Residente del postgrado de pediatría: El camino más lindo, esta dibujado por niños
En enero de este año inicié una nueva aventura en mi vida, que sin duda alguna me ha llevado a descubrir una parte de mi que no conocía, aunque no ha sido nada sencillo, la realidad es que he aprendido el arte de ayudar a través de la mano de los más pequeños.
Han sido unos meses de altos y bajos pero he entendido que se necesita a veces pensar como un niño, para ver el mundo de otra manera.
En medio del cansancio y las escasas horas de sueño me he llevado grandes lecciones de vida por parte de un pequeño que no habla.
He aprendido a sonreír a pesar de que no haya razón para hacerlo. Diariamente la salud de muchos niños y recién nacidos dependen de mi, ellos pueden estar en sus últimos minutos de vida, pero siempre tendrán una sonrisa que dar frente a las adversidades.
Sonríe: el día no está tan malo para ser feliz
El amor de una madre es único: He visto mamis esperar, luchar, buscar y dar lo que no tienen para que su pequeño esté sano.
Te Amo Mamá, GRACIAS, tu amor es incondicional
Me he tenido que pintar las lágrimas de sonrisas cuando pierdo a un pequeño en mis manos, y segundos después decirle a otro bebé que se puede ir a casa sano, con su familia a ser feliz.
Gracias a Dios y a la vida por darme salud, por la fuerza que hasta ahora me ha sostenido para seguir adelante, mientras otros parten de este mundo
He tenido la vida de un bebé en mis manos, la forma en como no nos rendimos hasta el final, y ver cómo ese bebé lucha con todas sus fuerzas por vivir.
Si en algún momento estoy por rendirme, recordaré como el más pequeño lucha hasta el final
Sigo sumando experiencias, sigo aprendiendo del más pequeño y por encima de todas las cosas, sigo dibujando mi mejor camino hasta ahora.
¡Gracias universo!
Son bienvenidas y bien recibidas las críticas constructivas y sugerencias.
¡Hasta una próxima vez!
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