A lo largo de la vida, he aprendido que hemos sido diseñados como seres sociales, lo que implica que las relaciones interpersonales son fundamentales para crecer como individuo, hablando específicamente de las áreas social, familiar, religiosa, entre otros.

Partiendo de ello, no es sorpresa que nos relacionemos constantemente con personas que terminan llagando a nuestras vidas con un propósito claro y definido, algunos generan una influencia positiva, nos motivan o nos conducen para que seamos capaces de alcanzar nuestra mejor versión, son ese tipo de persona que nos alientan y pos brindan esa mano amiga para salir adelante. Sin embargo, también encontramos la parte opuesta, hablando de esas personas negativas que se convierten en un obstáculo y que nos impiden alcanzar nuestros objetivos.

Pero tengamos presente que, en cualquiera de los escenarios, ambos generan una influencia en nuestro recorrido, algunos nos impulsan, mientras que otros nos detienen. Ahora bien, mediante estas líneas de escritura, me centrare en esas personas que son determinantes en nuestros recorridos, esas personas que se convierten en un punto de ignición que permiten acelerar los procesos de vida que desarrollamos.

Es por ello que, si coexistimos constantemente con este tipo de personas formamos una comunidad, y necesito que tomes en cuenta que no me refiero a un simple término sociológico representado por n grupo de personas que comparten un espacio. Por el contrario, estoy hablando del cúmulo de interacciones y comportamientos humanos que tienen un sentido y expectativas entre sus miembros, lo cual involucra acciones basadas en esperanzas, valores, creencias y significados compartidos entre las misma y que permiten que todos crezcan con un sentido de pertenencia y compañerismo.

En este sentido, cuando somos capaces de forjar este tipo de relaciones, nos damos cuenta que tenemos un apoyo incondicional cuando llegan los momentos difíciles, pero sobre todo celebramos el éxito del otro con alegría y con entusiasmo.

Partiendo de lo anterior, me atrevería a expresas que “cuando caminamos solos, puede que lleguemos más rápido, pero cuando lo hacemos como comunidad, estoy seguro que llegamos más lejos”. Si estudiamos este principio a profundidad, nos damos cuenta del valor y del poder de la comunidad, lo cual, sin duda, reside en las conexiones humanas que nos permiten enriquecernos, pero al mismo tiempo sostenernos los unos a los otros.

De modo que, a lo largo de las relaciones positivas de la comunidad, podemos establecer relaciones de amistad profunda que se forjan con el tiempo, con cada risa compartida y con cada palabra de aliento que recibimos. Sin duda, cuando estás relaciones son sólidas, nos permiten ser nosotros mismos, sin máscaras ni reservas y nos brindan un lugar seguro en medio del caos social.

Así que estimado lector, disfruta del poder de las comunidades y del poder permanecer a un círculo de ayuda mutua que nos hagas sentir bienestar, pero sobre todo sentirnos bien con nosotros mismos. Así que te pregunto, ¿Cómo te sientes en comunidad? Escribe al respecto desde la comunidad de #EmpoderarTalent y te esperamos los martes para llenarnos de buena vibra.

Throughout life, I have learned that we have been designed as social beings, which implies that interpersonal relationships are fundamental to grow as an individual, specifically in the social, family, religious and other areas.

Based on this, it is not surprising that we constantly relate to people who end up coming into our lives with a clear and defined purpose, some generate a positive influence, motivate us or lead us to be able to reach our best version, they are that kind of person who encourage us and give us that helping hand to move forward. However, we also find the opposite side, talking about those negative people who become an obstacle and prevent us from achieving our goals.

But let's keep in mind that, in any of the scenarios, both generate an influence in our journey, some drive us, while others stop us. Now, through these lines of writing, I will focus on those people who are determinant in our journeys, those people who become a point of ignition that allow us to accelerate the processes of life that we develop.

That is why, if we constantly coexist with this type of people we form a community, and I need you to take into account that I am not referring to a simple sociological term represented by a group of people sharing a space. On the contrary, I am talking about the accumulation of human interactions and behaviors that have meaning and expectations among its members, which involves actions based on shared hopes, values, beliefs and meanings that allow everyone to grow with a sense of belonging and companionship.

In this sense, when we are able to forge this type of relationship, we realize that we have unconditional support when difficult times come, but above all we celebrate each other's success with joy and enthusiasm.

Based on the above, I would venture to say that "when we walk alone, we may get there faster, but when we walk as a community, I am sure we get further". If we study this principle in depth, we realize the value and power of community, which undoubtedly lies in the human connections that allow us to enrich, but at the same time sustain each other.

So, through positive community relationships, we can establish deep friendships that are forged over time, with every laugh we share and every word of encouragement we receive. Indeed, when these relationships are strong, they allow us to be ourselves, without masks or reservations, and provide us with a safe place in the midst of social chaos.

So dear reader, enjoy the power of communities and the power of staying in a circle of mutual help that makes us feel good, but above all feel good about ourselves. So I ask you, how do you feel in community? Write about it from the #EmpoderarTalent community and we are waiting for you on Tuesdays to fill us with good vibes.