A picture is worth a thousand words: The long horn of oblivion

Describe lo que ves:
Observo dos personas, un hombre y una mujer es un clima muy frio, usan ropa de invierno, cada uno sostiene en sus dos manos un largo cuerno que tratan se sonar.

Describe lo que sientes:
No recuerdo nunca haber visto de cerca una pieza de esas tan larga. Debe emitir algún sonido muy peculiar por su forma. Siento que es llamado para emitir un sonido muy particular y atraer algún tipo de animal.

La vida a veces es un largo camino hacia el olvido. Las diferentes etapas son como vivencias que pasamos del calor al frio. Solamente somos olvidados en las mentes de los más cercanos. La vida es así está llena de cambios constantemente.

A veces simplemente salimos a tocar el largo cuerno del sonido final. Ese que nos hace cambiar de opinión al ver que es el último día.

Ese sonido de larga data puede recordarnos el momento final el llamado del fin del mundo.

Solamente los más cercanos oirán ese sonido que marca el último retoque de aviso. Ciertamente la mente nos gasta bromas pesadas y al salir a caminar escuchamos ese bramar del corneteo apurado de la gente que corre en sus vidas.

Solo al encontrar el resoplido en nuestros pulmones, tomamos la trompeta entre las dos manos y sacamos todas las notas finales.

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ENGLISH VERSION

Fuente/Source

The long horn of oblivion

Describe what you see:

I don't remember ever having seen such a long piece up close. It must make a very peculiar sound due to its shape. I feel that it is called to make a very particular sound and attract some type of animal.

Describe what you feel

I don't remember ever having seen such a long piece up close. It must make a very peculiar sound due to its shape. I feel that it is called to make a very particular sound and attract some type of animal.

Life is sometimes a long road to oblivion. The different stages are like experiences that we go from hot to cold. We are only forgotten in the minds of those closest to us. Life is like that, it is full of changes constantly.

Sometimes we just go out and blow the long horn of the final sound. The one that makes us change our minds when we see that it is the last day.

That long-standing sound can remind us of the final moment, the call of the end of the world.

Only those closest to you will hear that sound that marks the last warning touch. Certainly the mind plays practical jokes on us and when we go out for a walk we hear that roar of the hurried bugling of the people who run about their lives.

Only when we found the puff in our lungs, we took the trumpet between both hands and brought out all the final notes.

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Esta es mi participación en el concurso Una imagen vale más que mil palabras

This is my participation in the contest A Picture Is Worth A Thousand Words

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