¿Cómo lo percibimos todo?: ¿Cómo comprendemos la realidad?
(Edited)
Hola Hivers
Hablar de cómo percibimos el mundo que nos rodea es un tema complejo por muchas razones diferentes. Esto lo digo porque es usual ver que todo el mundo tiene una opinión sobre todo lo que existe o acontece; y hasta cierto punto es algo normal, pero también nos demuestra que la subjetividad y la forma cómo percibimos y explicamos todo desde nuestros razonamientos es algo bastante personal la mayor de la veces.
Si lo queremos entender por medio de un ejemplo, proyectemos el caso de alguien que ha crecido en una cultura particular. Ese factor puede hacer (y con frecuencia lo hará) que dicho alguien perciba ciertos sabores u olores de manera diferente que alguien proveniente de un entorno cultural y socialmente diferente. Lo mencionado es algo de lo más asombroso, pero tan asombroso como cierto, y demuestra la compleja interacción y relación entre nuestros sentidos y nuestras experiencias personales a la hora de dar forma a nuestras percepciones.
Esto lo que llamamos experiencia subjetiva; y viene condicionada por toda una serie eventos y experiencias que hacen de cada ser humano un ente único e irrepetible.
Este proceso de percepción implica nada menos que una combinación de procesamiento ascendente y descendente, de una manera bidireccional y retroalimentaria. Para entenderlo mejor, nuestros sentidos nos proveen o proporcionan datos e información cruda, y ello lleva a que ocurra un procesamiento de dichos datos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, donde nuestros cerebros emplean conocimientos y expectativas para interpretarlo todo.
Si lo decimos de forma más simple, nuestros sentidos alimentan nuestros cerebros con datos crudos en la forma de sensaciones, y nuestros cerebros procesan dichas sensaciones en la forma de información, interpretándola y retroalimentando nuevamente nuestros sentidos, y en ese círculo de transmisión y procesamiento de información, se generan las percepciones que tenemos en un sentido racional; y por cierto que esto influyen en nuestras decisiones e interacción con el mundo.
Si lo vemos y lo analizamos con más detenimiento, eso quiere decir que como personas que constantemente estamos expuestos a datos, aprendemos o procesamos de manera asidua nueva información ampliando así nuestra base de conocimientos en un proceso continuo, y ello influye en cómo percibimos e interpretamos el mundo.
Basta con analizar a alguien que se siente ansioso o estresado por alguna razón; y darnos cuenta de que ese alguien puede percibir una situación como más amenazante de lo que realmente es, mientras que alguien que está de buen humor puede percibir la misma situación desde una óptica distinta y más favorable. Esto demuestra la compleja interacción entre nuestro estado emocional y nuestras percepciones, y cómo nuestras emociones pueden moldear nuestra comprensión del mundo. Esto demuestra también que lo que llamamos realidad objetiva, es frecuentemente algo que varía en función de la persona y su manera subjetiva de entender y relacionarse con el mundo.
En esto, nuestras experiencias pasadas también juegan un papel importante en la configuración de nuestras percepciones. Dado que la forma en que hemos experimentado e interpretado eventos en el pasado puede influir en cómo percibimos situaciones similares en el futuro y llevarnos a actuar de una manera específica.
Esto implica un concepto conocido comúnmente como priming, y sugiere que nuestras experiencias pasadas tienen una influencia significativa e innegable en nuestras percepciones y comportamiento actuales. Lo vemos cuando alguien que ha tenido experiencias negativas con un tipo particular de alimento termina percibiendo y catalogando ese alimento en particular de una forma negativa en el futuro, incluso si solo fue algo que se debió a un factor ocasional o accidental. Esto nos ayuda a comprender cómo nuestras experiencias pasadas pueden crear sesgos y predisposiciones en nuestras percepciones.
Es innegable que todos en este mundo estamos constantemente expuestos a nuevas ideas, datos e información que desafían nuestras percepciones y creencias existentes; algo que es todavía más cierto por la era de información masiva en la que vivimos. También es cierto que siempre, por más que lo queramos, estaremos sujetos a nuestra subjetividad personal, pero debemos tratar de ser más abiertos al tratar de comprender lo que es la realidad objetiva, más allá de lo que subjetivamente podemos llegar a pensar que es.
Por ello, comprender que manteniendo una exposición constante a nuevas perspectivas y formas de pensar puede contribuir a ampliar nuestra comprensión del mundo y ampliar nuestras percepciones de una forma fundamental. Así que en torno a casi cualquier tema, participar en el pensamiento crítico y mantener una actitud abierta a examinar diferentes puntos de vista siempre será útil, porque a través de ello podremos mejorar nuestras capacidades cognitivas y desarrollar una comprensión más matizada del mundo que nos rodea.
Entiendo que no es algo fácil de hacer, pero que es un proceso enriquecedor en muchos sentidos, dado que este proceso de crecimiento intelectual y exploración es esencial para ampliar nuestras percepciones y desafiar nuestras nociones preconcebidas, porque todo lo demás, son prejuicios, vicios y necesadades.
La gente que no es capaz de analizar el mundo desde una óptica diferente, se condena a sí misma a estar todo el tiempo enclaustrada en una mentalidad cerrada que le impide crecer. Así que mantener una mentalidad abierta a realidades y análisis alternativos puede ayudarnos a enriquecer nuestra visión y percepción de lo que llamamos la realidad; y contribuirá a que tengamos una visión un poco más completa de la misma.
Nuestros sentidos y su rol en nuestras percepciones
Percibir el mundo que nos rodea es un proceso complejo, curioso e intrincado que comprende la combinación de nuestros sentidos, pero también de nuestras experiencias y habilidades cognitivas. Estar claros en esto nos genera una mayor consciencia de los matices y complejidades de la percepción, y nos ayuda a vislumbrar que frecuentemente estamos expuestos a nuevas ideas, información y datos que desafían nuestra personal comprensión del mundo.
Lo que nos lleva a agudizar nuestros sentidos y a entender que para profundizar en la cuestión de cómo percibimos todo, primero debemos examinar el papel de nuestros sentidos en la configuración de nuestras percepciones.
Cuando lo desglosamos y analizamos, lo que salta a la vista es que nuestros sentidos juegan un papel crucial en la forma en que percibimos el mundo. La vista, el tacto, el olfato, el oído y el gusto trabajan juntos para proporcionarnos información de primera mano sobre nuestro entorno, sobre lo que nos rodea. No obstante, no podemos fiarnos ciegamente de nuestros sentidos, dado que también suelen verse influenciados por una variedad y cantidad de otros factores diferentes, entre los que se encuentran nuestras emociones, experiencias pasadas e incluso cuestiones culturales.Si lo queremos entender por medio de un ejemplo, proyectemos el caso de alguien que ha crecido en una cultura particular. Ese factor puede hacer (y con frecuencia lo hará) que dicho alguien perciba ciertos sabores u olores de manera diferente que alguien proveniente de un entorno cultural y socialmente diferente. Lo mencionado es algo de lo más asombroso, pero tan asombroso como cierto, y demuestra la compleja interacción y relación entre nuestros sentidos y nuestras experiencias personales a la hora de dar forma a nuestras percepciones.
Esto lo que llamamos experiencia subjetiva; y viene condicionada por toda una serie eventos y experiencias que hacen de cada ser humano un ente único e irrepetible.
El procesamiento de la información en nuestros cerebros
Nuestras capacidades cognitivas también poseen un papel natural e importante en la manera en que percibimos el mundo. Nuestros cerebros procesan e interpretan permanentemente información proveniente de nuestros sentidos, empleando para ello experiencias y conocimientos pasados, a fin de darle sentido al mundo que nos rodea.Este proceso de percepción implica nada menos que una combinación de procesamiento ascendente y descendente, de una manera bidireccional y retroalimentaria. Para entenderlo mejor, nuestros sentidos nos proveen o proporcionan datos e información cruda, y ello lleva a que ocurra un procesamiento de dichos datos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, donde nuestros cerebros emplean conocimientos y expectativas para interpretarlo todo.
Si lo decimos de forma más simple, nuestros sentidos alimentan nuestros cerebros con datos crudos en la forma de sensaciones, y nuestros cerebros procesan dichas sensaciones en la forma de información, interpretándola y retroalimentando nuevamente nuestros sentidos, y en ese círculo de transmisión y procesamiento de información, se generan las percepciones que tenemos en un sentido racional; y por cierto que esto influyen en nuestras decisiones e interacción con el mundo.
Si lo vemos y lo analizamos con más detenimiento, eso quiere decir que como personas que constantemente estamos expuestos a datos, aprendemos o procesamos de manera asidua nueva información ampliando así nuestra base de conocimientos en un proceso continuo, y ello influye en cómo percibimos e interpretamos el mundo.
Las distorsiones en la percepción de la información
Al ser el proceso de percepción algo que involucra nuestros sentidos, a pesar de también estar involucrados nuestros cerebros en el camino, nuestras emociones también afectarán la calidad y naturaleza de lo que percibimos. Y esto se puede entender muy fácilmente cuando sabemos que nuestro estado emocional influye en la forma en que percibimos eventos y situaciones, y nos ayuda a comprender que estamos expuestos con frecuencia a sesgos, malas interpretaciones o distorsiones en nuestras percepciones.Basta con analizar a alguien que se siente ansioso o estresado por alguna razón; y darnos cuenta de que ese alguien puede percibir una situación como más amenazante de lo que realmente es, mientras que alguien que está de buen humor puede percibir la misma situación desde una óptica distinta y más favorable. Esto demuestra la compleja interacción entre nuestro estado emocional y nuestras percepciones, y cómo nuestras emociones pueden moldear nuestra comprensión del mundo. Esto demuestra también que lo que llamamos realidad objetiva, es frecuentemente algo que varía en función de la persona y su manera subjetiva de entender y relacionarse con el mundo.
En esto, nuestras experiencias pasadas también juegan un papel importante en la configuración de nuestras percepciones. Dado que la forma en que hemos experimentado e interpretado eventos en el pasado puede influir en cómo percibimos situaciones similares en el futuro y llevarnos a actuar de una manera específica.
Esto implica un concepto conocido comúnmente como priming, y sugiere que nuestras experiencias pasadas tienen una influencia significativa e innegable en nuestras percepciones y comportamiento actuales. Lo vemos cuando alguien que ha tenido experiencias negativas con un tipo particular de alimento termina percibiendo y catalogando ese alimento en particular de una forma negativa en el futuro, incluso si solo fue algo que se debió a un factor ocasional o accidental. Esto nos ayuda a comprender cómo nuestras experiencias pasadas pueden crear sesgos y predisposiciones en nuestras percepciones.
La importancia de ver la realidad de una forma abierta y comprensiva
Es innegable que todos en este mundo estamos constantemente expuestos a nuevas ideas, datos e información que desafían nuestras percepciones y creencias existentes; algo que es todavía más cierto por la era de información masiva en la que vivimos. También es cierto que siempre, por más que lo queramos, estaremos sujetos a nuestra subjetividad personal, pero debemos tratar de ser más abiertos al tratar de comprender lo que es la realidad objetiva, más allá de lo que subjetivamente podemos llegar a pensar que es.
Por ello, comprender que manteniendo una exposición constante a nuevas perspectivas y formas de pensar puede contribuir a ampliar nuestra comprensión del mundo y ampliar nuestras percepciones de una forma fundamental. Así que en torno a casi cualquier tema, participar en el pensamiento crítico y mantener una actitud abierta a examinar diferentes puntos de vista siempre será útil, porque a través de ello podremos mejorar nuestras capacidades cognitivas y desarrollar una comprensión más matizada del mundo que nos rodea.
Entiendo que no es algo fácil de hacer, pero que es un proceso enriquecedor en muchos sentidos, dado que este proceso de crecimiento intelectual y exploración es esencial para ampliar nuestras percepciones y desafiar nuestras nociones preconcebidas, porque todo lo demás, son prejuicios, vicios y necesadades.
La gente que no es capaz de analizar el mundo desde una óptica diferente, se condena a sí misma a estar todo el tiempo enclaustrada en una mentalidad cerrada que le impide crecer. Así que mantener una mentalidad abierta a realidades y análisis alternativos puede ayudarnos a enriquecer nuestra visión y percepción de lo que llamamos la realidad; y contribuirá a que tengamos una visión un poco más completa de la misma.
En fin, ¿qué opinan ustedes sobre el tema tratado hoy? No olviden comentar...
Hasta la próxima.
Artículo escrito por José Quintana.
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