Muchas veces he mencionado que mi perspectiva de la vida, es verla como un largo y maravilloso viaje, es obvio que en ese recorrido llegara un punto donde el final se hace evidente y el solo pensar en ese momento generar una gran tención sobre mis hombros. Estoy seguro que se trata del miedo a lo desconocido a ese mundo que solo nos brinda la esperanza de saber que hay vida más allá de la muerte.

Sin embargo, no nos agobiemos por esos pensamientos, centremos nuestra atención en las estaciones que nos encontramos a lo largo del camino, donde nos detenemos y solemos disfrutar de un rico, café y de un hermoso paisaje, pero estamos conscientes que serán momentos efímeros y poco duraderos.

Bajo este enfoque tenemos que aprender a disfrutar de la vida, ya en la misma nos encontramos con ciclos que nos permiten despedirnos de la estación y empezar uno nuevo recorrido, en otras palabras, el salir de una de esas estaciones es como terminar de leer un libro, donde cada capítulo no ha dejado una nueva enseñanza. De modo que nos vemos en la obligación de cerrar el libro, pero no lo hacemos con tristeza, sino con la disposición de agradecer por cada conocimiento adquirido.

¿Te resulta familiar lo que digo?, te aseguro que sí, ya que nuestra vida se mueve en función de esas etapas que de apoco vamos cerrando y que nos permiten crecer y desarrollarnos como individuo. Metafóricamente podría decir que la vida es como un cultivo, donde plantamos las semillas, la regamos y esperamos a que crezcan. Sin duda, un día tendremos que recorrer los frutos y eso sucede cuando la cosecha ha alcanzado su máximo esplendor.

En este punto ¿Qué harás? Es obvio que tienes que cerrar ese ciclo, recogiendo los frutos, limpiando el terreno para prepararlo para una nueva temporada, te aseguro que no nos aferramos, ya que ese jardín ha cumplido con su propósito. Lo mismo ocurre en nuestra vida, existen ciclos que se cierran y que dan lugar a cosas más grandes y maravillosas.

Por ejemplo, al graduarnos de cualquier nivel de educación, termínanos un ciclo de años de estudio, esfuerzo y preparación, donde vivimos momentos de estrés, alegrías e incluso tristezas, donde aprendimos conocimientos, pero sobre todo cultivamos amistades, en otras palabras, moldeamos nuestro carácter.

Sin embargo, si nos aferramos limitaríamos nuestro potencial y la oportunidad de seguir creciendo en el ámbito laboral, de modo que cerrar ese ciclo de la educación, nos permite abrirnos a una nueva etapa, el mundo laboral que nos es más que el lugar donde pondremos en práctica, todo lo que aprendimos. Aquí, es donde comienza un nuevo reto o un nuevo ciclo que debemos recorrer para disfrutar de las oportunidades que él nos brindará.

En este sentido, el final de un ciclo no significa olvidar el pasado, por el contrario, implica llevarlo con nosotros, ahora en forma de experiencias, de recuerdos que nos han convertido en quienes somos, de modo que nos hacemos consientes de las oportunidades de abrir nuevas puertas, que solo se da cuando cerramos aquellas que nos mantienen atados a lo viejo.

Es por ello que el nuevo comienzo, nos brinda nuevas experiencias y nuevos retos por explorar, donde desarrollamos nuevas capacidades y alcanzamos una nueva versión de nosotros mismos. Sin duda, tenemos que estar claros que todos los días cerramos ciclos, por ejemplo, al despedirnos de un amigo después de una grata charla, incluso al apagar la luz para irnos a dormir, Así que, cuando llegue el momento de cerrar un ciclo en tu vida, hazlo con valentía. Agradece por lo vivido y da el primer paso hacia lo nuevo. Y tu ¿cómo asumes el cerrar ciclos en tu vida?

Many times I have mentioned that my perspective of life is to see it as a long and wonderful journey, it is obvious that in that journey there will come a point where the end becomes evident and the thought of that moment generates a great tension on my shoulders. I am sure that it is the fear of the unknown to that world that only gives us the hope of knowing that there is life beyond death.

However, let's not be overwhelmed by those thoughts, let's focus our attention on the stations we find along the way, where we stop and enjoy a delicious coffee and a beautiful landscape, but we are aware that they will be ephemeral and short-lived moments.

Under this approach we have to learn to enjoy life, since in life we find cycles that allow us to say goodbye to the season and start a new journey, in other words, leaving one of these seasons is like finishing reading a book, where each chapter has left a new teaching. So we are obliged to close the book, but we do not do it with sadness, but with the willingness to be grateful for each acquired knowledge.

I assure you that it does, because our life moves according to those stages that we gradually close and that allow us to grow and develop as individuals. Metaphorically I could say that life is like a crop, where we plant the seeds, water them and wait for them to grow. Undoubtedly, one day, we will have to walk through the fruits and that happens when the harvest has reached its maximum splendor.

At this point what will you do? It is obvious that you have to close that cycle, picking the fruits, cleaning the land to prepare it for a new season, I assure you that we do not hold on, since that garden has fulfilled its purpose. The same thing happens in our life, there are cycles that close and give way to greater and more wonderful things.

For example, when we graduate from any level of education, we finish a cycle of years of study, effort and preparation, where we lived moments of stress, joys and even sadness, where we learned knowledge, but above all we cultivated friendships, in other words, we molded our character.

However, if we hold on we would limit our potential and the opportunity to continue growing in the workplace, so closing this cycle of education allows us to open ourselves to a new stage, the world of work, which is more than just the place where we will put into practice everything we have learned. This is the beginning of a new challenge or a new cycle that we must go through to enjoy the opportunities that it will give us.

In this sense, the end of a cycle does not mean forgetting the past, on the contrary, it implies taking it with us, now in the form of experiences, of memories that have made us who we are, so that we become aware of the opportunities to open new doors, which only happen when we close those that keep us tied to the old.

That is why the new beginning brings us new experiences and new challenges to explore, where we develop new capabilities and reach a new version of ourselves. Undoubtedly, we must be clear that every day we close cycles, for example, when we say goodbye to a friend after a nice chat, even when we turn off the light to go to sleep, So, when the time comes to close a cycle in your life, do it with courage. Be grateful for what you have lived and take the first step towards the new. And you, how do you assume the closing of cycles in your life?