Español

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Aquí solo hay una regla: ¡Las reglas no se rompen! Y aun así el clan se ha reunido para asentar el plan antes de que los Vigilantes nos borren de esta tierra maldita. Dante cree que lograremos vencer el sistema, sin embargo, pienso que solo lo dice para brindarnos un poco de esperanza. ¿Cómo hallar algo de luz en la oscuridad que estamos a punto de infundir sobre El Arcade? Ese es el problema, nosotros acá somos los villanos, o mejor dicho: ladrones a punto de saquear este mundo de realidad virtual.

“Nada es real… pero aun así lo es.” Aquí también existe la muerte.

Dante se encargó de buscar los suficientes recursos para sortear las lejanías del Valle Oscuro. ¡Ningún jugador se atreve a pisar dichas tierras! Los Vigilantes se han encargado de inundar el lugar con los nada atractivos “Devora Almas”, los cuales son capaces de borrarte del Arcade sin ninguna posibilidad de retorno. Ningún Clan ha logrado vencer a esos monstruos, y sin embargo, Dante apuesta a que seremos los primeros en llevarnos la gloria. Temo en lo profundo de mi corazón por el destino que nos espera, pero no tenemos otra opción:

“O vencemos las leyes de este mundo, o morimos en el nuestro.”

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El Arcade es la salida a la devastación, una realidad perfecta… ¡un gigantesco CPU donde se almacena la gloria de la humanidad! No todos pueden entrar, y una vez que lo hacen, nadie puede salir. Fuera de este mundo fingido hay una tierra que sucumbe en la pobreza y la miseria, renegados al paraíso virtual por compartir genes imperfectos o “caóticos”, como les dicen los Vigilantes. Dante quiere cambiar eso abriendo una brecha para los renegados, aunque para eso necesitamos alterar el sistema…

¡Debemos tirar de la ficha!

Más allá del Valle Oscuro hay un punto ciego libre de los Vigilantes y los Devora Almas, y allí, en el centro del Árcade, alteraremos el sistema infundiendo el caos. Solo hace falta un aleteo insignificante para girar el mundo al revés y llevarlo a las cenizas. ¿Destrucción? ¿Nuevo orden? ¿Regeneración? Nunca pensé estar metido en las guerras de Dante, ni tampoco compartir su noción sobre la igualdad. De mi no queda rastro alguno de aquel lobo solitario, ahora soy parte de la ficha que abrirá la puerta de esta realidad para cambiarla eternamente.

“El Arcade será para todos.” Pienso y sonrío. Nada de esto es real, pero aun así lo es.

Dante es un cazador de clase Alfa, y el único que ha logrado vencer al guardián de siete cabezas en los mares congelados del Tritón. Ningún jugador se ha atrevido a desafiarlo desde entonces, incluso los propios Vigilantes le guardan respeto. ¿Por qué está a punto de sacrificarlo todo? La vez que lo conocí me dijo algo sobre su necesidad de sentir el viento de primavera, no la brisa simulada del Arcade, sino la que había fuera de él. Fue amable de su parte dotarme con una mejor armadura y una espada de doble filo. Eso sucedió después de que intenté matarlo para robar todos sus tesoros.

Así nos conocimos, en una batalla sangrienta.

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Yo fui el primer cazador de su clan, aquel que entendió a cabalidad el motivo de sus intenciones: Dante ingresó al Arcade con la única visión de destruir el sistema, valiéndose, desde luego, de los conocimientos que tuvo cuando decidió colaborar con su creación. Nadie dentro de esta tierra maldita recuerda lo que hay allá afuera, a excepción de él. Vi sus lágrimas a escondidas y escuché los sollozos, y por primera vez sentí algo palpitando dentro de mi pecho.

¿Corazón? ¿Por qué no lo siento? ¿Cuánto tiempo he estado atrapado en este mundo?

Del caos nace la vida, ¿no es así? Dante implantará su código en el centro del Arcade una vez que crucemos el Valle Oscuro. Somos ladrones porque nos robaremos a nosotros mismos... sí, el contacto de nuestros avatares con el mundo exterior abrirá la brecha para los renegados, y al fin las realidades se cruzarán, y Dante podrá sentir la brisa de primavera que tanto extraña. Ya no habrá reglas que romper, ni Vigilantes de los cuales esconderse.

Ya viene la libertad para los olvidados, puedo sentirlo en un costado de mi armadura de Mitrhil, ahí donde no late mi corazón.

Las huestes del clan se esparcen como la arena de este desierto. Miles de capas en corazas doradas, danzando junto al viento irreal para mostrar el ultimátum. Y sobre la gran roca, con los ojos de un morado incandescente, él alza su espada para iniciar la travesía de la liberación. Dante, ¿Por qué nos contagiaste con tus sueños? Estamos a punto de romper la máxima regla de Arcade por ti… porque deseamos compartir tu visión de un mundo más igualitario. Aquí nada es real, sin embargo, tú quieres que lo sea. ¡Anhelas una realidad más justa! Una vez que ordenes la avanzada ya no habrá marchar atrás, ni para mí ni para el resto de esta legión de cazadores.

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Temo lo peor, Dante, pero soy incapaz de decirte que fracasaremos, y que toda esta misión tuya no es más que una mentira. Tu rostro está cansando aunque lo disimulas perfectamente con esa sonrisa de victoria. Tal vez solo quieres que te borren del Arcade y te expulsen al mundo… quizás solo deseas liberarnos de esta mentira en las que hemos vivido por quién sabe cuánto tiempo. Sea como sea, te acompañaré hasta el último momento, y si he de perder que sea por ti, amigo mío.

¿Habría yo tenido amigos en el mundo real?

Aunque en mi pecho no late mi corazón tú me has enseñado a tener vida, Dante, ¡nos has enseñado a todos! Trajiste la realidad a lo que es irreal e infinitamente falso. ¿Ese es el caos del que hablas? Si es así, la brecha ya está abierta, solo falta resquebrajarla aun más. Obviamente los Vigilantes intentarán impedirlo, después de todo, ellos son los dueños del Arcade… ¿o no?

Alisto mi espada de doble filo y sonrío. Esta será la última cacería… una de la que quizás no regrese, pero de la que jamás me arrepentiré. Yo elijo luchar y vencer, aunque las hordas de Devora Almas consuman nuestros huesos o los Vigilantes nos torturen. Seguiré a Dante hasta el final del camino, y no daré marcha atrás hasta que El Arcade se fragmente para el mundo.

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¡Yo elijo la libertad! Aun cuando la libertad esté envuelta en el caos.

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¡Gracias por leer!

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English

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There is only one rule here: Rules are not broken! And yet the clan has gathered to settle the plan before the Watchers wipe us from this cursed land. Dante thinks we'll beat the system, however I think he's just saying that to give us a little bit of hope. How to find some light in the darkness that we are about to infuse into The Arcade? That's the problem, we are the villains here, or rather: thieves about to loot this virtual reality world.

"Nothing is real... but still it is." Here too there is death.

Dante took it upon himself to find enough resources to get around the far reaches of the Dark Valley. No player dares to set foot on these lands! The Watchers have been in charge of flooding the place with the unattractive "Devour Souls", which are capable of erasing you from the Arcade without any possibility of return. No Clan has ever defeated these monsters, and yet Dante bets that we will be the first to take the glory. I fear deep in my heart for the fate that awaits us, but we have no choice:

"Either we defeat the laws of this world, or we die in ours."

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The Arcade is the exit to the devastation, a perfect reality... a gigantic CPU where the glory of humanity is stored! Not everyone can get in, and once they do, no one can get out. Outside this pretend world there is a land succumbed to poverty and misery, renegade to virtual paradise for sharing imperfect or "chaotic" genes, as the Watchers call them. Dante wants to change that by opening a breach for the Rogues, though for that we need to alter the system...

We must pull the tab!

Beyond the Dark Valley is a blind spot free from the Watchers and the Soul Eaters, and there, in the center of the Arcade, we will disrupt the system by infusing chaos. It only takes an insignificant flap of wings to turn the world upside down and bring it to ashes. Destruction? New order? Regeneration? I never thought I was involved in Dante's wars, nor did I share his notion of equality. Of me there is no trace of that lone wolf, now I am part of the file that will open the door of this reality to change it eternally.

“The Arcade will be for everyone.” I think and smile. None of this is real, but still it is.

Dante is an Alpha-class hunter, and the only one who has managed to defeat the seven-headed guardian in the frozen seas of the Triton. No player has dared to challenge him since, even the Watchers themselves hold him in respect. Why is he about to sacrifice everything? The time I met him he told me something about his need to feel the spring wind, not the simulated breeze from the Arcade, but the one outside of it. It was nice of him to equip me with better armor and a double-edged sword. That happened after I tried to kill him to steal all the treasures from him.

That's how we met, in a bloody battle.

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I was the first hunter of his clan, the one who fully understood the reason for his intentions: Dante entered the Arcade with the sole vision of destroying the system, using, of course, the knowledge he had when he decided to collaborate with its creation. No one within this cursed land remembers what is out there, except for him. I peeked at his tears and heard his sobs, and for the first time I felt something throbbing inside my chest.

Heart? Why am I not sorry? How long have I been trapped in this world?

From chaos life is born, isn't it? Dante will implant his code in the center of the Arcade once we cross the Dark Valley. We are thieves because we will steal from ourselves... yes, the contact of our avatars with the outside world will open the gap for the renegades, and finally the realities will intersect, and Dante will be able to feel the spring breeze that he misses so much. There will be no more rules to break, no Watchers to hide from.

Freedom is coming for the forgotten, I can feel it on the side of my Mithril armor, where my heart doesn't beat.

The hosts of the clan spread like the sand of this desert. Thousands of layers in golden breastplates, dancing along with the unreal wind to show the ultimatum. And on the great rock, with incandescent purple eyes, he raises his sword to start the journey of liberation. Dante, why did you infect us with your dreams? We are about to break the ultimate Arcade rule for you... because we want to share your vision of a more equal world. Nothing here is real, however, you want it to be. You yearn for a fairer reality! Once you give the order to advance, there will be no going back, neither for me nor for the rest of this legion of hunters.

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I fear the worst, Dante, but I am unable to tell you that we will fail, and that this whole mission of yours is nothing but a lie. Your face is getting tired even though you simulate it perfectly with that victory smile. Maybe you just want to be erased from the Arcade and cast out into the world… maybe you just want to free us from this lie we've lived in for who knows how long. Be that as it may, I will accompany you until the last moment, and if I have to lose, it will be because of you, my friend.

Would I have had friends in the real world?

Although my heart does not beat in my chest, you have taught me to have life, Dante, you have taught us all! You brought reality to what is unreal and infinitely false. Is that the chaos you speak of? If so, the gap is already open, it only remains to crack it even more. Obviously the Rangers will try to prevent it, after all, they are the owners of the Arcade... or not?

I raise my double-edged sword and smile. This will be the last hunt…one I may not return from, but one I will never regret. I choose to fight and win, even though the Soul Eater hordes consume our bones or the Watchers torture us. I will follow Dante to the end of the road, and I will not turn back until The Arcade is broken up for the world.

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I choose freedom! Even when freedom is wrapped in chaos.

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Thanks You for reading!