Buen día, amigos de Holos & Lotus. Estoy contenta de seguir participando en la comunidad. No me gusta cuando me alejo, así que en estos días en los que tengo el tiempo y la escritura están a flor de piel, me alegro de aprovecharlos redactando en Hive.

Quiero continuar con la línea que nos va marcando @damarysvibra en la realización de estos ejercicios del ¿Quién soy? Una buena forma de reconocer quiénes somos, cómo somos, qué queremos y mucho más. Y aquí voy con una descripción de 3 de mis mayores cualidades.

Así como dice @damarysvibra en su post, tenemos muchas cualidades que nos definen y que nos hacen ser incluso diferentes los unos de los otros. Yo considero que tengo muchas, pero muchas cualidades, y me enorgullezco de ellas. Pues aun reconociendo mis debilidades, me alegra saber que son mucho más mis cualidades y virtudes.

Entonces, en esa difícil decisión de elegir 3 cualidades de las tantas que me gustaría compartir, tomaré las que frecuentemente salen a flote en mi personalidad.

- Soy agradecida:

La gratitud llegó a mi vida para quedarse, hace ya más de 12 años. Ser agradecido es una cualidad con la que se nace o que se puede aprender. Yo lo aprendí. Aun cuando creía que con dar las gracias por algún gesto que recibiera ya me bastaba, aprendí a reconocer, en todo lo que me rodea, la mano divina de Dios y sus regalos. Ser agradecida me ayuda a no quejarme, a comprender el porqué de las cosas y a ver siempre el aprendizaje y los beneficios que cualquier situación tiene para mí. Las cosas siempre pasan por algo y ese algo en la medida de lo posible siempre es bueno.

Agradecer es apreciar cada detalle de nuestras vidas, por muy grande o muy pequeño que sea. Es como un bálsamo que nos cuida y fortalece. Dar las cosas por sentado es un sentimiento un tanto egoísta, mientras que reconocer y valorar lo que obtenemos, lo que nos pasa y lo que nos rodea, es una cualidad que nos hace fuertes.

-Soy elocuente:

Desde pequeñita descubrí que soy buena para hablar, ja, ja, ja, ja, ja, y más adelante me di cuenta de que también soy buena para expresarme a través de la escritura. Soy elocuente, me gusta conversar y me resulta muy fácil hablar en público y captar la atención de todos.

Durante mis años como docente, esta era una cualidad que me caracterizaba. En las clases que impartía, los estudiantes siempre estaban interesados en mis discursos, era como si de alguna forma los hechizara y de esta manera lograba que les llegara el mensaje.

Cuando me reúno con otras personas, en algún encuentro casual, fiesta, reunión o lo que sea, se me hace muy fácil entablar conversaciones y hasta llego a ser el alma de la fiesta, por mi forma dicharachera de ser y la verborrea imparable que me acompaña. Espero que ser tan elocuente no se convierta en un defecto, ja, ja, ja. Creo que quienes me conocen disfrutan de mi elocuencia.

- Soy honesta:

Si hay algo que me irrita, sobremanera es la mentira y la injusticia. Cuando era niña, mentí más de una vez y, mientras crecía y recibí la educación de mis padres, aprendí lo desagradable que resulta la mentira y, desde entonces, decir la verdad y actuar con honestidad se convirtió en un pilar fundamental en mi vida. Aun cuando se me han presentado miles de oportunidades de transgredir, nunca he sido capaz. El sentido de la justicia me acompaña siempre y me hace buscar las formas equitativas de que todos reciban por igual lo que merecen o que todos cumplan por igual lo que deben, incluyéndome a mí misma. Como mamá, trato de inculcarles este valor a mis hijos y lo practico como ejemplo de lo que deben seguir.

La honestidad me parece, al igual que el agradecimiento, una de las herramientas más eficaces para llevar la vida en armonía y buena convivencia con el entorno.

Me gusta reconocer cualidades en mí. Aumenta mi autoestima y refuerza mis creencias y convicciones. Como siempre digo: sigo aprendiendo, voy avanzando y experimentando. Gracias por estos ejercicios. Gracias por leerme.