Prólogo - La casa de cuervos (Micro relato) [ ESP ] @odedgran.art

¡Hola a toda mi querida comunidad de Hive! Hoy les traigo el inicio de varios micro relatos que he estado haciendo para distraerme, Espero lo disfruten!!!

PRÓLOGO

Era evidente lo que ocurriría aquella noche, sus pasos pesados me lo advertían.

El olor del pasto estaba fundido en azufre, quizá alguna casa se había quemado a lo lejos y el gélido de la brisa había traído las cenizas hasta aquí.

Cualquiera que hubiera estado en mi lugar esta noche, habría pensado que era un evento romántico, porque más allá del tétrico silencio que sepultaba hasta mis pensamientos más claros, una vía láctea de estrellas titilaban en el violáceo atardecer, ahora casi azul océano y maquillado de onix. Este se levantaba sobre nosotras. Pero romántico era lo último que yo podría decir qué significaba esto.

Sus brazos estaban pálidos y su sonrisa era diminuta y ladeada mientras regaba el jardín. Voltee hacía mi izquierda y suspiré al ver las luces que se acercaban como luciérnagas curiosas, aún estaban a lo lejos, haciendo la ilusión de que revoloteaban pequeñas mariposas luminiscentes, di un salto y troné mi lengua, estaban tan lejos y a su vez estaban tan cerca, que por un momento desee que se perdieran en medio del espeso follaje, solo para sonreír y luego aburrirme de nuevo. Pero aquello era imposible, pues solo había un solo camino en toda la estúpida montaña.

-Estoy cansada de estar aquí-suspiré agotada tomando la llave inglesa-Ellos siempre nos encuentran.

-Quizá deberíamos pensar en otros destinos-sugirió Natasha, creo que así era su nombre, mientras dejaba la manguera a un costado del jardín y se acercaba para contemplar el bosque.

-"deberíamos" eres todo una romántica-me mofé aflojando una tuerca-aquí la única que piensa soy yo.

La escuché suspirar, ella se sentó junto a mi y tomó uno de los planos, la vi ojear varias páginas sujetas a una pinza y de pronto ladeó otra de sus sonrisas.

-Entonces piensa en una forma de sacarnos de aquí, antes de que ellos nos encuentren-inquirió haciendo unos garabatos sobre uno de los planos con marcador rojo y permanente.

La observé con los labios fruncidos y antes de poder decir cualquier cosa, ella se levantó de la mesa, dejó los planos sobre esta y agregó:

-Los demás deberías usarlos para la leña, pero claro, solo si se te ocurre pensarlo -con esto entró de vuelta a la casa.

Rodé los ojos y sonreí de lado, odiaba que ella fuera la que realmente resolvía todos nuestros problemas, odiaba su hermosa sonrisa y odiaba que ella fuera tan amable cuando yo siempre he tenido un humor tan rancio… pero lo que más odiaba de ella era el hecho de que cuando levantaba los planos de aquel artefacto -justo como ahora- ella ya me había marcado las soluciones, obviado los problemas y acertado las respuestas. Odiaba su hermoso coeficiente y su inocente manera de demostrar que yo siempre estaba equivocada, pero que gracias a su intervención, estábamos a salvo.

Me rasqué la barbilla y me dispuse a seguir aquellos planos, no estaba dispuesta a que nos encontraran y me la arrebataran de nuevo.

Porque no pienso vivir de nuevo en una casa de cuervos ciegos y vacíos y rotos.