COMO LA TORTUGA, LENTO PERO SEGURO [ESP - ENG]
Los actuales adelantos de la sociedad, nos han obligado a desencadenar un ritmo tan acelerado que en muchas ocasiones nos hacemos inconscientes del gran valor que representa el disfrutar de la vida. Sin duda, vivimos en un tiempo donde nos movemos a mil por hora, deseamos y aspiramos que todo sea rápido y en algunos casos instantáneos, esta sensación la reflejamos, al momento de solicitar una respuesta, de obtener algún resultado e incluso cuando nos disponemos a disfrutar de una comida.
Cuantos de los amigos que hoy me leen, han llegado a un restaurante y no les gusta esperar para que llegue la comida a la mesa, e incluso terminamos disgustándonos cuando nos hacen esperar por mucho tiempo, estoy seguro, que más de uno ha pasado por esta sensación. Lo triste de esto, es que la velocidad nos está consumiendo, y nos sigue empujando a correr sin parar, no obliga a olvidar que hay una gran belleza en la lentitud y en el hecho de disfrutar los momentos sin prisa.
Cuando pienso en lo maravilloso, de la lentitud, me doy cuenta de cuan valioso eran esas conversaciones profundas que solía sostener con mi padre, Él, en medio de su enfermedad aprendió a valorar los pequeños detalles, aprendió a disfrutar de la naturaleza, del canto de las aves, pero, sobre todo, aprendió que detrás de una gran historia cargada de sabiduría, podría proyectarse la sonrisa de sus hijos.
Me parece sorprendente, como el poder comprender estas cosas, nos hacen más sensibles, pues bien dicen que solo en medio de los duros procesos, podemos ver el gran valor de las cosas. A través de ese proceso duro que vivió mi padre, pudo comprender y enseñarnos que no importa si tardamos más en llegar a nuestro destino, porque el verdadero valor se encuentra en disfrutar del viaje, en sus palabras, sonaría algo como: “Hijos en el apuro solo queda en cansancio, tómense las cosas con calma”.
En consecuencia, amigo lentor, no permitimos que el bullicio de esta sociedad, que busca establecer hasta el ritmo al que debemos resonar nos envuelva, por el contrario, aprendamos a caminar como la tortuga, paso a paso, siendo constantes y seguros. Aprende a sentarte y disfrutar la mesa con tu familia, sin teléfonos de por medio, solo disfrutando de las sonrisas y del grato aroma de la comida, aprende a saborear cada bocado como si fuera el ultimo, ya que la vida no representa una carrera, sino un espacio que te prepara para comprender lo maravilloso de esta tierra.
Es tan determinante lo anterior, que te invito a que realices una pequeña evaluación en tu vida, detente por un momento, mira al cielo y disfruta de sus colores, si es en el atardecer te sorprenderás de las maravillas que tienes al frente, mejor aún ve al parque, disfruta de la naturaleza, del transitar de la gente, de la risa de los niños, del sol cuando irradia tus ojos, e incluso cuando tuesta tu piel.
Te puedo asegurar que es una experiencia que calma el alma, que equilibra nuestras emociones y que nos recarga de nueva, limpia y pura energía. Acaso ¿no es maravillosos esto?, estoy seguro que sí y un acto tan simple, nos recuerda que la lentitud es la oportunidad que tenemos para reconectarnos con esos maravillosos momentos y para recordar que la vida no es una carrera de fórmula uno, sino una serie de instantes que debemos atesorar.
Es por ello que pienso, que la lentitud no es nuestro enemigo, por el contrario, representa un aliando o más bien un regalo, que nos permite conocernos a nosotros mismos y en consecuencia valorar a los demás. Mediante esta, podremos aprender a reflexionar, a sentir y a disfrutar realmente de la vida.
Así que, en vez de correr al siguiente logro, te invito a detenerte y a disfrutar del camino que estas recorriendo, ya que cuando desaceleramos, descubrimos nuevas perspectivas, encontramos soluciones, disfrutamos el proceso y valoramos los resultados. Y tú ¿qué piensas de la lentitud? Puedes dejarme tu punto de vista en los comentarios o escribe algo más profundo en la comunidad de #EmpowerTalent.
ENGLISH VERSION
The current advances in society have forced us to unleash such an accelerated pace that in many occasions we become unaware of the great value of enjoying life. Undoubtedly, we live in a time where we move at a thousand per hour, we desire and aspire that everything is fast and in some cases instantaneous, this feeling is reflected at the time of requesting an answer, to obtain a result and even when we are about to enjoy a meal.
How many of the friends who read me today, have arrived at a restaurant and do not like to wait for the food to arrive at the table, and even end up getting upset when they make us wait for a long time, I am sure, that more than one has gone through this feeling. The sad thing about this is that speed is consuming us, and it keeps pushing us to run without stopping, it does not force us to forget that there is a great beauty in slowness and in enjoying the moments without hurrying.
When I think about how wonderful slowness is, I realize how valuable were those deep conversations I used to have with my father. He, in the midst of his illness, learned to value the small details, learned to enjoy nature, the singing of birds, but, above all, he learned that behind a great story full of wisdom, the smile of his children could be projected.
I find it amazing, how being able to understand these things, make us more sensitive, because they say that only in the midst of the hard processes, we can see the great value of things. Through this hard process that my father lived, he was able to understand and teach us that it does not matter if we take longer to reach our destination, because the true value is in enjoying the journey, in his words, it would sound something like: “Children in the rush only remains in tiredness, take it easy”.
Consequently, slower friend, we do not allow the hustle and bustle of this society, which seeks to establish even the rhythm to which we must resonate to envelop us, on the contrary, let us learn to walk like the turtle, step by step, being constant and safe. Learn to sit and enjoy the table with your family, without telephones in between, just enjoying the smiles and the pleasant aroma of food, learn to savor every bite as if it were the last, because life is not a race, but a space that prepares you to understand how wonderful this earth is.
I invite you to make a small evaluation in your life, stop for a moment, look at the sky and enjoy its colors, if it is at sunset you will be amazed at the wonders you have in front of you, better yet go to the park, enjoy nature, the passing of people, the laughter of children, the sun when it shines in your eyes, and even when it toasts your skin.
I can assure you that it is an experience that calms the soul, balances our emotions and recharges us with new, clean and pure energy. Isn't this wonderful, I'm sure it is, and such a simple act reminds us that slowness is the opportunity we have to reconnect with those wonderful moments and to remember that life is not a formula one race, but a series of moments to treasure.
That is why I think that slowness is not our enemy, on the contrary, it represents an ally or rather a gift that allows us to know ourselves and consequently to value others. Through this, we can learn to reflect, to feel and to really enjoy life.
So, instead of running to the next achievement, I invite you to stop and enjoy the road you are traveling, because when we slow down, we discover new perspectives, find solutions, enjoy the process and value the results. What do you think about slowing down? You can leave me your point of view in the comments or write something more profound in the #EmpowerTalent community.
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Hola Bernardo, la lentitud es hermosa, una herramienta que nos permite enfocarnos en el buen vivir, en tener el tiempo necesario para meditar, para ser existencialista y reflexionar sobre todas esas cosas que por vivir en un mundo agitado la mayoría de las veces dejamos ir, sin darnos cuenta de los momentos valiosos y aprendizajes que nos aguardan en cada uno de estos momentos.
Yo a través de los años me voy moviendo como una tortuga, porque lo disfruto, es parte de mi existencialismo y de mi minimalismo, y la verdad soy testigo vivo de los beneficios en salud mental, sabiduría y enfoque me he conseguido con ello.
Ojala mas gente se centrara en apreciar la belleza de la lentitud.
Saludos amigo, sin duda en medio de la lentitud es donde podemos apreciar la belleza de las pequeñas cosas de la vida. Sin duda, debemos aprender a disfrutar las cosas de manera lenta y determinada.
Apreciar lo lindo desde la pausa es la mejor manera de alcanzar la plenitud en nuestra vida.
Que bonito abordaje del tema
Gracias amiga, sin duda, desde la lentitud podemos disfrutar las pequeñas cosas de la vida y aprender a vivir en armonía con lo que tenemos y valoramos.