Relato: El olvido de Úrsula


Imagen editada con Canva. Fuente de la imagen: Pexels

Úrsula se dio un facepalm cuando, al platicar con mi anciana madre, cayó en cuenta de un detalle importante que pasó por las prisas.

Su madre María tenía 89 años, y muchas veces se le olvidan dónde deja las cosas, en especial si se tratan de documentos importantes como las identificaciones y pasaportes. Por esa razón y para facilitar un poco más los trámites que su madre deba realizar en persona, Úrsula siempre tenía a la mano dichos documentos.

Por desgracia, ese día en particular a Úrsula se le olvidó dejar a su madre la identificación, dado que se esperaba la entrega de un ventilador armable; para que esa entrega fuera exitosa, tenían que tener a la mano la identificación... Cosa que su madre no tenía a la mano en ese momento.

Pero no todo estaba perdido, al menos esa era su esperanza. Con su madre se encontraba Elena, su hermana mayor; con rapidez llamó a su hermana y le explicó la situación. Como siempre y fiel a su estilo de señora malhumorada por todo, Elena empezó con sus eternas quejas y regaños, porque ella se estaba metiendo a bañar ya que debía salir. Sin embargo, Úrsula le dijo que tendría que vestirse y esperar un momento a que entregaran el paquete.

Ignoraba si Elena le hizo caso, aunque sabía que estaría soltando sus insultos a diestra y siniestra.

"La próxima vez que adquiera cosas en esa tienda departamental, procuraré quedarme... Lo que hace uno al querer trabajar en paz en un lugar lejos de casa", se dijo a sí misma mientras que, con un suspiro, se sentaba a trabajar en el proyecto que le habían designado.



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