No crean que me precipito, aún teniendo en cuenta que todavía falta poco más de un mes para que el Evangelista Juan abra la puerta del Solsticio de Invierno y libere de su encierro a los fantasmas de la Navidad.
[Do not think that I am rushing, even taking into account that there is still a little more than a month for the Evangelist John to open the door of the Winter Solstice and release the ghosts of Christmas from their confinement].

No sólo los fines de semana, sino cualquier tarde, más allá de las cinco o, para no caer en los excesos de la rigurosa escrupulosidad, pongamos que las seis, las calles del Centro de Madrid se convierten en la metáfora perfecta de ese inolvidable clásico protagonizado por Charlton Heston y Eleanor Parker, ‘Cuando ruge la marabunta’ y de lo más profundo de los hogares, de los últimos rincones de las oficinas y sobre todo, de esas cavernas de la locura -parafraseando a Lovecraft- surge una marabunta humana, consumida por la más terrible de las hambres: el deseo.
[Not only on weekends, but any afternoon, beyond five o'clock or, in order not to fall into the excesses of rigorous scrupulousness, let's say that six o'clock, the streets of the Center of Madrid become the perfect metaphor for that unforgettable classic starring Charlton Heston and Eleanor Parker, 'When the crowd roars' and from the depths of homes, the last corners of offices and above all, from those caverns of madness - paraphrasing Lovecraft - a human mob arises, consumed by the most terrible of hunger: desire].

Un deseo, por otra parte, alimentado por los medios de comunicación, que juegan indiscriminadamente con la amenaza de la falta de abastecimiento y recomiendan iniciar las compras con antelación.
[A desire, on the other hand, fueled by the media, which indiscriminately plays with the threat of lack of supply and recommends starting purchases in advance].

Porque la Navidad, para vergüenza de los espíritus del entrañable cuento de Charles Dickens, se ha convertido en eso: un holocausto de derroche en los altares de los Dioses del Consumo, donde ya ni siquiera los niños se molestan en dejar sus zapatos en la ventana o colgar un calcetín de la chimenea, para facilitar la labor de Santa Claus, de Papá Noel o de los Reyes Magos o de todos a la vez, porque así lo impone la Santa Madre Europa.
[Because Christmas, to the shame of the spirits of Charles Dickens's endearing tale, has become just that: a wasteful holocaust on the altars of the Gods of Consumption, where even children no longer bother to leave their shoes on the window. or hang a sock on the fireplace, to facilitate the work of Santa Claus, Father Christmas or the Three Wise Men or all at the same time, because this is what Holy Mother Europe imposes].

Se dice, se comenta, se rumorea que en algunas comunidades vuelven a crecer los casos de pacientes que ingresan afectados por el coronavirus, pero Madrid parece inmune y hasta podría llegar a pensarse, que la Muerte Invisible, de igual manera que la Muerte Roja de Edgar Allan Poe, ya se llevó su tributo de víctimas y de momento descansa, quién sabe si regocijándose con el exorbitante cifra de amigos y familiares que se llevó con ella, puede que a ese lugar donde poetas como Villon, situaban las nieves de antaño.
[It is said, it is commented, it is rumored that in some communities the cases of patients who enter affected by the coronavirus grow again, but Madrid seems immune and it could even be thought that the Invisible Death, in the same way as the Red Death of Edgar Allan Poe, already took his tribute of victims and for the moment he rests, who knows if rejoicing with the exorbitant number of friends and family that he took with her, perhaps to that place where poets like Villon, placed the snows of yesteryear].

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