Muletilla de la Muerte 🩸🚙
Tengo que llamar a Karla. Era la segunda vez que escuchaba esas mismas palabras.
—Me estoy muriendo...
Un susto me revive. Estoy parado y detenido mientras le veo una de las caras a la muerte y supuse que, en su clemencia, sería la frialdad la que consumiría aquellos momentos, pero no, fue la áspera tibieza lo que invadía con resignación el último hálito de Javier y de Karla.
No hay nada más frío y cruel que lo tibio. En el tono de sus voces ya no había dolor, pero sí sorpresa, mas el único aturdido fui yo y eso se debía a aquella simpleza con la que aseguraron que se les avecinaba la muerte.
Ella conduce sin nada de destreza, está alterada y no me dice a qué se debe su disociación. Trato de calmarla, pero grita con furia y hace berrinches debido al alcohol que atiborra sus venas.
Fuente 1
En un extraño giro del destino, la camioneta viró y no debido a la embriaguez. Fue un caucho el que explotando hacía perder el control del vehículo que salía de la carretera bruscamente y comenzaba a desarmarse en la inclinada pendiente por donde las piedras y arboles iban arrebatándole fierros al automotor.
Durante aquellos golpes y vueltas, justo antes del impacto final contra un muro formado por grandes rocas, salgo expulsado por la ventana del auto. Jamás pierdo la conciencia y veo cómo la camioneta termina chocando fulminantemente contra la parte final de la montaña.
Sale mucho humo. Salgo corriendo lentamente arrastrando un pie y veo a Karla sujetada todavía al cinturón de seguridad, sin ningún rasguño. Todos los vidrios que tiene el carro están rotos, pero los lentes que usa para manejar están intactos. Todo el metal yace doblado, pero a ella no se le ven contusiones.
Voy desesperado hacia los restos de la van y saco el cuerpo de Karla con cuidado. Ella está mareada y confundida. Me mira y al verme lleno de sangre me pregunta sobre lo que pasó.
Fuente 2
—¿Estás bien? ¿Te duele algo? —la veo sin ningún rasguño y me salta la duda, porque yo sí tengo esquirlas de vidrio y de hierro clavadas en el cuerpo y también tengo fracturado el tobillo.
—¿Qué pasó? No recuerdo nada. ¿Por que estás sangrando? —me pregunta ella, aún estando confundida.
Recuesto en el suelo a Karla tras no creer que está a salvo tras semejante volcamiento. Estamos muy lejos de la vía principal de la autopista como para que alguien se dé cuenta que hemos sufrido un grabe accidente.
—Tenemos que pedir ayuda. No te vayas a mover, Karla. Voy a tratar de llegar a la carretera para pedir auxilio.
—Lo siento. No debí molestarme contigo, ni gritarte.
—Eso ya no importa. Lo importante es que estamos bien y que no nos paso casi nada. —miro la colina que tengo que subir y sé que voy demorar bastante con la lesión que presento, pero no quiero que Karla se mueva.
—No te preocupes, Miguel. Voy a estar bien.
—Lo sé. Ya vuelvo. ¿Segura que te sientes bien?
—Sí... Espera un momento. No, mentira, no lo estoy. Me estoy muriendo.
Y veo a Karla decir eso sin mostrar ningún ápice de dolor, sin quejarse nada, sin gritar, ni murmurar otra palabra además de esa advertencia de despedida. No se desesperó y estoy seguro que no era que disimulaba su agonía, sino que súbitamente sintió que se iba y sus últimas fuerzas le sirvieron para decirme que el único que estaba a salvo era yo.
Son sólo 9 segundos interminables en que nada más veo cómo sus pupilas se van dilatando, mientras mira a la nada que está antes de las estrellas y se va irguiendo sin resistirse a su fin. Su voz se terminó apagándose en aquella última frase que escuché por segunda vez en mi vida.
Fuente 3
Recuerdo inmediatamente a Javier, a quien hace años llevé al hospital tras recibir un disparo en el abdomen y sí sobrevivió. Él, quien sí estaba lleno de sangre, quien sufrió muchas contusiones cuando trataron de robarle un cilindro de gas doméstico y estaba agonizando tirado en el piso de un hospital público a la par de cuerpos muertos, me dijo exactamente lo mismo... "me estoy muriendo", pero sí pudo sobrevivir.
Mi mente se desdobla al comparar las dos inverosímiles y contradictorias despedidas y veo cómo el único símil fue la tibieza que tuvieron para advertirme de sus finales éxodos, diciendo sin gritos, furias, rabias o temores, que se iban de este extraño mundo.
Me estoy cepillando y aún tengo miedo. Tengo que llamar a Karla y decirle que por un tiempo no salgamos de noche, porque no quiero que la pesadilla se vuelva real.
P.D.: La breve historia de Javier es cierta y la historia de Karla fue la descripción más fiel con la que di para narrar el sueño que tuve esta madrugada con una amiga que se llama así.
PRESS HERE FOR ENGLISH VERSION
I have to call Karla. It was the second time I heard those same words.
-I'm dying...
A fright revives me. I stand and stand still while I see one of death's faces and I assumed that, in its clemency, it would be coldness that would consume those moments, but no, it was the harsh warmth that invaded Javier and Karla's last breath with resignation.
Nothing is colder and crueler than lukewarmness. In the tone of their voices there was no more pain, but there was surprise, but the only one stunned was me and that was due to the simplicity with which they assured that death was approaching.
She drives without any dexterity, she is upset and does not tell me what is the reason for her dissociation. I try to calm her down, but she screams furiously and throws tantrums due to the alcohol that crams her veins.
Fuente 1
In an odd twist of fate, the van swerved and not due to drunkenness. A rubber was exploding and causing the vehicle to lose control, leaving the road abruptly and starting to fall apart on the steep slope where rocks and trees were snatching iron from the vehicle.
During those bumps and turns, just before the final impact against a wall formed by large rocks, I was thrown out of the window of the car. I never lose consciousness and I see how the truck ends up crashing witheringly against the end of the mountain.
Smoke is billowing out. I run out slowly dragging one foot and see Karla still holding on to the seat belt, without a scratch. All the glass in the car is broken, but the glasses she wears to drive are intact. The metal lies bent, but no bruises are visible on her.
I desperately go to the wreckage of the van and carefully pull Karla's body out. She is dizzy and confused. She looks at me and seeing me covered in blood asks me about what happened.
Fuente 2
-Are you all right, are you in any pain? -I see her without any scratches and I wonder, because I do have shards of glass and iron stuck in my body and I also have a fractured ankle.
-What happened? I don't remember anything. Why are you bleeding? -she asks me, still confused.
I lay Karla on the ground, not believing that she is safe after such a rollover. We're too far from the main highway road for anyone to notice that we've been in a serious accident.
-We have to call for help. Don't move, Karla. I'm going to try to get to the highway to call for help.
-I'm sorry. I shouldn't have bothered with you, or yelled at you.
-It doesn't matter anymore. The important thing is that we are fine and that almost nothing happened to us. -I look at the hill I have to climb and I know it's going to take me a long time with the injury I have, but I don't want Karla to move.
-Don't worry, Miguel. Voy a estar bien.
-I know. I'll be right back. Are you sure you're feeling okay?
-Yeah... -Yeah... Wait a minute, wait a minute. Oh, no, I'm not, I'm not. I'm dying.
Y I see Karla say that without showing any hint of pain, without complaining at all, without screaming, or muttering another word besides that parting warning. She didn't despair and I'm sure it wasn't that she was hiding her agony, but that she suddenly felt herself leaving and her last strength served her to tell me that the only one who was safe was me.
It is only 9 interminable seconds in which I can only see how his pupils are dilating, while he looks at the nothingness that is before the stars and he is getting upright without resisting to his end. Her voice ended up fading in that last sentence that I heard for the second time in my life.
Fuente 3
I immediately remember Javier, who years ago I took to the hospital after being shot in the abdomen and he did survive. He, who was indeed full of blood, who suffered many contusions when they tried to steal a domestic gas cylinder from him and was in agony lying on the floor of a public hospital next to dead bodies, told me exactly the same thing..... “I am dying”, but he did survive.
My mind unfolds as I compare the two implausible and contradictory farewells and I see how the only simile was the lukewarmness they had in warning me of their final exodus, saying “I'm dying”, “I'm dying” and “I'm dying”.
I'm brushing myself and I'm still scared. I have to call Karla and tell her not to go out at night for a while, because I don't want the nightmare to become real.
P.S.: Javier's brief story is true and Karla's story was the most accurate description I gave to narrate the dream I had early this morning with a friend who goes by that name.
me recuerda a una canción pero todo cambio x un choque por revisarle el celu xD !! aun así que difícil debe ser decir eso: estoy muriendo con toda tranquilidad. Y peor para quien sobrevive recordar eso por el resto de su vida.....
que el punto terrorífico está allí en como en el sueño, como en la vida real dijeron esa frase de manera tan simple y sin mostrar nada de terror o de dolor. Fue lo que me inervó y dio de qué pensar.
un sueño muy feo, hola
no me suelen ocurrir, pero sí se cuela uno que otro de vez en cuando.
Dicen que si cuentas un sueño no se cumple, es horrible tener ese tipo de pesadillas tan reales donde muere gente que uno quiere. Con lo de tu otro amigo Javier, qué bueno que se salvó. Me gustó mucho tu relato @miguelmederico 🤗.
en mi caso, jamás se cumplen y pocas veces tengo esos tipos de sueños. Lo otro que es curiosos es que es inusual que me acuerde tan detalladamente de los sueños como en esta oportunidad. Por ello fue que fui capaz de escribirlo e inmediatamente recordar la otra anécdota que sí sucedió. Un abrazo
Un relato turbio... la verdad. Y el miedo justificado. Otro buen relato @miguelmedina69
Saludos
Pues me desperté inmediatamente a escribirlo, a dejar por sentado la dualidad de esa muletilla tan aterradora y hacer un contraste de la tranquilidad previa a la parca en la agonía, que creo que fue lo que me causó mayor incomprensión
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Que sueño 😁!!!, pero sirvió para una historia interesante, que tengas muchos más así 😝🤣✌️. Estuvo genial, Saludos
el terror que viví en el sueño fue más psicológico, esa inmediata comparación fue a la que se aferró mi mente cuando escuché esa frase, fue un viaje inmediato a esos momentos en que un alma se escapa de su recinto. Un abrazo
El subconciente a veces nos hace esas cosas une momentos con otros
Un sueño premonitorio. Sea o no verdad hay que tener cuidado cuando tenemos este tipo de sueños, la vida tiene una mística que pocos entienden.
Gracias por compartir tus historias de sueños premonitorios.👻
Un excelente día con mucho escalofrío.
Sí, mis sueños de este estilo casi nunca se cumplen (gracias a Dios), pero coincido contigo es lo de estar atento a lo que ocurre. Me sirvió para escribir y recordar esos dos instantes para equipararlos.
Ay..me dios escalosfrios saber que fue un sueño que tuviste. A veces, tengo sueños así, con gente que aprecio y me da miedo que se cumpla...
Estos no se cumplen cuando los cuento, jeje, en realidad no tengo muchos, pero los que he tenido de este tipo no se cumplen. Sustos que dan sustos