Aunque el puente sin duda es majestuoso, no podemos dejar se sentir emoción al ver lo que atraviesa. No es fácil imaginarse un rio al que no le puedes ver el otro lado, eso es agua por cantidad, un caudal imparable de corrientes continuas.

Entre mirar el puente que es una obra humana y mirar el rio que es una obra de la naturaleza misma, el momento se vuelve único, en verdad. Simplemente disfrutar en conjunto que nos brinda el momento tan especial. Tiene un lugar para parar y bajarse, pero no sé que tan recomendable sea, ante la imponente belleza aquello debe temblar el piso.

Me atrevo a decir que al momento del inicio de su construcción (1962) y su inauguración en 1967 se convirtió es un Punte colgante único en su tipo en Venezuela, une a los Estados Anzoátegui y Bolívar.

Me imagino que hicieron varios estudios para su mejor ubicación, al final quedó ubicado entre Punta Chacón del lado del estado Bolívar y Playa Blanca del estado Anzoátegui. Y seguramente en su parte más angosta, porque de verdad la vista de la otra orilla se pierde de lo ancho que es.

Lo he cruzado en dos ocasiones, una un viaje familiar para el parque Canaima y la represa del Guri y la segunda para una graduación de la Universidad de Oriente, que nos toco en el estado Bolívar. En el primer viaje apenas lo recuerdo, era pequeña, pero si recuerdo lo impresionante del rio. Aquello fue un maravilloso paseo familia que aún recuerdo.

Les comparto mi participación en el Concurso. Observa Piensa Escribe en la comunidad Topfamily de la mano del profesor @lanzjoseg.