Strangers who make your life brighter and make your work more enjoyable - Personas desconocidas que te alegran la vida y te hacen tu trabajo más ameno//ENG/ESP

ENG
Today I went to measure some houses of people who are applying for home improvement subsidies. Among the people we visited, there was a very nice old lady, whose home was one of the most memorable of the day.

The lady greeted us with a warm smile and a contagious energy. Despite her age, she moved with surprising agility and guided us through her home as we took the necessary measurements. Her home was full of charming details, with old photos and ornaments that told stories of a full life.

My friend Cristina and I were concentrating on our work when, suddenly, the lady called us from the kitchen. She had prepared coffee and a delicious homemade cake for us. We sat down in her cozy dining room and shared a pleasant chat while enjoying the refreshment. We were deeply touched by her kindness and hospitality. She told us about her youth, her children and grandchildren, and how she had lived in that house for decades.

We finished surveying her home with a sense of gratitude and joy. It was a reminder of the importance of our work and the positive impact we can have on people's lives. The sweetness and generosity of that lovely old lady made the day special, and her kind gesture left an indelible impression on us.

ESP
Hoy fui a medir unas casas de personas que están postulando a subsidios de mejoramiento de vivienda. Entre las personas que visitamos, había una señora viejita muy linda, cuyo hogar fue uno de los más memorables del día.

La señora nos recibió con una sonrisa cálida y una energía contagiosa. A pesar de su edad, se movía con una agilidad sorprendente y nos guió por su casa mientras tomábamos las medidas necesarias. Su hogar estaba lleno de detalles encantadores, con fotos antiguas y adornos que contaban historias de una vida plena.

Mi amiga Cristina y yo estábamos concentradas en nuestro trabajo cuando, de repente, la señora nos llamó desde la cocina. Nos había preparado café y un delicioso queque casero. Nos sentamos en su acogedor comedor y compartimos una charla amena mientras disfrutábamos del refrigerio. La amabilidad y hospitalidad de la señora nos conmovió profundamente. Nos habló de su juventud, de sus hijos y nietos, y de cómo había vivido en esa casa durante décadas.

Terminamos de medir su casa con una sensación de gratitud y alegría. Fue un recordatorio de la importancia de nuestro trabajo y del impacto positivo que podemos tener en la vida de las personas. La dulzura y generosidad de esa viejita encantadora hicieron que el día fuera especial, y su gesto amable nos dejó una huella imborrable.

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