¿Nunca has mirado al pasado y has querido tener una máquina del tiempo? Obviamente que todos hemos querido volver al pasado para ver si de verdad los dinosaurios existieron, o a conocer personalmente las andanzas de algún personaje histórico, o a presenciar algún acontecimiento famoso de otra época; pero me refiero al hecho de que queremos volver a repetir nuestra historia con alguna persona, o a volver a revivir una época en la que llegamos a sentir cosas que no estamos sintiendo en el presente, y no sabemos con certeza si volverán en el futuro.

En mi país mucha gente vive del pasado, y supongo que no es nada más en Venezuela, sino en todos aquellos países que han atravesado crisis porque sus habitantes comienzan a echar de menos los momentos en los que no sufrían dificultades, y recuerdan todo aquello que ya no pueden hacer a consecuencia de los problemas. Lo mismo pasa con la vida personal de cada quien, cuando entramos en la mal llamada "crisis existencial" comenzamos a rememorar nuestra vida, y tomamos los momentos más felices de ella para no escapar de allí y buscar la manera de volver al pasado. De cualquier forma nuestra mente intenta reproducir esos momentos una y otra vez para hacernos sentir mejor, o peor, depende de cómo se mire, pero lo cierto es que no nos hace daño vivir entre los recuerdos aveces porque nos ayudan a continuar adelante.

Muchas personas viven demasiado entre los recuerdos, lo que ocasiona que su realidad se vea distorsionada y existan dentro de un mundo fantasioso que les aparta de su razón. Les convierte en sujetos dependientes de los recuerdos o también les puede convertir en sujetos independientes de lo real, lo que puede terminar con sus vidas en un suicidio al no tener la voluntad de enfrentar la realidad por culpa del pasado. Tampoco es muy aceptable vivir en la memoria de nuestra vida porque nos convierte en algo que no tiene la capacidad de enfrentar los problemas y las crisis; al igual que los países, se deben buscar formas de revertir la crisis y adaptarse al entorno actual para ir superando los problemas, porque si un país se fundamenta en las glorias del pasado, los problemas del presente le irán consumiendo poco a poco hasta destruirle.

En parte el mundo del hombre está en constante movimiento, porque se está reinventando en el proceso y con cada reinvención se hace un avance, sea hacia la dirección que sea; y aunque ciertamente en la historia hay un eterno retorno nietzscheano, no todos los acontecimientos se dan en las mismas circunstancias ni tampoco se generan las mismas consecuencias. Todo depende del contexto histórico donde se gesten los hechos. Igual pasa con nosotros, todo depende en el contexto histórico en el que nos encontremos y las cosas nos pasan por épocas, por ejemplo, podemos dividir nuestra vida en la época de la niñez, la adultez y la vejez; también podemos dividirla en las épocas trágicas y las épocas cómicas; el punto es que las épocas pasan y mientras estemos enfrascados una época no podremos resolver los problemas de la otra porque nuestra realidad se transformó.

Es muy duro para una persona enfrentar que sus épocas pasan, y comprender el paso del tiempo por nuestras vidas muchas veces nos deja cicatrices muy profundas y problemas mentales muy severos que nos cambian en actitud y sentimientos. He visto muchas personas que reniegan de su futuro y viven del pasado, como aquellos que buscan modificar su apariencia y maquillar o detener el paso del tiempo por su cuerpo con cirugías plásticas, o quienes son incapaces de abandonar la casa de sus padres por miedo a tener una vida lejos de ellos, o los que no superan un desamor e intentan volver una y otra vez con la persona que les hace daño. Hay muchos casos, el que más nos afecta es propio de nosotros mismos y por ello depende de nuestra comprensión de la realidad y nuestra disposición a vivir en el pasado o en el presente, pero para avanzar hacia el futuro hay que aprender a cargar nuestro pasado de la manera correcta.