El triste hábito de las excusas

Siempre he dicho que quien quiere hacer algo busca la forma, y quien no quiere hacer algo, busca una excusa. Y por más que lo pienso, puedo ver ejemplos de esto en muchas situaciones del día a día a través del comportamiento de muchas personas.

Pero... Es eso sabio, prudente o útil?

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¿Las excusas sirven para algo?

Realmente las excusas no sirven para nada, porque no permiten solucionar ningún problema, por lo tanto, no es sabio, ni prudente, ni útil emplearlas. Esto hay que entenderlo muy bien, porque existen muchas personas que creen que por dar una excusa, ya quedan libres de culpa ante cualquier situación, y resulta que no es así realmente.

Porque si usted tiene algo bajo su responsabilidad personal y ese algo sale mal, entonces usted tiene culpa, ya sea que lo quiera reconocer o no. Porque al final de cuenta, las excusas no dan solución a los problemas, por lo tanto, lo que hay que buscar es solucionar los problemas, no volvernos expertos en dar excusas.

Pero cada día nos topamos con gente que dicen querer lograr cosas (éxito, riqueza, amor, reconocimiento, poder, etc), y cuando les preguntas por qué no lo han logrado, entonces ellos te comienzan a dar un montón de excusas, y si les preguntas la razón por la cual no siguen intentándolo, te darán otro lote de excusas adicionales.

Te dirán que han fallado por falta de oportunidades, por culpa de los políticos, de la situación del país, del clima, de padres sobreprotectores o descuidados, etc. Una persona acostumbrada a valerse de las excusas, sabrá encontrar miles de "argumentos" o razones para justificar sus fracasos.

Por lo tanto, las excusas inmovilizan y paralizan a la persona, porque le impiden pensar con claridad y acierto. Porque las excusas son un hábito peligroso, ya que a través de ellas, la gente se vuelve inútil, estúpida y negligente, y debido a esto, buscan justificar cualquier comportamiento o situación desfavorable que puede haber evitado perfectamente. Por lo tanto las excusas vuelven a la gente cómoda e incompetente, con las catastróficas consecuencias que ello lleva consigo.

Además, hay que darse cuenta de que las excusas solo llevan siempre a más excusas.

La solución para aprender a dejar de dar excusas

Si usted reconoce el patrón de "dar excusas" en su comportamiento, entonces debe tratar de eliminar dicho patrón de conducta, para que no obstruyan su camino al éxito. Porque sea cual sea la definición de éxito que usted tenga y sean cuales sean sus metas personales, usted debe aprender a hacerse responsable por sus propios actos, sean positivos o negativos, buenos o malos.

Por lo tanto para lograr quitarse el hábito de dar excusas por todo, lo fundamental es reconocer sus fallos en las situaciones y eventos, porque al reconocer su responsabilidad, el siguiente paso natural será decir: "Vale, tuve responsabilidad en este evento que no salió bien, pero puedo hacer esto otro para resolverlo". Allí el enfoque será otro, porque usted estará en capacidad de idear un nuevo modo para resolver la situación.

Al enfocarse en las soluciones y no en dar excusas, entonces logrará tener éxito. Porque las excusas obstruyen el juicio y la visión, en cambio, si usted reconoce sus fallos o desaciertos, su mente será libre para idear decenas de posibles soluciones a dichos desaciertos, y por lo tanto, en algún punto logrará todas sus metas y, a la postre, el éxito que anhela. Recordemos el viejo dicho que dice "La verdad os hará libre", y yo agregaría "La verdad, y no las excusas, nos hará libres.

Así que en vez de utilizar nuestras mentes para justificar nuestros fracasos, mejor utilicémoslas para tener mejores ideas y una mentalidad más creativa, enfocada en las soluciones y los resultados de los eventos.

¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.

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