Iniciativa: La manada de mamá Milagros/The herd of Mama Milagros

Hola gente hermosa de esta comunidad!!! Para variar corriendo para echarles mis cuentos, antes que llegue la media noche.

Para serles honesta no soy la más compinchera de las amigas. Por lo general, me pierdo un tiempo, pero cuando vuelvo a ver a mi gente es como si no hubiese pasado un día. Y ese es el poder de los vínculos, que aún a la distancia se mantienen.

He tenido muchas experiencias de solidaridad y cuidado por parte de mis amigas, pero no sabía cuánto me querían hasta que me enteré de que estaba embarazada.

Para ese entonces estaba trabajando en el interior del país, y cuando supe que estaba embarazada no sabía bien cómo procesarlo, pues mi pareja y familia vivían en otra ciudad.

Para aquel entonces, el papá de mi hija se tuvo que ir del país para atender a un familiar enfermo. Aunque trataba de no demostrar mi tristeza, los tres primeros meses fueron muy duros. Entre los malestares propios del embarazo y procesar todo lo que me estaba pasando, me sentía abandonada y lloraba todos los días.

Mi mamá me acompaño durante los tres primeros meses de embarazo; sin embargo, por tema de salud se tuvo que regresar a la ciudad de Caracas. Ahí me tocó transitar el embarazo realmente sola.

En ese momento, tan especial para una mujer, y más primeriza, estaba ausente mi pareja y familia, trataba de disimular la tristeza y seguir adelante, siempre con la mejor disposición y sonrisa que me caracteriza.

Durante todo el embarazo me sentí muy sola, toda mi biología estaba cambiando y no tenía con quién desahogarme. Mis vínculos estaban lejos, y no podía volver a mi ciudad, sino llegado el octavo mes de gestación por el trabajo que estaba realizando.

Por primera vez me abrí desde la sinceridad y reconocí que necesitaba ayuda y sobre todo contención. Así que le conté a mis compañeras de trabajo el duro trance por el cual estaba pasando.

Para mi sorpresa, mis compañeras de trabajo se convirtieron en hermanas y amigas brindándome profundo cariño y solidaridad.

Desde complacer antojos, cubrirme en la oficina con mi carga de trabajo en los días de mayor malestar, hasta organizar un baby shower, se hicieron cargo de todo.

Llegado el momento, regrese a mi ciudad para los preparativos de la llegada de mi pequeña. El día del parto, por circunstancias de la vida, tampoco estuvo presente mi pareja y familia.

En la clínica tuve el apoyo de mi amiga Magaly, quien toda la noche se quedó a mi lado mientras me recuperaba de la cesárea. Me ayudo con la bebé, me daba la comida y me ayudaba a bañar. Todo había salido muy bien, la bebé muy saludable y yo recuperándome de la cirugía; sin embargo, una vez más me sentía sola y triste.

Con los años, tuve la posibilidad de resignificar ese proceso de gestación en qué me sentía sola y triste. En realidad siempre estuve en un útero, que me cuido y nutrió de afecto durante todo ese tiempo.

Un útero confirmado por mujeres maravillosas que el día de hoy deseo honrar: Margitt, Karima, Vigni, Magaly y por supuesto doña Eulalia que es mi madre.

Desde entonces sentí la necesidad de apoyar a las mujeres que se sentían solas durante el embarazo. Haber transitado ese camino, me sensibilizó ante la vida, el poder de los vínculos y el efecto del amor de las manada como un gran atractor.💗

Hello beautiful people of this community! For a change I'm running to tell you my stories, before midnight arrives.

To be honest, I'm not the most supportive of friends. I usually get lost for a while, but when I see my people again it's like a day hasn't gone by. And that's the power of bonds, that even at a distance they are maintained.

I have had many experiences of solidarity and care from my friends, but I didn't know how much they loved me until I found out I was pregnant.

At that time I was working in the interior of the country, and when I found out I was pregnant I didn't know how to process it, as my partner and family lived in another city.

At that time, my daughter's father had to leave the country to take care of a sick relative. Although I tried not to show my sadness, the first three months were very hard. Between the discomforts of pregnancy and processing everything that was happening to me, I felt abandoned and cried every day.

My mother accompanied me during the first three months of pregnancy; however, for health reasons she had to return to the city of Caracas. There I had to go through the pregnancy really alone.

At that moment, so special for a woman, and even more so for a first time, my partner and family were absent, I tried to hide the sadness and go ahead, always with the best disposition and smile that characterizes me.

During the whole pregnancy I felt very lonely, my whole biology was changing and I had no one to unburden myself to. My ties were far away, and I could not return to my city until the eighth month of pregnancy because of the work I was doing.

For the first time I opened up with sincerity and recognized that I needed help and above all, support. So I told my coworkers about the hard time I was going through.

To my surprise, my coworkers became my sisters and friends, giving me deep affection and solidarity.

From indulging my cravings, to covering my workload in the office on the days of my greatest discomfort, to organizing a baby shower, they took care of everything.

When the time came, I returned to my city to prepare for the arrival of my little girl. On the day of delivery, due to life circumstances, my partner and family were not present either.

At the clinic I had the support of my friend Magaly, who stayed by my side all night while I was recovering from the cesarean section. She helped me with the baby, gave me food and helped me bathe. Everything had gone very well, the baby was very healthy and I was recovering from the surgery; however, once again I felt lonely and sad.

Over the years, I had the possibility of resignifying that gestation process in which I felt lonely and sad. In reality I was always in a uterus, which took care of me and nurtured me with affection during all that time.

A womb confirmed by wonderful women that today I want to honor: Margitt, Karima, Vigni, Magaly and of course Mrs. Eulalia who is my mother.

Since then I felt the need to support women who felt alone during pregnancy. Having traveled that road, I became aware of life, the power of bonds and the effect of the love of the herd as a great attractor.💗

• Translated with DeepL.com(free version)/ Traducido con DeepL
• All photos are from My personal álbum/ todas las fotos son de mi álbum personal.
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