Voltaire, el divino liberal (microficción en su honor) (Esp | Eng)

Hay figuras de la historia que han sido siempre atractivas para mí. Es el caso de Voltaire. Conociendo algo de la biografía de este filósofo (pueden consultar en la referencia), quien hizo indudables aportes a la civilización occidental, quise honrarlo con una especie de microficción, desde la voz de su personaje Cándido. He aquí.

Mi estimado creador está de cumpleaños: 330 años. Conozco su vida, pues por algo me hizo personaje de su principal obra (¡perdonen la presunción!). No soy tan cándido como podría implicar mi nombre, pero algo de inocente sigue habiendo en mí. Veleidades de un personaje ficticio.

Sé que mucho de libertino tuvo en su vida desde su juventud, como siguió siendo hasta su muerte. Allí están sus relaciones amorosas mayormente extramatrimoniales, y con mujeres a veces muy jóvenes, o pertenecientes a la nobleza, él que era un plebeyo.

Su rebeldía parece casi ínsita, me atrevo a decir. Pues desde muy temprana edad por sus denuncias fue encarcelado, lo cual se repetiría. Así, mi autor tuvo que huir a otros países, esconderse por mucho tiempo, eso que le permitió escribir. ¡Gracias a Dios! Perdone la expresión, maestro Voltaire.

Sé que fue usted un hombre profundamente inquieto en su pensamiento. Aunque fuera desestimada en su tiempo, luego, gracias a usted, tenemos como valor supremo la tolerancia. Usted impugnó su negación (la intolerancia) en lo religioso, lo político, lo moral. Y enfrentando a la intolerancia, todo tipo de fanatismo. ¡Cuánto la humanidad se ha alejado de esos principios! ¿Realmente los conoció y asumió?

Experimentando los menosprecios de personas de estratos "altos" y de ciertas jerarquías (aunque supo mantenerte entre ellos), pensaste en un principio que es hoy fundamental (pese a que se le viole continuamente): la igualdad ante la ley. Es el "contrato social", en definitiva (igualmente tan desconocido). ¡Le debemos tanto!

También sé —no podría serlo de otro modo— que usted no apoyaba ese criterio de que vivíamos en el mejor mundo posible, en ese "optimismo" extremo, y que sólo con la cultura y la acción era posible afrontar, como digo (dice) al final de su obra: " 'Todo está muy bien, pero vale más que cultivemos nuestro jardín'. Ese es el único medio de que la vida resulte tolerable en un mundo absurdo".

Referencias | References:
Voltaire (1984). Cándido o El optimismo. España: SARPE.
https://es.wikipedia.org/wiki/Voltaire
https://en.wikipedia.org/wiki/Voltaire

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oltaire, the divine liberal (microfiction in his honor)

Voltaire, the divine liberal (microfiction in his honor) (esp | Eng)


There are figures in history that have always been attractive to me. This is the case of Voltaire. Knowing something of the biography of this philosopher (you can consult the reference), who made undoubted contributions to Western civilization, I wanted to honor him with a kind of microfiction, from the voice of his character Candide. Here it is.
My dear creator is celebrating his birthday: 330 years old. I know his life, because for some reason he made me a character in his main work (forgive the presumption!). I am not as candid as my name might imply, but there is still something innocent in me. The whims of a fictional character.
I know that he had a lot of libertine in his life from his youth, as he continued to be until his death. There are his love affairs, mostly extramarital, and with women who were sometimes very young, or belonging to the nobility, he who was a commoner.
His rebellion seems almost innate, I dare say. Because from a very early age he was imprisoned for his denunciations, which would be repeated. Thus, my author had to flee to other countries, to hide for a long time, that which allowed him to write. Thank God! Forgive the expression, Master Voltaire.
I know that you were a deeply restless man in your thinking. Although it was dismissed in your time, later, thanks to you, we have tolerance as the supreme value. You challenged its denial (intolerance) in the religious, political, and moral realms. And facing intolerance, all kinds of fanaticism. How far humanity has moved away from those principles! Did you really know and assume them?
Experiencing the contempt of people from "high" strata and from certain hierarchies (although you knew how to stay among them), you thought of a principle that is fundamental today (despite the fact that it is continually violated): equality before the law. It is the "social contract", in short (equally so unknown). We owe it so much!
I also know – it could not be otherwise – that you did not support this criterion that we lived in the best possible world, in this extreme "optimism", and that only with culture and action was it possible to face, as I say (you say) at the end of your work: " 'Everything is very well, but it is better that we cultivate our garden'. That is the only way to make life tolerable in an absurd world."

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