Concurso de literatura La Abeja Obrera. 7ma. edición / La Cascada
Ya había pasado un tiempo desde que Alejandro había sido visitado por Wolper, y por alguna razón sentía deseo de volver a ver a este curioso animal.
Entonces una mañana de domingo decidió salir de expedición con su fiel Nerón, empacó provisiones para un par de días y se adentraron al bosque.
Buscaron en las zonas aledañas a la madriguera, por donde lo habían conseguido la primera vez pero no dieron con él. Así que le ordenó a Nerón que siguiera su rastro.
Nerón como perro fiel siguió su orden, y luego de olfatear en algunos lugares comenzó a ladrar y a correr a través de los árboles. Alejandro lo seguía a su paso, pero el peso de los años no le permitía continuar a la velocidad en la que iba Nerón, así que hubo un momento en el que tubo que detenerse porque le faltaba el aliento.
Nerón corría feliz, Alejandro admiraba el brillo de su pelaje dorado, sonreía y recordaba las aventuras de Nerón, lo tenía desde cachorrito y en más de una oportunidad, este hermoso golden retriever, le había demostrado su fidelidad, incluso alguna vez se enfrentó a varios perros que querían atacar a su dueño, Alejandro esa vez admiró du coraje y valentía y juró que jamás lo abandonaría.
Alejandro se levantó del tronco donde estaba sentado y continuó caminando, en unos minutos Nerón se le perdió de vista por lo que comenzó a llamarlo y a silbarle como lo hacía cada vez que Nerón se adelantaba cuando iban de cacería. Le silbó varias veces, y se extrañó de no escucharlo, se comenzó a sentir ansioso de no verlo y en eso apareció con su energía vibrante característica. De repente Nerón desapareció de su vista, y él corrió hasta la cima de la ladera donde su amigo fiel había desaparecido, lo llamó varias veces y no lograba escuchar a su golden, de repente se dio cuenta de que había un hueco con hojas encima, una especie de tobogán de piedra lisa, y por ahí se lanzó a rescatar a su hermoso Nerón.
Ese tobogán le parecía interminable, y aunque sentía cierto temor por la incertidumbre de a dónde se detendría su temor de perder a Nerón era más fuerte, Nerón era su única familia y pensar en perderlo le robaba el aire...
Al fin aterrizó, era una especie de cueva semioscura, comenzó a caminar y a silbarle a su amado Nerón, al fin lo vio, Nerón corría feliz a su encuentro, la vida le volvió a Alejandro, en un instante su mente se calmó y su corazón dejó de sentirse acelerado. Ahora sólo quedaba la pregunta: ¿A dónde estamos?
La salida de la cueva coincidía con la caída de una hermosa cascada, Alejandro se dio cuenta de que ya el día estaba llegando a su fin, agradeció a Dios el estar con su fiel Nerón, acamparon a un lado del río y por fin sintió hambre, la ansiedad de cómo había transcurrido el día le había robado el apetito, pero ahora que estaba en calma podía sentir cómo su estómago le reclamaba su inanición. Comieron hasta hartarse y al poco rato se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente, comenzó a contemplar el hermoso paisaje, disfrutaba de la felicidad de Nerón, Alejandro era un hombre de gustos sencillos.
No fue hasta que miró el río que se dio cuenta de que los animales eran realmente extraños, quería pescar algo pero cayó sentado al darse cuenta de lo que había en el agua, una especie de pez-cocodrilo,frotaba sus ojos pensando que aún estaba dormido, pero no; esa imagen que parecía surrealista no le permitía salir de su asombro, creyó que había visto todo en su vida hasta que vio como corría un caballo al otro lado del río, pero no era cualquier caballo, parecía un caballo extranjero de un planeta lejano.
Alejandro sentía que estaba soñando, su mente iba a mil por segundo, había toda cantidad de animales extraños; cuando miraba hacia donde estaba Nerón, vio que se le acercó algo similar a un perro pez flotante.
Alejandro estaba boquiabierto,no podía creer todo lo que veía, no sólo lo veía, estaba extasiado de tanta belleza en esos animales tan extraños. Pensó que no comería, no podría cazarlos, entonces le dijo a Nerón: ¿Cómo volveremos a casa?
Se levantó, recogió sus cosas, pensó que lo mejor era comenzar a buscar el camino a casa mientras estuviera de día, y aunque no tenía idea por dónde seguir, se pusieron en marcha...
Después de caminar largo rato, y ya pasado el mediodía, Nerón comenzó a ladrar y a correr, alejándose nuevamente de Alejandro, éste trataba de alcanzarlo pero sentía hambre, la fatiga le restaba fuerzas, siguió adelante pero a su ritmo, silbando cada vez para que Nerón supiera donde estaba. Nerón se había detenido y meneaba la cola de alegría, en eso Alejandro vio a Wolper y sonrió.
Nerón seguía a Wolper, y éste le indicaba el camino a casa.
Si quieres saber más de Wolper puedes leerlo aquí.
Me gustó mucho tu fantástica historia. Suerte en el concurso.
Muchas gracias @nellyhope, me hace muy feliz saber eso, yo también lo disfruté al escribirlo. 😊
La entrada en la cueva me recordó a Alicia en el país de las maravillas, la escena cuando entra detrás del conejo. Fabulosa tu historia a la que mezcla con una anterior.
Muchas gracias @jesuspsoto 😊
Muy bella tu historia, un mundo mágico con criaturas maravillosas. Me dejaste intrigada con Wolper, ya lo voy a averiguar. Un abrazo
¡Muchas gracias @popurri!
Muy interesante tu historia. Llena de estas bellas criaturas fantásticas. Suerte en el concurso.
Muchas gracias @chacald.dcymt
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Image by barbara-orenya
Muchas gracias por el apoyo @cccf!
Me ha gustado leer tu historia y Wolper es genial! Saludos! :-)
Muchas gracias @romanie! Qué bueno que conociste a Wolper:-)