Sentir los placeres cotidianos nos invita a valorar la vida en toda su plenitud. Saborear un trozo de esta mágica fruta tropical nos refresca, sentir lo dulce de su pulpa o disfrutar de un batido de patilla alegra a nuestras células.

Se me hace agua la boca cuando veo el rojo brillante que por dentro me atrapa. Es una fruta que seduce y hasta aumenta la libido, por eso también es asociada con la sexualidad, con poderes afrodisíacos que aumentan el deseo sexual.

Soy amante de la patilla, me gusta comerla en la playa sintiendo la brisa del mar, escuchando las olas y viendo el azul que se pierde con el cielo mientras mis sentidos y mi palada gozan una fiesta de verano.

Siendo una fruta tan apetecible y seductora, esta fruta tiene propiedades hidratantes, rica en agua y vitaminas A y C, potasio, magnesio, licopeno y betacaroten, es baja en calorías, su alto contenido de antioxidantes ayuda a combatir la inflamación.

Para aprovechar al máximo sus propiedades lo mejor es consumir la fruta madura, porque además energéticamente nos potencia.

Una tizana sin patilla, no es una tizana, este concentrado líquido nos invita a degustar una explosión de sabores donde encontramos jugando los trozos de patilla, piña, cambur, melón, lechosa, manzana y hasta naranja, un deleite criollo, un néctar refrescante típico de mí amada Venezuela.

En el desayuno, como postre o simplemente un antojo saludable e irresistible que siempre se mantiene en mi dieta y en la de mi familia. Los invito a comer una rica y suculenta patilla.

Gracias por llegar hasta aquí y tomarte el tiempo para leer mi publicación, extiendo la invitación a @yamilar04 para que concurse esta semana y nos comparta sus experiencias, anécdotas y gustos.