Hace tan solo poco tiempo que noté, cómo una sugerencia con intención de orden era o es capaz de transformar un bello momento en una amarga experiencia. Después de analizar las causas, encontré que toma mi vida he recibido órdenes y desafortunadamente las personas a mi alrededor desconocen cómo comunicarse sin caer en el mandato.

“Tú deberías”, al escuchar estas palabras de manera inconsciente mi estado de ánimo cambiaba, me predisponía con la persona y hasta terminaba con una actitud grosera (dependiendo de quien fuera y la confianza existente).

Muchas veces es con buena intención, me hacen saber su opinión o propuesta sin yo solicitarla, pensando que están aportando un bien. Mientras mi cerebro procesaba la información, mi cuerpo reaccionaba despreciando, restando importancia a lo que estaba escuchando. Luego me relajaba y encontraba lo sensible de la “Sugerencia” que era acertada. En ocasiones me negaba a seguirla solo por malcriadez y en otras hasta me cerraba a escucharlas.

Por otro lado, ya con un patrón de crianza establecido, la mejor forma que tenía de ayudar a otros era opinando y tratando de acomodar la vida de los demás. Partía de mis vivencias, las cuales compartía para que se vieran reflejados y no repitieran lo perjudicial.

Hasta que me di cuenta de que cada quien debe de vivir su vida como les parezca, aprendiendo de sus experiencias, porque estaba cayendo en lo mismo que tanto me molestaba.

Si me buscan para una recomendación, con gusto, la brindo desde lo más sincero de mí ser, puede ser un tema tan trivial como encomendar un buen restaurante en una zona determinada, hasta cómo reaccionar con una situación familiar.

Una anécdota que quiero compartir es que…

Una vecina cercana, a la que llegué a ver como una amiga, un día descubrió que su esposo le estaba siendo infiel. Las sospechas estaban latentes, el cambio para con ella y sus hijos fueron abismal en lo dañino, hasta el punto de ver afectada la alimentación porque el señor no hacía el mercado completo, no incluida la cantidad de proteína y verduras necesarias, por ejemplo, para suplir la quincena ni mucho menos el mes. Necesitaba distribuir sus ingresos en dos hogares.

La niña usaba unos zapatos que le quedaban pequeños para el colegio y a la salida la mamá la esperaba con unas sandalias para que se cambiara y pudiera caminar de manera cómoda hasta su casa. Estas acciones me llenaban de impotencia, la ayudé aportándole alimentos siempre y cuando ese señor no estuviese presente. También le daba dinero en efectivo para que pagara el pasaje hasta el colegio donde estudiaba su hija.

Los días viernes el señor se despedía hasta el domingo, decía que tendría que “Viajar por trabajo” y sus hijos pasaron años sin disfrutar de recreación, solo la que conseguían asistiendo a clases. En varias ocasiones los llevé a comer pizzas, helados, hamburguesas y hasta el cine. La niña era contemporánea con mi hija y se la llevaban de maravilla.

Una vez descubierta la doble vida, mi vecina lloró desconsoladamente. Estuvo por horas en mi casa tratando de hallar consuelo. Su familia, quien vivía en el interior del país, le ofreció hospedaje y le aseguraban alimentos y educación para todos. En ese momento vi como mejor opción y solución a sus problemas que ella y sus dos hijos se marcharan de esa casa donde ya no había amor ni respeto, y más si su familia (padres y hermanos) la estaban apoyando.

Transcurrieron varios días y esa mujer no paraba de llorar. Una noche me estaba enviando mensajes por el celular y yo respondía con sinceridad. Hasta que por equivocación o con intención me llegó un mensaje que ella estaba enviando a su hermana donde decía…”Lis quiere que me separe de XXX (su esposo)”. Me sorprendió y me dolió en el alma. Vale comentar que su esposo le pidió perdón y le prometió que acabaría con la relación que tenía más cantidad de años de su hijo menor (inició antes de quedar embarazada por segunda vez).

Tantas ideas pasaron por mi mente, ¿Cómo una mujer puede permitir y aceptar esa situación? ¿Inseguridad, comodidad, conformismo, falta de autoestima? Y me respondí con un refrán, “En las discusiones de pareja, nadie se puede involucrar”.

Nunca más le pregunté por su situación sentimental, hasta el sol de hoy continúan casados, su esposo terminó esa relación y al tiempo empezó otra. Las necesidades económicas continúan en el hogar. Desde que me mudé, la comunicación entre nosotras ha mermado.

Por fortuna he aprendido a no opinar y también a tolerar los sentires de los demás.

Gracias @charjaim y @holos-lotus por la oportunidad de reconocer, aprender y compartir.

Esto es todo por hoy, me gustaría leer a @aguamiel y @hexagono6 para que participen en la iniciativa.

Me despido deseándoles buenas vibras💞

Las plantillas las realicé en Cava con la versión gratuita.

Now the English version

It was only recently that I noticed how a suggestion with the intention of an order was or is capable of transforming a beautiful moment into a bitter experience. After analyzing the causes, I found that it takes my life I have received orders and unfortunately people around me do not know how to communicate without falling into the command.

"You should", hearing these words unconsciously my mood changed, I was predisposed with the person and even ended up with a rude attitude (depending on who it was and the existing trust).

Many times it is with good intentions, they let me know their opinion or proposal without me asking for it, thinking that they are doing something good. While my brain was processing the information, my body reacted with disdain, downplaying what I was hearing. Then I would relax and find the sensitivity of the "suggestion" to be accurate. At times I would refuse to follow it just out of spoiled brattishness and at others I would even close myself off to listening to it.

On the other hand, with an established pattern of parenting, the best way I could help others was to give my opinion and try to accommodate the lives of others. I started from my own experiences, which I shared so that they could see themselves reflected and not repeat what was harmful.

Until I realized that everyone should live their lives as they see fit, learning from their experiences, because I was falling into the same thing that bothered me so much.

If you look to me for a recommendation, I will gladly offer it from the most sincere part of my being, it can be as trivial as recommending a good restaurant in a certain area, or even how to react to a family situation.

An anecdote I want to share is that...

A very close neighbor, whom I came to see as a friend, one day discovered that her husband was being unfaithful. The suspicions were latent, the change for her and her children was abysmal in the harmful, to the point of seeing the food affected because the man did not make the full market, not including the amount of protein and vegetables needed, for example, to supply the fortnight, let alone the month. He needed to distribute his income in two households.

The girl wore shoes that were too small for school, and when she left, her mother would wait for her with sandals so that she could change and walk home comfortably. These actions filled me with impotence, I helped her by providing her with food as long as the man was not present. I also gave her cash to pay her fare to the school where her daughter was studying.

On Fridays the man would say goodbye until Sunday, saying that he had to "travel for work" and her children spent years without enjoying recreation, only what they got by attending classes. On several occasions I took them to eat pizza, ice cream, hamburgers and even to the movies. The girl was a contemporary of my daughter's and they got along wonderfully.

Once the double life was discovered, my neighbor cried inconsolably. She stayed for hours at my house trying to find comfort. Her family, who lived in the interior of the country, offered her lodging and assured her of food and education for all. At that moment I saw as the best option and solution to her problems that she and her two children leave that house where there was no more love or respect, especially if her family (parents and siblings) were supporting her.

Several days went by and that woman did not stop crying. One night she was sending me messages on her cell phone and I responded with sincerity. Until by mistake or with intention I received a message she was sending to her sister where she said... "Lis wants me to separate from XXX (her husband)". I was shocked and hurt my soul. It is worth mentioning that her husband asked for her forgiveness and promised her that he would end the relationship that had been going on for the most number of years with her youngest son (it started before she got pregnant for the second time).

So many ideas went through my mind, how can a woman allow and accept such a situation: insecurity, comfort, conformism, lack of self-esteem? And I answered myself with a saying, "In couple's discussions, no one can get involved".

I never asked her again about their relationship situation, to this day they are still married, her husband ended that relationship and later started another one. The economic needs continue at home. Since I moved out, communication between us has diminished.

Fortunately, I have learned not to give my opinion and also to tolerate the feelings of others.

Thank you @charjaim and @holos-lotus for the opportunity to recognize, learn and share.

That's all for today, I would like to read @aguamiel and @hexagono6 to participate in the initiative.

I say goodbye wishing you good vibes💞

I made the templates in Cava with the free version.
I use the Deepl translator