Creating Circumstance for Good Luck|| Wellness Encounters # 8. [Esp-Eng]

Hoy me uno a la iniciativa del amigo @invinc y @luvilozada invitada especial en el espacio Encuentros de Bienestar donde nos invita a leer el libro “La Buena Suerte” de los autores Álex Rovira y Fernando Trías, un libro de lectura fácil y amena, pero a la vez de contenido profundo y contundente. Este libro explica a través de una fábula cómo la buena suerte puede aparecer en nuestras vidas y cómo aprovecharla para avanzar hacia la prosperidad porque es importante recordar que la creación de circunstancias es la que nos permitirá alcanzar nuestras metas. Es habitual marcarse metas en la vida, pero éstas suelen ir acompañadas de retos que nos ayudan a avanzar para labrar nuestro destino. También hace hincapié en la necesidad de actuar con una buena actitud para conseguir lo que nos proponemos, por lo que trabajar con perseverancia, esperanza y paciencia nos permite abrir las puertas de la buena suerte.

La historia de este libro ilustra las dos caras de la suerte y la buena suerte. Para Víctor, la suerte proviene del azar, no depende de ti, y la buena suerte es la forma en que debemos estar preparados para aprovechar las oportunidades que se nos presentan. En nuestra vida, el miedo a menudo nos frena a la hora de lograr incluso la más modesta de nuestras metas; sin embargo, si nos contenemos y creemos que somos capaces de avanzar, lo único que hace falta para realizar nuestros sueños es que pasemos a la acción, es decir, que nos centremos en lo que realmente queremos, en lugar de ir por la vida diciéndonos que no podemos o que no somos capaces. Si creamos circunstancias favorables para tener éxito, como hizo nuestro amigo Sid, que trabajó duro, partiò desde esos pequeños detalles que eran necesarios para que naciera el trébol mágico, podemos hacer que la suerte juegue a nuestro favor.

La forma en que Sid empezó a crear las circunstancias para que naciera el trébol me hizo recordar todo lo que tuve que hacer para no sentirme víctima de la desesperanza y los pensamientos negativos que conlleva cuando se enferma, para afrontar y superar las batallas, para abrir puertas y darnos una razón para vivir. Es algo que sabemos, pero a menudo nos olvidamos de creer en nosotros mismos y en el poder que tenemos para forjar nuestro propio destino y nuestra buena suerte.

Siempre he creído que la suerte depende de cómo pensamos, actuamos y nos comportamos, así como de lo que hacemos para conseguir lo que queremos. Debemos crear la suerte, porque está en nuestras manos perseguirla. Mucha gente asumirá que fui afortunada al recuperarme de esa enfermedad, pero quiero que recuerden que durante ese proceso luché con el miedo, lloré mucho y no entendía cómo la gente que recibía su tratamiento moría. En ese momento, decidí pasar a la acción y crear mis propias circunstancias, como hizo Sid. Empecé a verme junto a los testimonios y comencé a seguir dietas, hacer ejercicios, orar mucho agarrada de la mano de Dios para no dejarme abatir y, lo más importante, una actitud positiva, para vivir una vida plena y victoriosa.

Las personas que creen en la suerte nunca aprenden de las circunstancias; en su lugar, se limitan a esperar que el futuro les traiga de nuevo la buena suerte. Pero los que crean sus propias circunstancias entienden que los pensamientos y las acciones positivas son los que, en última instancia, traerán a sus vidas todas las cosas extraordinarias que desean lograr. La suerte es una iniciativa, y la buena suerte depende de cada uno de nosotros, tú la construyes. La constancia y la perseverancia nos impulsan a persistir en la consecución de nuestros objetivos, por grandes o pequeños que sean, superando los obstáculos del camino para conseguir el éxito.