Continuando con los cuidados.

El día de ayer tuve la oportunidad de visitar una montaña que se encuentra prácticamente en medio de la ciudad, y curiosamente jamás la había visitado anteriormente, no tengo idea del porqué, simplemente pasó y ya, puede ser que por descuido o porque no le he dado la importancia que se debe, al competir con otra montaña llamada Cerro de San Juan, la cual es aproximadamente 5 veces más difícil de subir y con una vista mucho más impresionante, bueno, es difícil competir contra los grandes.

Pero ahora que me encuentro en una situación muy diferente a años anteriores, ya que aún sigo lidiando con lo de la presión alta, necesito buscar opciones para seguir ejercitándome y mejorando mi estado de ánimo y salud, la cuestión es que poco a poco voy aprendiendo a cuidar mejor de mi salud, entendiendo qué ejercicios puedo hacer y cuales están fuera de la ecuación sin siquiera pensarlo.

Así fue que decidí ir al Cerro de la Cruz, a pesar de ser una montaña localmente se les llama "cerro" incluso a la otra montaña que es parte de la sierra de San Juan, en donde me han dicho que han visto peyotes ahí, algo que confirmaré más adelante cuando me encuentre en mejores condiciones para resistir la subida.

El Cerro de la Cruz.

Respecto al Cerro de la Cruz, al estar casi en medio de la ciudad podemos tener una vista de 360 grados, una panorámica hermosa y llena de color al ver esos verdes increíbles de la naturaleza gracias a las intensas lluvias que renuevan nuestras energías, y en ocasiones miedos a las inundaciones, pero seamos positivos.

El Cerro de la Cruz se caracteriza por tener un aspecto tipo pirámide cuando se observa desde la distancia, así que aunque hay veredas por las que los más experimentados pueden subir casi en línea recta, el camino oficial y seguro es en una espiral alrededor del cerro, lo cual genera la vista en 360 como les mencioné anteriormente.

El clima de ayer era nublado, con una temperatura apropiada para hacer el ejercicio, no es que haya subido corriendo porque en serio, debo ir con calma cuando se trata del esfuerzo, lo que no podía faltar era mi taza de café, descafeinado por supuesto, pero tenía que compartirlo con ustedes.

El camino

Durante el trayecto de ascenso podemos disfrutar de un agradable camino empedrado, bien diseñado y cuidado por el que incluso pueden subir vehículos casi hasta la cima, algo que por obvias razones no está disponibles para todos ya que en la parte baja se encuentra una caseta de la policía controlando el acceso, algo que agradezco mucho ya que los seres humanos somos destructivos cuando se nos dan todas las facilidades.

No soy experto en fauna local, sin embargo pude observar muchas plantas diferentes que no he visto en otras zonas de la ciudad, así que supongo que deben ser plantas únicas y que se deberían de documentar, así que la próxima vez que suba hasta la cima llevaré mi equipo fotográfico para hacer unas buenas fotografías de detalle, además escuché el canto de muchas aves y también las pude observar, algo que fue muy liberador para mi alma.

La cima, de ahí su nombre.

Cuando llegamos a la parte superior lo primero que brinca a la vista son éstas estructuras, cruces y el cristo observando la ciudad, independientemente de que seas creyente o no, no solo de la religión cristiana o católica, sino de cualquier religión o creencia que tengan las personas de los diferentes lugares que visitas, lo moral nos dice que deberíamos respetar esas creencias, y en mi caso que amo mis fotografías como nadie más lo hace, amo hacer fotografías de esos monumentos porque dice mucho de la ciudad y sus personas.

Así que abiertamente lo digo, todo depende del punto de vista del observador, si lo ves como un acierto o como una ofensa es porque tú eres quien tiene los problemas internos, para mí este es un sitio al que vale la pena regresar mejor preparado para hacer una mejor fotografía, incluso una selfie bien hecha para poner en mi pared aunque no la comparta con nadie más, al final de cuentas comparto por compartir y pasar un buen momento, no por buscar aprobación.

Y ahora que recuerdo, todo el camino tiene símbolos de cruz por todas partes, así que probablemente me sumerja en la lectura y la investigación para entender mejor el sitio al que estaré acudiendo para hacer ejercicio durante las próximas 4 semanas.

El descenso.

Bajar es mucho más sencillo que subir, sobre todo cuando llega la lluvia y no estás preparado para estar en la naturaleza sin protección y expuesto a los rayos que al menos en esta ciudad son constantes en cada una de las lluvias que llegan a la ciudad.

Otras personas que asisten regularmente o con mejores habilidades para prepararse ante cualquier situación, llevan sus paraguas para cubrirse de la lluvia, algo que seguramente haré la próxima vez para así evitar daños a mi cámara fotográfica ya que como les digo, planeo hacer algunas fotografías que en mi mente incluso ya están hechas.

A pesar de que me considero un buen observador, no vi o no le presté la suficiente atención a ésta estructura, claro que el encuadré debe de ser diferente y la luz también para conseguir una mejor fotografía pero como les digo, eso será en la próxima vez, pude hacer zoom digital con el celular, o recortar la imagen pero no estaría satisfecho personalmente con el resultado, por más que lo intento no puedo dejar de ver las claras diferencias entre fotografía con celular y una un poco más profesional, hasta pronto.