[ESP-ENG] MIRTO
Fuente
«Lo que llamamos destino no nos llega del exterior, sino que emerge de nosotros».
«What we call destiny does not come to us from the outside, but emerges from us».
— Rainer María Rilke
E S P A Ñ O L
MIRTO
Desde los destellos de un sol en su máximo apogeo. Desde los cánticos hermosos de flores silvestres. Desde la realidad de un amor que toma forma y absorbe la vida para crear un ser nuevo. Desde un mundo donde todos mis aliados se agruparon para interpretar un coro astral, me hallaba yo sentado sobre el pórtico de mi casa vislumbrando maravillado a las estrellas danzar. Mientras a mi lado se encontraba mi compañera de vida: Fedra, portando un atuendo dorado y deslumbrante como el verano y la primavera fusionados.
Mientras estábamos tranquilos, vislumbrando maravillados como fieles espectadores la función celestial. Un duende de características alegres fue expulsado por las flores de mi jardín. Se acercó a mi oído para entregar un mensaje verbal, y luego se lanzó al lugar de donde provino como si se tratara de una laguna de jade. Le comenté a Fedra que el mensaje decía que había una rama de mirto solitaria en la cumbre arenosa de una montaña rabiosa, y que pronto moriría si no acudíamos a ella.
Interrumpimos nuestro entretenimiento y zarpamos encima de nuestros tigres escarlata. Sus rugidos apartaron a todas las rosas y hortensias recelosas, que no permitían el insulto de nuestra ausencia. Las hadas y su magia silvestre las pusieron a dormir, y rápido entre las praderas de mis dominios comencé a explorar nuestras tierras. Fedra cantaba parada encima del lomo de una de nuestras bestias de transporte, anunciando nuestro paso a las pixies, las coals y otras criaturas fantásticas que protegen mis territorios.
Nos adentramos a una cueva siendo el camino más rápido a las cumbres desérticas. Una bruja murciélago obstaculizó nuestro paso, pero le dimos una razón importante para cruzar el dominio que ella había tomado sin permiso. Ella, amenazada, conjuró a un monstruo ciclópeo que decía ser su hijo. Estaba listo para irme en batalla, pero Fedra se interpuso y utilizó su voz para calmar la ira de la criatura hasta el punto de hacerla dormir.
Un alarido de derrota fue expulsado de la horrible bruja, y al verse indefensa ante nuestra presencia, decidió apartarse para darnos el paso. Nuestros tigres corrieron con brío y velocidad por el camino pedregoso de la cueva, hasta que finalmente vimos la cumbre desértica al final.
Mientras nos acercábamos a nuestro objetivo, un par de chimpancés burlones comenzaron a provocar a nuestros tigres haciéndolos dóciles a sus insultos. Pero Sara; la serpiente gruñona, quien venía persiguiéndolos desde un gran trayecto, pudo atraparlos en la extensión de su cuerpo, arrastrándolos consigo a la profundidad del bosque. Con el camino libre, después de presenciar semejante atrocidad, decidimos continuar con nuestro trayecto hasta ascender hacia las cumbres donde había ramas secas y tristes.
Visualicé el ramal de mirto a una corta distancia, y al estar finalmente con él lo tomé con mis manos. Fedra cantó una canción para darle sueño y luego nos lo llevamos con nosotros. Al estar en nuestro hogar lo colgamos en la parte alta de nuestro portal, y éste al despertar, quedó impresionado por las cosas maravillosas que visualizaba. El trozo de mirto liberó esporas que nos dio un impulso deliberado de amor. Fedra y yo nos besamos frente a todas las flores y astros y tuvimos una gran cena, una que hasta la noche dejó de ser aislada y nos acompañó en nuestra celebración de amor fraterno y solidaridad.
FIN
E N G L I S H
MYRTLE
From the sparkles of a sun at its peak. From the beautiful songs of wild flowers. From the reality of a love that takes shape and absorbs life to create a new being. From a world where all my allies gathered to perform an astral chorus, I was sitting on the porch of my house watching the stars dance in wonder. While at my side was my life companion: Phaedra, wearing a golden and dazzling outfit like summer and spring merged together.
As we stood quietly, gazing in wonder as faithful spectators at the celestial performance. An elf with joyful characteristics was expelled through the flowers of my garden. It approached my ear to deliver a verbal message, then darted back to where it came from as if it were a jade pond. I remarked to Phaedra that the message said there was a lone myrtle branch on the sandy summit of a raging mountain, and that it would soon die if we did not go to it.
We interrupted our entertainment and set sail on top of our scarlet tigers. Their roars drove away all the wary roses and hydrangeas, which would not allow the insult of our absence. The fairies and their wild magic put them to sleep, and fast among the meadows of my domain I began to explore our lands. Phaedra sang standing atop the back of one of our beasts of transport, announcing our passage to the pixies, coals and other fantastic creatures that protect my territories.
We entered a cave being the quickest way to the desert peaks. A bat witch hindered our passage, but we gave her an important reason to cross the domain she had taken without permission. She, threatened, conjured up a cyclopean monster claiming to be her son. I was ready to go into battle, but Phaedra stepped in and used her voice to calm the creature's anger to the point of putting it to sleep.
A shriek of defeat was expelled from the horrible witch, and seeing herself helpless in our presence, she decided to step aside to give us passage. Our tigers ran with verve and speed along the rocky path of the cave, until we finally saw the desert summit at the end.
As we neared our goal, a pair of taunting chimpanzees began to taunt our tigers by making them docile to their insults. But Sara; the snarling snake, who had been chasing them for a long way, was able to catch them in the expanse of her body, dragging them with her deep into the forest. With the road clear, after witnessing such an atrocity, we decided to continue our journey until we ascended to the summits where there were dry and sad branches.
I visualized the myrtle branch a short distance away, and when I was finally with it I took it in my hands. Phaedra sang a song to make him sleepy and then we took him with us. When we were in our home we hung him at the top of our doorway, and when he awoke, he was impressed by the wonderful things he visualized. The piece of myrtle released spores that gave us a deliberate boost of love. Phaedra and I kissed in front of all the flowers and stars and had a great dinner, one that until the evening ceased to be isolated and accompanied us in our celebration of brotherly love and solidarity.
https://twitter.com/relatos118/status/1474778410807402502
The rewards earned on this comment will go directly to the person sharing the post on Twitter as long as they are registered with @poshtoken. Sign up at https://hiveposh.com.