Si tuvieses una segunda oportunidad de reiniciar tu vida ¿Lo harías? Si tu respuesta es sí, pues quiere decir que debes tener algunas inconformidades con tu vida que quieres remediar, como errores cometidos, desgracias atravesadas, maldiciones recogidas, penas adquiridas y muchas otras cosas negativas que conforman la composición de nuestras experiencias. Sería fácil vivir si todos tuviésemos ese segundo chance después de haber experimentado los errores a cometer, para no volver a cometerlos.

Pero estoy seguro que si la vida tuviese ese modo de reinicio e intentáramos no cometer los mismos errores, cometeríamos otros que nos harían estar en peores situaciones porque en la poca experiencia que he tenido eso es lo que sé de la vida, que se trata de errar, de atravesar pesares y superar desgracias. La vida no es color de rosa, tampoco es bella, realmente lo bello es aceptarla y enfrentarla, y me atrevo a decir que más bello y más rosa que la vida es la muerte, pero en otro post explicaré este punto para no extenderme demasiado.

Muchas personas confunden a la vida con la belleza, pero no veo tal argumento válido cuando tenemos que atravesar por tantos problemas sin ningún sentido, o con un sentido absurdo; sin embargo atravesarlos dos veces haciendo que en la segunda vez sea peor, sería una decisión un tanto estúpida e insensata a menos que seamos masoquistas y amantes de la desgracia. Sería como tener un automóvil al cual ya le sabemos todos los problemas mecánicos y los trucos para que funcione, para luego cambiarlo por otro automóvil que no tenemos idea de cómo funciona, queda nuestro camino echado a la suerte del funcionamiento de ese que escogimos.

Sin embargo aquel que prefiere seguir su camino con todas sus fallas, no es que sea un sabio ni mejor que el otro, pero si tiene la fuerza para continuar caminando a pesar de todos los problemas. Muchas veces los débiles buscan los caminos fáciles y placenteros de la vida, y con débil no me refiero a fuerza física, sino a fuerza mental, son débiles de mente que se dejan influenciar por las cosas fáciles y por eso escogen los caminos muchas veces inmorales. Estos serían los que hoy tenemos de gobernantes que por medio de la corrupción roban dinero para sus placeres, o los comerciantes y empresarios que se aprovechan de la economía para hacerse más ricos a costa del engaño, al igual que aquellos que a diario están haciendo asaltos a guante blanco en cualquier oficina de la banca pública o privada, y no pueden faltar los que venden narcóticos para aprovecharse de los vicios de los seres humanos.

Obviamente, como en todas mis publicaciones especifico, no son todos los que hacen este tipo de cosas, pero si una espeluznante cantidad de personas que son inmorales pero ignoran serlo. Pero como siempre hay que tener esperanzas porque es lo que nos han enseñado para no terminar en un psiquiátrico, aunque tengo la convicción que en los psiquiátricos hay personas más cuerdas que los que andan sueltos en las calles, pues tengamos la esperanza de que son más las personas que no son inmorales, aunque cueste creerlo, y que son más los que no repetirían sus vidas porque lo que han vivido no lo miran como errores sino como aprendizajes, que tienen la fuerza de voluntad para continuar adelante a pesar de todas las cosas malas que les pueden haber sucedido, y que tienen la convicción de que el futuro será mejor, aunque todo es incierto y formamos parte de un mundo donde podemos vivir de fantasías o de realidad.