Un cuento, varias reflexiones a considerar.

— ¡Estoy lista!

— ¿Y ahora para qué?

— Para comenzar mi dieta. Este lunes comienzo con eso.

— Y... ¿Por qué no comienzas hoy mismo?

— Mejor el lunes, así me voy mentalizando a dejar esas cosas que me perjudican.

Ella, era una joven hermosa que siempre había querido empezar una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente, o al menos, 3 veces por semana.
Cada domingo por la noche, hacía planes y se prometía a sí misma mirándose al espejo, que comenzaría al día siguiente su proyecto de salud, pero el lunes llegaba y siempre encontraba una excusa para posponerlo, y no se llenaba de razones para comenzarlo. Y así iba transcurriendo el tiempo, sin ningún cambio importante. Procrastinar, era algo que formaba parte de su vida.

Mientras pasaba el tiempo, se encontró leyendo un artículo sobre la procrastinación y cómo afecta la capacidad de alcanzar metas.

— ¿Procrastinación? ¿Qué cosa será eso?, se preguntó a sí misma.

Al comenzar a leer el artículo, y ahondar en el contenido, se sintió identificada de inmediato.

— ¡Esto es exactamente lo que yo hago!, exclamó asombrada en voz baja, para que solo ella pudiera escucharse.

— De seguir con esto, jamás comenzaré con ningún proyecto a tiempo; Tengo que tomar acciones que eviten que caiga en semejante letargo anímico.

Tomó un profundo respiro, razonó dentro de su mente, y decidió que era hora de cambiar y empezar, de una vez por todas, con su plan de alimentación y ejercicio.

El lunes por la mañana, Elena, así se llama nuestra protagonista, se levantó muy temprano, emocionada y lista para comenzar. Sin embargo, mientras preparaba su desayuno saludable, el cual consistía de huevos revueltos con tocino y aguacate, recibió un mensaje de un amigo invitándola a tomar un brunch. "Solo hoy", pensó, "mañana empezaré de verdad".

Nota: Para las personas que no lo saben, el brunch es la unión de dos comidas, desayuno y almuerzo, que se come entre las 10 de la mañana y la 1 de la tarde. Suelen hacerlo las personas que solo comen dos veces al día.

Los días pasaron, y cada vez que Elena intentaba comenzar su dieta, algo se interponía en su camino: una cena familiar, un antojo repentino de helado, o simplemente el cansancio después de un largo día de trabajo. Era como si el destino estuviera en su contra para tener un estilo de vida más saludable.

Finalmente, después de varias semanas de postergación, Elena se dio cuenta de que había desperdiciado, y seguía desperdiciando mucho tiempo y energía, eludiendo aquello que realmente quería hacer. Se sentó a reflexionar, mientras volvía a leer aquel artículo que le dio a conocer el estado en el que estaba, sobre sus pensamientos y acciones, y decidió tomar medidas concretas para vencer el mal que por años la había tenido dominada: la procrastinación.

Creó un plan de acción realista y alcanzable y lo escribió en su agenda, estableció metas a corto plazo, mediano y a largo plazo, y se comprometió a seguir un horario de comidas y ejercicio. Con determinación y disciplina, Elena finalmente logró empezar su dieta y mantenerse en el camino hacia un estilo de vida más saludable.

A partir de ese momento, entendió que la procrastinación solo retrasaba sus sueños y que tomar medidas concretas era la clave para alcanzar cualquier objetivo en la vida.

Reflexiones:

Así como Elena, muchos de nosotros hemos estado atrapados entre la procrastinación y la indecisión de comenzar un proyecto o decidir no hacerlo. En mi caso, siempre recuerdo las palabras de un gran amigo, que fue como un tutor cuando aprendía oficios de la metalmecánica:

"Lo importante, es tomar una decisión; No importa si te equivocas, porque es mejor tomar una mala decisión y actuar, a no tomar ninguna"

Esas palabras, después de más de 20 años, siguen incrustadas en mi mente, y cuando me siento entre la espada y la pared, me impulsa a actuar, y de tomar la decisión menos indicada, procuro arreglar el resultado, si no ha salido como pensaba.

Y no cabe duda que es mejor actuar y fracasar, que quedar con la incertidumbre de no saber qué hubiese ocurrido; al final, siempre nos dejará más fuertes que antes.