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En tus brazos escondía mis miedos, tu aroma calmaba mi salvaje corazón. Un corazón que volaba como el viento, el que tú elevabas sin control. Mis pies corrían hacía ti, cuando no tenía salida, el enojo de mi madre tú lo cambiabas por alegría.
Tu voz fue mi refugio, aquel que me protegía de tanta maldad del mundo, contigo no había disimulo, contigo era yo misma, era la niña rebelde la que llenaba tu mundo y sacaba de tu garganta ese nudo que muchas noches tragabas con disimulo.
Cuando mis heridas sangraban tú con un beso las curabas, me quitabas el dolor que ellas me causaban. No me dejabas hasta que mi piel sanara, hasta que volviera a sonreír, hasta que olvidara, hasta no quedar ninguna cicatriz.
Tú me dedicaste la primera canción, con letras propias de tu corazón, me la cantabas para hacerme reír sin razón, me la cantabas en cualquier ocasión. Lo que no sabía de niña era que con esa canción, al cantarmela era a tí a quien le alegraba el corazón.
Ya algunos años han pasado y mil heridas me han provocado, no estás aquí ahora a mi lado, no estás para sanar con un beso mi quebranto. La distancia que nos separa, me hace sentir abandonada, no tengo a mi lado ese protector que del dolor me curaba, que en mi dolor me cantaba para calmar mi alma.
Papá de mi alma, aún sigue aquí esta niña que te extraña, que le haces mucha falta, la niña que aún necesita de esos besos para que su dolor se vaya, para que sus heridas sanen y no desangre más su alma.
Tú caballero de mis ojos, quien mi primer ramo de rosas trajeron a mis manos, valían más que el oro, valían más que mil regalos. Tus detalles me llenaban de felicidad, una felicidad sin vanidad, me diste en primavera un bello collar, tan delicado como una joya creciendo bajo el mar.
Ahora quién sanará mis heridas, quién con su voz me hará sentir protegida, qué brazos serán mi refúgio cuando me sienta sin salida. Ahora solo me consuelan tus palabras escritas desde la distancia, aunque a veces no te diga que tan mal me siento, leerlas me dan el mayor consuelo.
Aquí sigue esa niña que te añora todos sus días, que espera tenerte cerca no por un día, sino por el resto de su vida. Le pido a Dios por tu vida y porque un reencuentro nos permita.
Papá de mi alma, papá de mi corazón, "papá" fue la primera palabra que salió de mi interior, que salió de mis labios llenando tu alma de dicha y tu pecho de orgullo y amor. "Papá" dice mi alma cuando duermo con recuerdos que me invaden el corazón.
Te amo papá de mi alma, te amo por una razón, soy tu hija y llevo tu sangre con mucho orgullo y gran honor, no eres perfecto y así te amo porque perfecta yo tampoco soy. Así me amas y así te amo porque somos un imperfecto amor que llena nuestras almas y nos invade por completo el corazón.
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hola amiga, esta muy bonito tu poema, gracias por compartirlo con nosotros, saludos
Gracias a ti por leerlo, me alegra que te gustará. Es un gusto compartirles estás palavras de afecto a todos. Saludos y bendiciones amigo @davidpena21
🫂🤗😘☺️ @pardostories ¡Amo los abrazos! Bendiciones!
Siempre se habla del amor de las madres, pero el amor de los padres también es igual de importante. Hermoso poema el que escribiste aquí, dedicado al amor que le tienes a tu papá, qué belleza. Saludos y feliz año ♥.
Así es @vezo nunca debemos olvidar el amor de un padre. Aunque no sean perfectos, muchos luchan por el bienestar de sus hijos y en silencio se soportan toda la responsabilidad que una familia conlleva. Hay muchos hombres siendo hermosos y grandes padres. ¡Bravo por eso!
Graciass por la visita y por leerme amiga 🤗