Hola amigos de @Hive, especialmente a la comunidad de @HiveCuba, en el día de hoy paso por acá para hablarles de algo por lo que pasan los cubanos a menudos, pues ya esto se ha vuelto algo normal de nuestro día a día, les hablo de las salidas al extranjero, y estoy más que segura que sucede en más de un hogar, pues en casi toda la isla por cada vivienda falta un habitante que va dejando un espacio vacío en cada hogar y en cada corazón.

A cada año añoramos ese regreso y ese abrazo para que el vacío sane por unos días, pero al final, la partida nuevamente es inminente, convirtiéndose cada bienvenida y despida en un pequeño ciclo de vacíos, lágrimas y añoranzas. Las bienvenidas son alegres y más esos días en los que has esperado tanto tiempo por volver a ver a nuestros seres queridos, pero la despedida se vuelve tristeza, pues no sabes cuándo habrá otro reencuentro.

Cada uno de esos pocos días se aprovechan hasta el más pequeño segundo de cercanía, y de estar en familia todos juntos, todo el tiempo se va en contar anécdotas, nuevas experiencias y cosas vividas, que en el ajetreo de los días y con la pésima conexión de datos con la que contamos diariamente por acá, a veces se nos olvida contar, además en persona se cuenta mejor, ya que cada historia o anécdota puede terminar con una caricia, un abrazo o simplemente una mano en el hombro que dice "ahora todo está bien".

Sinceramente en mi caso, trato de aprovechar este poco tiempo al máximo, pues la verdad siempre es tiempo de calidad, dónde sentimientos como el cariño, el amor y la unidad familiar afloran a toda hora, haciendo de estos días, hermosos momentos para recordar y siempre llevar en nuestras mentes y corazones para poder sobrellevar los días de distancia y desapego, haciendo nuestra vida más llevadera lejos de los que amamos.

A todo se acostumbra uno, no es menos cierto, a esas idas y venidas, a videollamadas desde lejos, que por suerte ya existen, a los abrazos por cámara y a los besos a la distancia, pero la verdad que no hay nada como ese abrazo de carne, hueso y alma tan añorado después de mucho tiempo, abrazo que aunque no quieras te hace llover en los ojos, pues cuando se trata de la familia los sentimientos son verdaderos y genuinos, digo, no sé, al menos en la mía.

Compartir cada segundo de cercanía, cada momento, cada palabra, nos hace renovar energías y reconstituye nuestra alma para poder esperar y comenzar otro nuevo ciclo de distancia que llegará en pocos días, ya sea 7, 15 o 21 días, distancia que entre calles, ríos y mares, a cada año se vuelve más larga, pero nunca tan lejana, así que deja la tristeza, no decaigas, no flaquees, porque el amor hacia nuestros seres queridos es más grande y puede con todo, puede con esa añoranza, con esos mares y con esa distancia.......

Hello friends of @Hive, especially to the community of @HiveCuba, today I come here to talk to you about something that Cubans often go through, because this has become a normal part of our daily lives, I am talking about the departures abroad, and I am more than sure that it happens in more than one home, because in almost every house on the island there is a missing person who leaves an empty space in every home and in every heart.

Every year we long for that return and that embrace to heal the emptiness for a few days, but in the end, the departure is again imminent, turning each welcome and farewell into a small cycle of emptiness, tears and longing. Welcomes are joyful, especially those days when you have waited so long to see your loved ones again, but farewells become sadness, because you do not know when there will be another reunion.

Each of those few days we take advantage of even the smallest second of closeness, and of being in family all together, all the time is spent telling anecdotes, new experiences and things lived, that in the hustle and bustle of the days and with the lousy data connection that we have daily around here, sometimes we forget to tell, also in person is better told, since each story or anecdote can end with a caress, a hug or just a hand on the shoulder that says "now everything is fine".

Sincerely in my case, I try to make the most of this little time, because the truth is always quality time, where feelings such as affection, love and family unity emerge at all times, making these days, beautiful moments to remember and always carry in our minds and hearts to cope with the days of distance and detachment, making our life more bearable away from those we love.

One gets used to everything, it is no less true, to those comings and goings, to video calls from far away, which fortunately already exist, to hugs on camera and kisses from a distance, but the truth is that there is nothing like that embrace of flesh, bone and soul so longed for after a long time, an embrace that even if you do not want it makes it rain in your eyes, because when it comes to family feelings are true and genuine, I mean, I do not know, at least in mine.

Sharing every second of closeness, every moment, every word, makes us renew energies and reconstitutes our soul to be able to wait and start another new cycle of distance that will come in a few days, whether 7, 15 or 21 days, distance that between streets, rivers and seas, every year becomes longer, but never so far, so leave the sadness, do not decay, do not falter, because love for our loved ones is bigger and can with everything, can with that longing, with those seas and that distance.......