¿Eres un Villano Dormido?
He sido el villano en muchas historias mal contadas, pero a veces me ha tocado ser el villano en una historia contada por mí mismo. Es que resulta imposible que el libre albedrío no te conduzca, en alguna ocasión, a dañar a otra alma, así sea por descuido, por olvido, o sin ninguna mala intención.
Te conviertes, de pronto y sin premeditación, en verdugo. Primero lo eres para ti mismo y luego vas contagiando a los demás con alguna herida que causas con determinación, o sin que te des cuenta.
El ingenio de Albert Einstein devengó en la creación de la bomba atómica y su propósito era el máximo bienestar de la humanidad. Por su parte, Alfred Nobel inventó la dinamita con un propósito diferente al que fue usada y todo terminó en una hecatombe de muertes, guerras y destrucción de lo que no debía demolerse.
Hay un refrán que dice que los peores inventos de la historia se han hecho con las mejores intenciones del mundo. No estamos exentos de que nuestros actos benévolos terminen del lado maligno del mundo.
Habrá un daño colateral permanente que no siempre somos capaces de determinar en nuestro andar. El mal está aprovechándose del bien todo el tiempo y es imposible ver todo el daño que hacemos, incluso cuando tratamos de salvar a otra persona.
Einstein jamás pudo reponerse de lo que su bienintencionada voluntad le generó a los humanos. Dicen que sus últimos años de vida fueron una pesadilla y que no podía estar tranquilo, porque comprendía que aquella brillante idea fue usada para que aquella brillante idea apagara a muchas vidas.
La reflexión es netamente para quienes estamos descuidados, pero no por ser ignorantes del acontecer diario, sino porque no nos fijamos que las alevosías ajenas están presentes y son peligrosas.
Si ya tu obras mal por conveniencia o adredemente, ni te imaginas todo el mal que pueden desencadenar tus fechorías, así que este texto no es para ti.
Los buenos somos más, pero no siempre estamos atentos a lo que hacen los inescrupulosos. ¿Es suficiente, entonces, estar prevenido frente a las cosas que hacemos con ánimos de ayudar al prójimo? La culpa estará allí, esperando el momento perfecto para atormentarnos y carcomernos mediante la valentía, abuso, o descaro de una víctima o de un violador de esa buena voluntad.
Alfred Nobel, sintiéndose muy mal por lo que había ocasionado su invención, dejó su herencia para que fuese utilizada y que así anualmente recompensaran a aquellos que habían hecho contribuciones destacadas en campos como la física, química, medicina, literatura y paz. Alguna vez, incluso, en 1921, otorgaron el Nobel de la física a Einstein.
El bien siempre va a inspirar al bien y también al mal, pero uno debe hallar la forma de que los demonios que estén sueltos no triunfen, así desvirtúen las glorias que ellos transforman en pecados.
Hablamos de dos genios traicionados por la humanidad y cuyos inventos han causado mucha desidia, aun en estos tiempos. Dos hombres que cambiaron la vida de todos los habitantes de este mundo para siempre, y que eran buenas personas, y que eran millonarios.
Uno de ellos jamás pudo recuperarse de la culpa. El otro creó el Premio Nobel que otorga 1 millón de dólares a cada ganador por sus buenas causas. He acá dos espíritus que se dieron cuenta de las catástrofes que no le pertenecían del todo, pero que aun así los perturbaban. Alguien de ellos no consiguió redimirse y el otro sí.
Debe sentirse raro convertirse en un villano por algo que uno hizo bien, o ser un malhechor porque alguien cree que lo fuiste y cree en ello simplemente porque observan que con tus buenas acciones, otros están causando estallidos en tu nombre.
¿Y qué hice mal yo? Sinceramente, nada. Todo lo he hecho bien y procurando ayudar... aunque eso mismo pensaron Einstein y Nobel.
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I have been the villain in many a badly told story, but sometimes I have been the villain in a story told by myself. It is impossible that free will does not lead you, on some occasion, to harm another soul, whether by carelessness, forgetfulness, or without any bad intention.
You become, suddenly and without premeditation, an executioner. First you are one for yourself and then you infect others with some wound that you cause with determination, or without realizing it.
The ingenuity of Albert Einstein led to the creation of the atomic bomb and its purpose was the maximum welfare of mankind. On the other hand, Alfred Nobel invented dynamite for a different purpose than the one for which it was used, and everything ended in a hecatomb of deaths, wars and destruction of what should not be demolished.
There is a saying that the worst inventions in history have been made with the best intentions in the world. We are not exempt from having our benevolent acts end up on the evil side of the world.
Our actions will have permanent collateral damage that we are not always able to determine as we go about our business. El mal está aprovechándose del bien todo el tiempo y es imposible ver todo el daño que hacemos, incluso cuando tratamos de salvar a otra persona.
Even Einstein was never able to recover from what his well-intentioned will generated in humans. People say that his last years of life were a nightmare and that he could not be calm, because he understood that that brilliant idea was used to extinguish many lives.
This reflection is clearly for those of us who are careless, but not because we are ignorant of the daily happenings, but because we do not notice that the treachery of others is present and dangerous.
If you already do wrong for the sake of convenience or for the sake of evil, you can't even imagine all the evil that your misdeeds can unleash, so this text is not for you.
The good ones are more, but we are not always attentive to what the unscrupulous do. Is it enough, then, to be forewarned of the things we do in the spirit of helping others? The guilt will be there, waiting for the perfect moment to torment and eat away at us through the bravery, abuse, or brazenness of a victim or a violator of that good will.
Alfred Nobel, feeling very bad about what his invention had occasioned, left his inheritance to be used to annually reward those who had made outstanding contributions in such fields as physics, chemistry, medicine, literature, and peace. Once, even in 1921, the Nobel Prize for physics was awarded to Einstein.
The good will always inspire the good and also the evil, but one must find a way to prevent the demons that are loose from triumphing, thus distorting the glories that they transform into sins.
We speak of two geniuses betrayed by humanity and whose inventions have caused much neglect, even in these times. Two men who changed the lives of all the inhabitants of this world forever, and who were good people, and who were millionaires.
One of them could never recover from the guilt. The other created the Nobel Prize that awards $1 million to each winner for their good causes. Here are two spirits who became aware of catastrophes that did not belong to them, but still disturbed them. One of them did not manage to redeem himself and the other one did.
It must feel strange to become a villain for something you did right, or to be a wrongdoer because someone thinks you were and believes in it simply because they observe that with your good deeds, others are causing outbursts on your behalf.
¿And what did I do wrong? Honestly, nothing. I've done everything right and trying to help... although that's what Einstein and Nobel thought.
Posted Using InLeo Alpha
Excelente reflexión, que cobra mucha pertinencia en estos tiempos. Conciencia de culpa semejante a lo sentido por Einstein ha debido tener Oppenheimer (algo se propone en el filme reciente, por cierto). Somos víctimas, u otras veces victimarios, de villanías impensadas. Saludos, @miguelmederico.
gracias, estimado. Claro que este tema a nivel histórico tiene mucha tela para cortar, añadiendo datos de relevancia sobre Oppenheimer y sobre la patente del invento de señor Nobel... Es un tema denso, pero tenía días pensando sobre cómo plasmarlo, iba a meter cosas personales, pero finalmente lo dejé como una reflexión abierta sobre cómo nos volvemos o nos vuelven verdugos.
Saludos, amigo.
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