Estoy muy viejo pero sigo en pie!!// I'm very old but I'm still standing! [Esp-Eng]

Al pasar por éste árbol es inevitable voltear la mirada para leer el letrero que con mucho orgullo carga ésta especie. Estoy muy viejo pero sigo en pie. Estas palabras brindan un mensaje no solo de longevidad también de esperanza y motivación para todos.

Se trata de un roble que ha formado parte importante de la historia de Cumaná, testigo por varias décadas, de los principales sucesos de la ciudad, acompañante y testigo de la fé y de las tradiciones de sus habitantes. Pues se encuentra en pleno casco histórico, adyacente a la Iglesia Santa Inés. Algunos afirman que es centenario, lo cierto que ha permanecido en pie por muchos años brindando su belleza y bienestar. Es uno de los árboles emblemáticos de Cumaná, protegido por fundaciones y por el cariño de sus habitantes.

Durante la pandemia, tras una fuerte lluvia, gran parte de sus ramas, se desplomaron, quebradas por la debilidad de sus años que no habían pasado en vano. Fue un acontecimiento, se difundieron diferentes informaciones, pues se pretendió cortarlo desde la base de su tronco por razones de seguridad. No obstante, especialistas de fundaciones ambientalistas y de patrimonio de la ciudad de acercaron evaluaron todo el árbol y determinaron que su tronco en su totalidad aun estaba bien conservado y tenía todos los elementos vitales para seguir establecido. Así que solo quedó el tronco con la esperanza de que volviera a regenerar sus ramas y compartir el verdor de sus hojas.

El escenario cambió abruptamente en esa zona, pues era evidente la ausencia del verdor y la sombra que proporcionaban las ramas de éste árbol, se apreciaba un vacío. Y muchos empezaron a ver solo un tronco. Pero al transcurrir el tiempo, varios meses, la bondad de la naturaleza empezó a dar sus destellos en las nuevas hojas que empezaron a brotar.

A partir de esto, fue colocado el aviso alusivo a la fortaleza que aún está presente en el emblemático roble. Del poder maravilloso de la naturaleza y de la esperanza. Un mensaje que brinda aprendizaje. Estoy muy viejo pero sigo en pie.

Ya han transcurrido alrededor de tres años, ya no parece un tronco desnudo, ya lo acobijan sus ramas llenas de hojas, que cada día se hacen más frondosas, ya no se ve un vacío en ese espacio. Se observa vida y la presencia de lo natural. Esto último muy importante, porque podemos apreciar imponentes edificaciones o infraestructuras, pero la belleza, lo especial, siempre lo dará lo natural. Por eso lo años que ha permanecido el roble en la calle Santa Inés, que dejó de ser calle vehicular para ser un paseo, se ha podido disfrutar por varias décadas ésta bendición.

Estoy muy viejo pero sigo en pie es una muestra de la longevidad activa. Un tema que ha sido compartido desde su amor y valor por la etapa de la vejez nuestro amigo @emiliorios en diferentes iniciativas.

Ciertamente la vejez es una de las etapas más temida por el ser humano. Por la falsa percepción que se tiene de ésta por una cultura promovida que manifiesta que el envejecimiento equivale a deterioro, a soledad, al fin de muchas actividades y oportunidades, que a mi criterio ha tenido un declive en la actualidad y es algo equivocado. Muchos adultos mayores son testimonios de buena salud, de vida social activa, son motivadores e inspiradores como éste roble.

Actualmente, son muchas las alternativas que están a la mano para sean aprovechadas para envejecer con calidad de vida, desde medicamentos disponibles, actividades físicas y recreacionales, entre otros.

Si bien es cierto, que el tiempo no pasa en vano, y nuestro cuerpo gradualmente va cambiando con el tiempo, así como nuestras capacidades físicas e intelectuales van disminuyendo. Pero podemos hacerlo de una mejor manera para disfrutar de esta etapa.

La longevidad, no solo se trata de nuestra fortaleza física también espiritual De allí que muchos adultos mayores destacan por su alegría y esas ganas contagiables de vivir.

Podemos estar en pie aun siendo mayores, como lo hace el roble. Que confía en sus atributos así como como muchos otros lo han recocido. Debemos valorar los talentos de los adultos mayores, talentos los cuales no se pueden dejar a un lado por el tema de la edad, a menos que algo contundente física o intelectualmente lo impida. Tal como la especialista forestal, reconoció y valoró el potencial que aún tenía el roble a pesar de sus años y gracias a ello aún podemos disfrutar de él.

También es un llamado de esperanza e inspiración. Mientras tengamos vida, tenemos oportunidades, de seguir adelante, de empezar de nuevo, de transformar nuestro existir. No podemos ver las limitaciones solamente, si nos falta esto o aquello, debemos ver qué acciones podemos hacer. Tener una vida con propósito.

Hay muchas personas reconocidas que han destacado por su potencial a pesar de sus discapacidades o limitaciones, como el físico Stephen Hawking, el músico y cantante Andrea Bocelli, el actor Michael j. Fox, el deportista Juan Vitto, y tantas otras que podemos mencionar, tu vecino, tu compañero de trabajo, un familiar, que han contribuido de manera positiva a la sociedad en las diferentes áreas de la vida a través de sus talentos, no se detuvieron por sus limitaciones, tal como el roble no se detuvo al nos tener ramas, ni por la edad. Historias que realmente inspiran.

Debemos valorar la vida, a cada persona y a nosotros mismos. No dejarnos vencer por las circunstancias, aprender a empezar de nuevo, a darle sentido a nuestro existir y valorar el tiempo. Todo proceso tiene su tiempo, así como como el roble pasó tres años para tener ramas completas y frondosas. No hay que darse por vencido a la primera, mientras estemos vivos podemos lograr mucho por nuestro bienestar.

¡Estoy muy viejo pero sigo en pie!

¡Gracias por leer!

_{Traductor: Deepl
Las Fotografías son de mi autoría. Tomadas con mi celular Redmi
Editor de fotos Fotor Collages
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