Evaluar nuestra relación de pareja es interesante, así ha sido para mí evaluar la mía. En lo personal, soy del tipo de persona que no da detalles de su relación con otras personas; sin embargo, cuando se trata de brindar ayuda, es bueno compartir las experiencias matrimoniales. Actualmente, tengo 18 años de casado, no todo ha sido fácil entre nosotros, principalmente fortalecer la confianza mutua, la comunicación.
Los episodios de desacuerdos son extensos, anécdotas y enseñanzas. Una de esas enseñanzas es que el rencor es un veneno mortal para una relación, que lleva al que lo siente a tener heridas algunas veces innecesarias, por malos entendidos, ya que cada persona en una relación percibe los problemas de forma diferente.
Recuerdo en los primeros años de mi relación que cometí muchos errores hacia mi pareja, ella se sentía herida y tenía rencor por aquellos tratos de mi parte. Con el tiempo ambos seguimos nuestra relación, pero ella de vez en cuando actuaba a la defensiva cuando tratábamos temas de traiciones. Claramente, ella estaba luchando con ese tema, era incómodo y necesitábamos conversar sobre ese tema. Puedo decir que eso llevó tiempo para ella superarlo. Yo me disculpé muchas veces, puse de mi parte; sin embargo, la batalla para ella duró tiempo.
En una relación en la que ambos son un equipo, un error puede generar desconfianza y eso es motivo de inseguridad.
Generalmente, en una relación esperamos que la otra persona nos comprenda y apoye; no hablar de nuestros sentimientos es un obstáculo para posibles soluciones.
Pedirle a nuestra pareja cambios es muy común, incluso nosotros nos moldeamos a ella. Cuando se trata de solucionar el resentimiento, se trata de empezar los cambios con nosotros mismos, reconocer que necesitamos solucionar situaciones emocionales.