente, se unen como tribus, dejando humo por doquier, y el cielo se pinta de gris, y el vapor aniquila la frescura.

Los frutos escasean, los árboles ya no brindan sombras para los peatones que deambulan por las aceras de camino a sus hogares, a sus trabajos o a las escuelas donde llevamos a los niños a aprender. Hablando de escuelas, he notado que la naturaleza pasa desapercibida en sus clases. Parece ya no ser un tema relevante o tal vez se vuelven tan repetitivos que olvidan su propia importancia.

Llegamos a nuestras casas, la música es una diatriba interminable, palabras y agresiones, gritos y desorden. Salimos a nuestros patios, y encontramos que el mundo se detiene ante nuestros pies. La tierra no existe, el concreto la pisotea, la denigra, y no logramos sentir su poder a través de las plantas de nuestros pies. Anhelamos el césped, pero preferimos el cemento, anhelamos el aire puro, pero preferimos el humo de los autos, y así, nuestro paisaje natural, se vuelve un paisaje de concreto.

Lugar donde no habitan los árboles, ni animales silvestres, lugar donde las aves vuelan para no ser atacadas por niños con resorteras, y es entonces cuando me doy cuenta, que este lugar no pudo ser diseñado para ser nuestro hogar.

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Concrete Landscapes

We live in a world where nature is almost extinct. The air is no longer clean. The sound of birds has been replaced by cars driving left and right along the avenues of our homes. Violently, they come together like tribes, leaving smoke everywhere, and the sky is painted gray, and the steam annihilates the freshness.

Fruit is scarce, trees no longer provide shade for pedestrians wandering the sidewalks on their way home, to their jobs or to the schools where we take our children to learn. Speaking of schools, I have noticed that nature goes unnoticed in their classrooms. It no longer seems to be a relevant topic or perhaps they become so repetitive that they forget its own importance.

We arrive at our homes, the music is an endless tirade, words and aggression, shouting and disorder. We step out into our yards, and find that the world stops before our feet. The earth does not exist, concrete tramples it, denigrates it, and we fail to feel its power through the soles of our feet. We long for grass, but we prefer cement, we long for fresh air, but we prefer car smoke, and so our natural landscape becomes a landscape of concrete.

A place where there are no trees, no wild animals, a place where birds fly to avoid being attacked by children with slingshots, and that is when I realize that this place could not have been designed to be our home.

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