#8 REPORTAJE - BLACK SABBATH MAESTROS DE LA REALIDAD (REVISTA HEAVY ROCK AÑO 2003) ESPECIAL.
Si bien es cierto que los que pusieron la primera piedra en la evolución del rock hacia el heavy metal fueron bandas como Led Zeppelin y Deep Purple, el primer grupo del estilo, los verdaderos padres del heavy, son Black Sabbath. Junto a Judas Priest, otra formación de Birmingham algo posterior, dieron el certificado de nacimiento a un estilo musical que se lo debe todo. Desde su debut, con las pesadas guitarras de Tony Iommi, el bajo retumbante de Geezer Butler, la batería apocalíptica de Bill Ward, la chillona voz de Ozzy y sus continuos jugueteos con el lado oscuro y el satanismo, marcaron el camino a seguir a los que vendrían después.
Aunque no fueron una de las bandas mas exitosas de su tiempo, y vieron como sus nombrados rivales se llevaban mas gloria que ellos, sus seis primeros álbumes conforman la referencia clave para entender de que va todo esto. Esos seis maravillosos redondos conforman una primera etapa excelente, de rebosante creatividad, e importancia capital en el posterior devenir de los sonidos duros. “Black Sabbath”, “Paranoid”, “Masters Of Reality”, “Vol 4”, “Sabbath Bloody Sabbath” y “Sabotage” no pueden faltar en las discográfias de los fans de abrumadoras descargas guitarreras, riffs cortantes y sonoridades extremas.
Concretamente fue el tema “Paranoid” de 1970 el que les daría la fama adsoluta a ambos lados del Atlantico. Tras el glorioso sexteto de Lp’s inicial las cosas empezaron a torcerse. Eran una banda muy popular, y se paseaban por la faz de la tierra como estrellas adsolutas del rock n’ roll, pero en “Technical Ecstasy”, debido a la imagen de satanicos y cultivadores de magia negra que les perseguía, trataron de caminar su sonido, acercándose ligeramente al rock progresivo. Aquellos no eran Black Sabbath, y las ventas cayeron en picado.
El grupo además había sucumbido al infierno de las drogas, y las relaciones se fueron deteriorando hasta que se confirmo la expulsión de Ozzy, el carismático frotman que seguiría dando guerra fuera del seno del grupo con mas popularidad que los propios Sabbath. A partir de entonces empezaría un ir y venir de músicos, aunque Tony Iommi, siempre presente en todas las encarnaciones, se encargo de mantener en pie a una banda que ya no era la de sus comienzos, perdió su identidad inicial progresivamente, y quizá no debería haber seguido llamándose con ese nombre que sabe a gloria a los aficionados metalicos.
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Aun, con todo, tras la marcha de Ozzy, un pequeño pero prodigioso cantante infundio savia nueva a un grupo que levanto parcialmente el vuelo otra vez, era Ronnie James Dio, y con el grabarian uno de los mejores discos de su historia, “Heaven & Hell”, mas inclinado hacia el heavy estándar de los 80, un sonido que mantuvieron en otra obra importante, “Mob Rules”. En el 85 se constato una primera y rápida reunión con Ozzy para el Live Aid Festival para pasar después por una efímera etapa con Ian Gillan al frente, algo que se recuerda como una de las eras menos aprovechables de la banda.
Geezer Butler entraba y salía del grupo “como Pedro por su casa”. Tony Martin se convirtió en el cantante mas estable durante esos años en los que pasaron por el grupo infinidad de músicos de renombre, como Vinnie Appice, Bob Daisley, Eric Singer, Cozy Powell o Neil Murray. En 1992 Dio vuelve fugazmente a la banda para grabar “Dehumanizer”, pero la caotica dinámica del grupo continua. Son unos años que se recuerdan con confusión, a los que el publico no presto demasiada atención aunque nunca llego a olvidarse por completo de la banda. Pero cuando uno habla de Black Sabbath siempre se le viene a la cabeza la formación original, el mitico combo liderado por Ozzy, y prácticamente borra de su memoria una década larga en la que no hay demasiado que resaltar, y mas si se compara con sus años clásicos.
Incluso en America, donde pasaron grandes temporadas girando en los 70, el nombre de Ozzy es mas reconocible para el grupo que el de los propios Sabbath, pues su exitosa carrera en solitario oscureció los decadentes años de la banda. Por suerte las nuevas generaciones han podido disfrutar de la grandeza de la legendaria primera formación. Ozzy, Iommi, Butler y Ward se reunieron en el 97 para unas series de conciertos que se han ido repitiendo hasta nuestros días (incluso pasaron por España), siempre que la carrera solista de Ozzy lo ha permitido. Como testimonio quedo un disco en directo con dos temas de ultima factura, apropiadamente titulado como “Reunion”, y por ahora poco se sabe de la grabación de un futuro disco de estudio del que mucho se ha hablado en los últimos años. Ya hemos dicho que Sabbath no son carne de listas de éxitos, ni unos arduos rompedores de charts (pese a que en su haber tengan 12 discos de oro, 8 de platino y 3 multi-platinos, principalmente recaudados con sus álbumes clásicos) pero tienen garantizada una fiel legion de fans que siempre estará ahí apoyándoles, y una parroquia metalica dispuesta a rendirles pleitesía eternamente, como autenticos magos del metal que son.
