Recargando energía y llenándome de nuevas vibras
Hay historias de historias, historias buenas, historias malas y otras que simplemente son... Como el caso de la historia de mi vida y de mis amigos. Sobretodo de los que les presentaré hoy. Empecemos por el principio:
Hace 20 años empezó una nueva etapa de mi vida, tenía 17 años y me mudaba del pueblo que me crió y me dirigí a la ciudad que forjó mi vida y parte de mi carácter: Cumaná, muchas veces les he comentado que lloré cuando supe que era allí donde estudiaría, que me parecía horrible y que no quería estar ahí. Empecé estudiando informática, en un pequeño salón detrás de el edificio de ciencias numerado como D-2 (la "D" por depósito), así que este salón vendría siendo analógicamente como la pequeña alacena de harry potter bajo las escaleras. Yo era una firifirita de 17 años, que me la pasaba con una braga y una franelita amarilla con un Pedro Picapiedra chiquitito. Ya no recuerdo cuales fueron mis primeras clases ni con cuáles profesores, pero si recuerdo que mientras esperaba que los profesores entraran y salieran siempre me quedaba sentada en mi pupitre garabateando en mi cuaderno. Un día estaba sentada de primera porque estaba muy ciega y no leía bien si me sentaba en los puestos de atrás, y mientras garabateaba un ojo, el muchacho que estaba sentado al lado mío, muy curioso (o salío) me preguntó algo acerca de ese ojo que estaba haciendo... Volteo y ahí estaba una cara hermosa de un muchacho con el pelo negro y un raspahielo amarrado en la cintura (tenía que traer el popular celular que tenía a esta historia porque la va a leer, muajajaja). Lo que jamás imaginábamos es que ese sería el inicio de la amistad más bonita que he tenido en mi vida. Esta persona, tan importante en mi vida, también hizo vida en Steemit y espero verlo aquí en Hive pronto, se trata de Roberto, o conocido en los bajos mundos de la blockchain como @rocoduran.
Yo estoy en falda y Roberto de suéter blanco
Imágenes rescatadas de las redes sociales de mi amiga Paulisbel
En estos 20 años, hemos tenido amigos que han ido y han venido, muchos aún conservamos el contacto a pesar de la migración constante de cada uno de nuestros amigos, las crisis y la ganas de evolucionar nos han hecho separarnos a muchos. Roberto se mudó a Caracas hace más de 10 años, siempre nos veíamos en vacaciones, y los reencuentros siempre han sido como si uno nunca se hubiera dejado de ver ni un día. Hace 4 años, tomé la decisión de dejar Cumaná y de mudarme a Valencia, pero con todo y la cercanía no podíamos vernos porque el pasaje y los tiempos para vernos hacían el encuentro muy complicado. Hace dos años logramos reencontrarnos, esto fue en diciembre de 2019, pre-pandemia, me estaba yendo bien, y habíamos quedarnos en reencontrarnos e ir más seguido a Caracas a vernos, de hecho, en marzo de 2020, pretendía pasar mi cumpleaños con ellos (ya les cuento más adelante quienes son ellos), pero 11 días antes de mi cumpleaños, declararon cuarentena total en todo el país y el resto es historia...
Finalmente, este fin de semana pasado, ya con mis dos vacunas puestas, y tener que comprar algunas cosas que necesitaba para viajar, y más ganas de ir que de vivir, pregunté por disponibilidad de tiempo a mis amigos y solo me dijeron: "Véngase", y así hice. Cabe decir que por cuestión de trabajo, no sabemos en que momento los demás pueden atendernos, y que yo tenía compromisos previos que se postpusieron por lo que pude sacar unos días para ir a visitar a gente que uno quiere con el alma.
Me puse en marcha a la ciudad de Caracas, dos horas de viaje sabrosas en un autobús bastante cómodo y armada hasta los dientes con tapabocas y alcohol porque ajá, uno nunca sabe, el pasaje mucho más económico que lo que me esperaba, lo que hizo que mis ganas de volver más seguido se incrementaron. Le pasé mi ubicación en vivo a Roberto para que fuera viendo por dónde venía y que así no tuviera que esperar mucho rato por mí en el terminal de La Bandera en Caracas.
Mis amigos:
Con Roberto y Eurys justo al encontrarnos.
Así como Roberto y yo salimos de Cumaná, también lo hizo Eurys. Aunque ella es una de las últimas inserciones a mi grupo de amigos, no deja de ser importante en mi vida. Así como Roberto, ella fue parte del Orfeón el que cantaba, y siempre teníamos la costumbre de bautizar a los nuevos en un viaje y ellos escogían a los padrinos de coro que quisieran, y ella, muy lindamente, me escogió a mí. Así que no solo era mi compañera de la cuerda de sopranos del orfeón universitario, sino que también es mi ahijada coral. Pero es que no es todo, con esta vida de estudiante y de vivir fuera de casa, tuvimos oportunidad de compartir en un apartamento, así que también fue mi roommate. Y ella se mudó a Caracas hace algunos años para trabajar en el mismo sitio que Roberto, así que no había opción de no vernos los tres. Por esta razón, ellos terminaron de trabajar y se fueron juntos a buscarme para comer rico y hablar pendejadas toda la noche del viernes.
Una vez juntos nos fuimos a comer una pizza en un lugar muy lindo al que no le pude tomar muchas fotos porque había mucha gente y porque yo estaba bastante ocupada hablando con mis amigos. Luego, fui a conocer el hogar de Roberto, en dónde me encontré con otro amigo: Fabricio, y pusimos en marcha esta pijamada para recordar viejos tiempos tomandonos una rica sangría con chinotto mientras hablabamos pendejadas.
Llegó el día sábado, amaneció y Roberto y yo fuimos a llevar a Eurys a un sitio para que pudiera ir a su casa que quedaba al otro lado de donde nos encontrabamos, y a empezar a planificar el día. Desayunamos y seguimos hablando pendejadas toda la mañana y nos pusimos en contacto con otra amiga de Cumaná que apenas tiene tres meses de haber salido de allá y mudarse a Caracas, ella estaba loca por vernos porque así como nosotros, también había perdido a muchos de sus amigos en esta diáspora increíble. Mientras tanto, arepitas con café hechas por Roberto, y más horas de habladera de tonterías.
A mediodía nos empezamos a arreglar para encontrarnos con Minú, ella tampoco es que es cualquier gente que conocimos algún día, es una gran amiga con la que tenemos historia, y estaba muy pendiente de ir a vernos, para abrazarnos y hablar bastante. A ella la conocimos gracias a una tercera pata de una mesa @gabiotabalbas, quien es tan unida a Roberto y a mí pero que ahora vive en otro país luchando por superarse. Al igual que Gaby, Minú es una cantante espectacular y la conocimos tanto, tanto que le bautizamos a su hijo Santiago... O sea, vimos a Minú con su gran barrigota, le hicimos el babyshower, le bautizamos al muchacho, y ahora Santi es de mi tamaño y me pone viejaaaa... Nos fuimos a almorzar en la terraza de l C.C. Sambil porque Minú tenía que cantar en una panadería... Ajá, así como leen, en una panadería, pero la pasamos riquísimo, cantamos y disfrutamos mucho en compañía de gente querida.
Aquí con Santi | Obvia foto de los tres para que gaby llorara al ver a sus personas favoritas juntas. |
Luego de dejar a Minú, Roberto y fabricio me llevaron a recorrer el centro de Caracas que tiene unos juegos de luces bellísimos que no podía dejar de ver, y obviamente, tomarnos muchas fotos allí.
Los agasajos continuaron, fabricio me consintió preparándome una aguao de pollo guayanés y me dió la receta de su familia, yo soy fanática del aguao, me atrevo a decir que es uno de mis platillos favoritos en el mundo, ya he preparado mi receta y la he publicado por aquí antes, pero la versión de Fabricio me fascinó tanto, que pronto se las compartiré para que también la preparen.
Y no podíamos terminar nuestro fin de semana sin ir al cine, Roberto ha sido uno de mis compañeros cinéfilos desde el principio, ambos amamos las mismas películas, compartimos el amor por El señor de los anillos y Matrix, entre muchas otras cosas.
Ya se acercaba el día de irme, y me tomó por sorpresa un mensaje de "Mana, ¿estás en Caracas?" de una persona que también forma parte de mi vida, uno de los poquitisimos amigos que tengo en mi pueblo, Caicara del Orinoco, la única persona que salía corriendo a buscarme cuando se enteraba de que había llegado de vacaciones, y con quien amanecía cada 1ero de enero a las orillas del Orinoco. Casualmente se regresaba el lunes temprano para Maracay y nos encontramos para irnos juntos y ponernos al día.
Si hubiese planificado todo no hubiera salido tan perfecto. Pero ustedes se preguntarán ¿por qué publicaste esto en Catarsis? Solo fue un paseo, y no, no solo fue un paseo. Roberto no solo ha sido un compinche de bochinches, tragos e idas al cine. también ha sido un buen guía espiritual, me indicó el camino a la meditación hace muchos años, meditabamos juntos y siempre estábamos en la búsqueda de ese pedazo que va más allá de lo físico y material, ha sido ese hermano que me ha dado la vida, es la persona a la que le puedo contar todo sin sentirme juzgada y el que te regaña con palabras amorosas. Este año estuve en un proceso fuerte de depresión y ansiedad, y mi peor noche, así sin son ni ton, me envió un link de youtube con una meditación guiada. Él no sabía que en ese preciso momento yo estaba mal, yo también había dejado muchos años atrás la meditación y ese mensaje me llegó en el momento preciso, ese día justamente empezó mi evolución para mejorar, para dejar y sacar de mí esa energía de ese ente oscuro que me estaba consumiendo. Ya han pasado muchos meses desde ese día, y ya esa oscuridad está casi extinta y no había mejor manera de purificarse que estando con gente que me conoce, que sabe quien soy, que conoce mis raices y toda mi escencia, porque yo no soy la misma persona de hace 20 años atrás, pero mi escencia sigue allí. Me siento afortunada y bendecida por haber conocido a gente tan maravillosa a lo largo de mi vida, pero más aún porque siguen y seguirán siendo mis amigos.
Llegué a casa feliz, recargada y llena de nuevas y renovadas vibras. COn ganas de seguir haciendo más cosas, entregando y enseñando que y quien soy mediante a mis acciones. En mi casa me esperaba mi amor, que lo primero que hizo al ver que entré por la puerta fue saltarme encima y decirme que me extrañaba mucho, luego pasó toda la tarde hablándome de todo lo que hizo el fin de semana y yo escuchando atenta cada cosa que me decía, porque al final, puedes tener todas las cosas que quieras, pero las personas que te rodean son lo más importante.
- Todas las selfies en las que aparezco sola son tomadas por mí, el resto de las fotos que no tienen fuente fueron tomadas por @rocoduran.
- Banners y footers hechos en Canva.com y Adobe Spark Post.
https://twitter.com/soy_laloreto/status/1460627902463201280
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¡Nanáaaaaaaaaaaaaaa! ¡Qué hermosa publicación! Me hiciste muy feliz, recordar cuán feliz me hiciste al venir, justo acabo de entender porque me puse triste al día siguiente: ya te habías ido.
Gracias infinitas por tanto amor, por la amistad verdadera. Hemos pasado por tanto juntos que creo que la gente no puede imaginar que nos tomamos fotos con un camión en llamas detrás; que tomábamos en un antro; que hicimos muchas meditaciones, que lloramos juntos; que nos acompañamos en silencio tantas veces; que amanecimos infinidades; que hemos visto objetos voladores acostados en la arena de la playa (borrachos); que fumamos juntos; que nos escapamos a otra ciudad para comprar unos cigarros "cacherosos" para tirarnos una en la rumba; que cruzamos medio país en un carro sin documentos para ir a buscar a un cachorro de golden retriever; que aprendimos a bailar; que rumbeamos sin tomar una gota de alcohol y que rumbeamos tomándonos todo lo que había; que te me perdiste en una fiesta y yo pensaba que te había llevado alguien y estabas borracha en una camioneta; que te salvé de varios pegostes; que comimos muchas cosas de madrugada; que nos inventamos chistes solo nuestros; que cantamos juntos; que dormimos juntos, reímos y lloramos juntos; que hemos perdido seres muy especiales para ambos... Todavía puedo llenar un cuaderno con todo lo que vivimos y la gente no lo creería. Esto ha sido una vida, esta ha sido nuestra vida. Te amo.
Justo ahora estoy mirando para arriba.
Gracias, gracias, gracias por siempre, mi Naná.
Pronto volveré por aquí.
Ok, no había llorado. Me respondiste y se abrió la fuente. Jajajaja. Solo conté como nos conocimos porque si nos pusiéramos a hablar de anécdotas podría hacer muuuuchos posts. Jajajaja. Yo también te amo. ❤️
Los amigos, esos seres tan especiales, angelitos desprendidos del cielo que acompañan el camino, bien sea bueno o no tan bueno...
Tu contenido contagia de entusiasmo, que bueno decidiste seguir esa luz que todo lo calma, la luz que la meditación te deja ver...Que tu mundo se llene siempre de colores.
Un abrazo.