El "Pez que fuma", de Román Chalbaud, es una extraordinaria película venezolana del año 1977, en la cual se plasman, desde el micromundo de un burdel cuyo nombre le da el título a la película, las diversas dimensiones que dan vida a la sociedad venezolana de aquella época, tanto en lo personal como en lo colectivo, caracterizada por un conjunto de fenómenos políticos, culturales, sociales y económicos perfectamente visibles a partir del conjunto de personajes principales y secundarios que protagonizan esta producción.

      En primer lugar, una dimensión personal, individual, caracterizada por la búsqueda constante de una felicidad que parecía perdida, lejos de alcanzar y solo posible a partir de aspectos como la doble moral, el desenfreno, la corrupción, la obtención del dinero fácil, sin modelos éticos que imitar. Una dimensión humana que, para aquel momento, aparecía en crisis debido a las señales que desde el poder (en todas sus formas) se emitían al resto de la sociedad.

      En segundo lugar, una dimensión social signada por la pobreza, la violencia (física, simbólica, verbal y otras) que penetró aquella sociedad desde la violación de las normas, también venida, fundamentalmente desde el poder y que se manifestaba de manera permanente en la Venezuela de entonces.

      Por otra parte, una dimensión política, que salpica en todo momento al film y que determina la realidad de prácticamente, todos los personajes que terminan siendo el resultado de una democracia que, aun siendo muy joven, ya tenía unas consecuencias absolutamente visibles en el transcurso del mismo y que estaban caracterizadas por elementos como: el ejercicio casi autoritario del poder, la negación de la participación del sujeto de transformación (devenido en "transformado"), es decir, del Pueblo; el abandono al que fue sometida la inmensa mayoría de la sociedad venezolana.

      Una cuarta dimensión, que no deja de ser también determinante en la película, es la económica. En una Venezuela cuyo ingreso petrolero era el mayor de su historia en relación con su población. a un dólar cotizado a Bs. 4,30, los desequilibrios económicos presentes en la sociedad de entonces dieron como resultado que una delgada franja fuera la usufructuaria de la mayor parte de aquel ingreso y que un inmenso número de venezolanos, padeciera las penurias de la exclusión, aunado esto sin duda, a la ausencia de políticas económicas que lo tomaran en cuenta.

      Además, es también evidente la hegemonía del sistema capitalista en nuestra sociedad, presente en la explotación y la dificultad para salir de ella que se muestra en el comportamiento de algunos personajes. En estas cuatro dimensiones transita una película que, no solo representa un salto adelante en materia cinematográfica, sino que marca y exhibe una época con todos los aspectos que la caracterizaron y que quedó en la historia como un documento audiovisual que dibuja a la perfección a la Venezuela de los años 70.