Siempre recuerdo la escena de la película protagonizada por Robin Williams, Mrs. Doubtfire, o mejor conocida en español por su traducción "exacta" Papá Por Siempre, que trata de un padre que se disfraza de mujer niñera para poder estar tiempo con sus hijos debido a que la separación con su pareja y los términos legales le impedían pasar tiempo con ellos. En ese momento en el que se encuentra en el juzgado recibiendo las restricciones del tiempo con sus hijos, él explica que no se ha separado de ellos desde que nacieron y que para él es difícil estar sin ellos, pero a la burocracia y a su ex pareja les importa un carajo lo que el sienta y hacen su voluntad. Para los que no hayan visto la película se las recomiendo, es una comedia entretenida y familiar.

Pero quiero hablar sobre ese sentimiento que tenemos los padres con nuestros hijos, que siempre queremos tenerlos cerca a pesar de que aveces queramos lo contrario porque nos interrumpen en el trabajo o en el orden de la casa, pero sólo es momentáneo porque ellos son los seres que constituyen toda nuestra felicidad y deber. Son esos "Locos Bajitos" como la canción de Joan Manuel Serrat.

Muchas personas no entienden lo que los hijos representan para los padres, y tampoco entendemos los padres que ellos no nos pertenecen y que hay otras personas que también los quieren y los aprecian. Pero somo celosos con todo el mundo porque sabemos que hay algunos que sólo les dan envidia los niños y quieren hacerle daño en alguna forma, por eso queremos tenerlos cerca para poder protegerlos de esas manos siniestras que quieren dañar su inocencia.

Somos celosos porque no queremos que nadie más que nosotros quiera a nuestros hijos, desconocemos las intenciones de las demás personas, y en muchos casos algunos padres sabemos que existen hipócritas que fingen toda su actitud pero por dentro están planificando algo en contra de los niños o de nosotros. Somos muy precavidos y bueno, en el caso de aquellos padres preocupados que fueron despojados del tiempo con sus niños por inmadureces insensibles de sus ex parejas pues, experimentan la desesperación de estar atrapados en un infierno sin haber sido condenados en un juicio justo.

Hay mujeres que por hacerle la maldad al padre de sus hijos, y como saben que le dolería el no poder ver a sus vástagos, buscan a toda costa privarlos de su derecho natural como padres de pasar tiempo con esos Locos Bajitos. No creo que existan las predicciones astrológicas, pero si hay una ley de causa y efecto en la que toda acción conlleva a una reacción proporcional a la fuerza ejercida, que puede aplicarse también a la vida en donde si haces el mal, la reacción será en la misma proporción como fue ejercida la maldad.

Pero bueno, cada quien tiene sus maldiciones, unas más intensas que otras y tenemos que saber controlarlas y aceptarlas para no caer en la locura y en los malos actos. Me compadezco de aquellos padres amorosos que fueron privados del tiempo para mirar a sus hijos crecer, porque simplemente no haya funcionado una relación de pareja o por tantas otras cosas que desconozco, así como desconozco ese dolor que sienten en el pecho. Pero supongo que no es tan diferente como el que yo siento cuando mis hijos se van a visitar a su abuela y me dejan la casa sola, sólo que yo sé que en algún momento van a volver.