Pastel de Zanahoria Reactivador [ESP-ENG] | 5 minute FreeWrite

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Por un tiempo trabaje en un liceo como facilitadora en horas nocturnas, la mayoría eran adultos deseosos de recuperar el tiempo perdido, con sueños y nuevos proyectos que les exigía, un título académico.

Fue interesante esa época, pude ver mucho entusiasmo en sus inicios, unos se rindieron a la mitad del año, otros perseveraron, y tomando en cuenta que salían de sus trabajos directo al salón de clases, regresaban a sus casas pasadas las 10 de la noche, hombres y mujeres con familia, que por una razón u otra no pudieron concluir sus estudios, ahora de adultos, retomaban nuevamente aquella etapa que debió ser terminada en su momento.

Las exigencias y presión de nuevos puestos de trabajos, ascensos ganados por sus capacidades, necesitaban ser respaldados por un nivel académico comprobable, esto los impulsaba a continuar. Para ellos era agotador y exigente ya que debían sacar tiempo también para estudiar, preparar exposiciones y todo lo que el nivel de educación implicaba, para aquel entonces.

Había momentos en que se dormían en los pupitres, conversaba esto con los demás profesores que impartían otras materias, de lo agotador y sacrificado que era para ellos.

No se habló más del asunto y continuamos, pero personalmente tenía esa inquietud porque en ese ritmo de esfuerzo y sacrificio no rendían. Hasta que un día, una profesora de matemáticas llego con un gran pastel de zanahorias y una jarra de café, y planteo una dinámica de grupo antes de iniciar las clases, sin salirse de los parámetros exigidos por la zona educativa, lo planteo, gustó y desde ese momento se puso en práctica, consistía en describir su día de trabajo de una manera resumida y concreta, para que participaran todos.

Después venia una ronda de café con un buen pedazo de pastel de zanahoria, era algo liberador, bajaba el cansancio, se activaba el nivel de atención. Podrían decir que se debía al café o a los ingredientes del pastel, pero yo sabía que el solo hecho de interesarnos por sus trabajos y como se sentían, darles la oportunidad de soltarse un poco, los motivó y les ayudo a sentirse más a gusto.

Fue una especie de terapia que se repitió durante todo el periodo, variando solo la bebida no era que el pastel de zanahoria tuviera algo especial era que la profesora se especializo en ese sabor de torta y le quedaba muy bien, la verdad si tenía un toque especial, el amor con que lo preparaba diariamente.

Para el día de la graduación, cada uno dio palabras de agradecimiento, y la frase final dándole un toque de broma, fue y “Gracias al pastel de zanahorias nos pudimos graduar” fue una época inolvidable.