Hackea tu mente: Procrastinación ¿Cómo superarla con estos simples tips?
Bienvenidos a otro día hackeando nuestra mente; usando lo que nos frena, para avanzar.
Vengo desde hace unos días con la sensación de sentirme poco productivo durante los últimos días.
Algo con el clima seguramente tendrá que ver, pues ha hecho un frío tremendo acá en Buenos Aires, y además, ha estado muy nublado durante la última semana, pero sin llover aun.
Ha ocurrido que la sensación ha sido de pesadez por muchos días seguidos, y no he logrado quitármela de encima, ni siquiera podía realizar mi práctica de Yoga de la manera constante y seria que suelo hacerlo. Finalmente, todo esto me ha llevado a pensar recurrentemente en la palabra: Procrastinación.
Se que a mucha gente le pasa que de vez en cuando no pueden hacer cosas que se plantean. Incluso hay casos donde son muy activos mentalmente, muy creativos, con miles de ideas, pero al momento de ejecutar, no terminan de arrancar.
Cuando la procrastinación se prolonga en el tiempo, puede llevarnos a desarrollar hábitos realmente negativos y pensamientos muy dañinos, como el de sentirse "bueno para nada". Puede convertir poco a poco la imagen que tenemos de nosotros mismos en la de alguien que simplemente no puede hacer ningún trabajo, adecuadamente.
Y teniendo en cuenta eso, no quiero que se apodere de mi por mucho más tiempo. Así que he tomado la decisión de que si procrastinaré, usaré precisamente la procrastinación como material para trabajar...
Por eso decidí llamarle a esta nueva sesión: Hackea tu mente.
5 consejos que pueden ayudarnos a evitar la procrastinación
- Desglosar las tareas a realizar
Muchas veces nos agobia la cantidad de tareas que tenemos pendientes, y esto es frena en nuestra capacidad para actuar, impidiéndonos hacer cualquiera de ellas. Una manera muy sencilla de afrontar esto puede ser dividiendo las tareas en fases y centrarnos en una fase a la vez, haciéndola lo mejor que podamos, sin adelantarnos a las siguientes fases en ningún momento.
Después, cuando terminamos la primera fase, pasamos a la siguiente.
- Crea plazos específicos para las tareas
Una vez que hemos desglosado nuestras tareas diarias, semanales o mensuales, podemos crear un calendario general con plazos específicos de resolución para cada una. Es una manera de priorizar, y de este modo, nos hacemos conscientes de que debemos terminar cada tarea en una fecha determinada y esto crea una sensación de urgencia que nos impide procrastinar.
- Organizar el día antes de empezarlo
Planificar nuestros días con antelación, por ejemplo, escribiendo los planes a realizar la noche anterior, nos permitirá adquirir una enorme capacidad de organización y dará tiempo extra para cumplir cada objetivo del día.
- Gestiona nuestra energía de la misma manera que gestionamos el tiempo
Hay momentos del día en los que tenemos horas punta productivas y horas menos productivas.
Lo ideal es realizar los mayores esfuerzo en las horas que reconocemos como más productivas para nosotros (en mi caso son las tardes-noches), y no cuando los niveles de energía son bajos.
En los momentos de baja energía, es preferible realizar tareas más sencillas o agradables que nos motiven a movernos a pesar de la baja energía.
- Mejora nuestro estilo de vida
Es importante tener en cuenta que la falta de energía también puede ser consecuencia de un estilo de vida poco saludable.
Hacer ejercicio a diario, comer mejor cada día y ejercitar la mente en los momentos libres es una buena manera de mejorar nuestro estilo de vida hacia una forma más saludable y activa.
Finalmente, hay que tener siempre en mente que superar la procrastinación y hacer las cosas cuando es el momento de hacerlas, nos hace más organizados y persistentes con nuestro trabajo o desempeño en el mismo. Nos convertimos en personas más productiva y eficiente.
Espero que podamos seguir creciendo y logremos dejar de lado este terrible hábito.
Nota: Hay momentos en que es necesario descansar y hacer actividades recreativas y placenteras, solo o acompañado. No exageremos y recordemos que el camino más saludable es siempre el del medio.
Soy Julio Cesar Arvelo, practicante y profesor de Ashtanga Yoga y Meditación.
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