Tanteos sobre la muerte
La muerte siempre será un asunto muy difícil de abordar, sobre todo en la sociedad contemporánea, y, por supuesto, de manera personal. Para los antiguos, según se sabe, al formar parte de su conciencia unitiva de las cosas, se integraba en el ciclo cósmico de la vida. Algunas culturas antiguas, incluso la enaltecían y practicaban, como en el caso de los aztecas.
Son muchos los escritores que han hablado de ella, aunque sea tangencialmente. Sería una tarea exorbitante el intento de precisar esa presencia (aunque con el avance de la tecnología ya uno no sabe). He trabajado el tema innumerables veces en esta plataforma al tratar a diferentes autores. Ahora bien, hay enunciados sobre la muerte que han quedado en mí; de esos, al menos unos tres ahora recuerdo.
En Unamuno, específicamente en su libro Del sentimiento trágico de la vida (1913), leí:
No podemos concebirnos como no existiendo.
Una frase aparentemente simple, pero no lo es. Aunque nos acerquemos a la muerte como realidad inevitable, nunca, como seres vivos, podremos estar presentes realmente dentro esa dimensión ni "vernos" en ella. Hay prácticas psíquicas paranormales y experiencias alucinógenas que, supuestamente, conectarían con un estado de ultratumba o de "vivencia" de la muerte, pero de eso no conozco experimentalmente ni puedo hablar.
Otra expresión clave para mí es la del poeta Rainer Maria Rilke, que aparece en su novela "autobiográfica" Los cuadernos (o apuntes) de Malte Laurids Brigge (1911): "la muerte propia".
Uno tenía su muerte, y esta conciencia daba una dignidad singular, un silencioso orgullo.
Así habla el personaje de la novela de Rilke. Resulta difícil comprender esta expresión de nuestro querido escritor en estos tiempos, donde la muerte es una consecuencia del automatismo, la psicopatía social y la indolencia general. Hace poco seguí el proceso de deterioro de la salud de una amiga, enferma de cáncer, y al llegar a su deceso, no sé por qué pensé que ella había preparado su "muerte propia".
Leía en una carta del escritor Julio Cortázar este texto, sobre la muerte de un entrañable amigo, que me ayudó a estar espiritualmente sosegado:
Y comprendí otra cosa —que ya conocía intelectualmente a través de los poemas de Rilke—: la soledad inenarrable de toda muerte. (...) que la muerte es una, solamente personal, indivisible, incompartible. Que se está solo, absolutamente solo y desgajado en ese instante; que ya no hay comunión posible entre seres que momentos antes eran como ramas de un mismo árbol.
Para cerrar, pues podría ser un post de más extensión por el tema, no puedo dejar de citar el verso del poema de Cesare Pavese, tantas veces utilizado:
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
La experiencia de la muerte, que siempre será en otros, podrá ser advertida, como una llamada y un arribo. Quizás no podamos cubrirla, pero será esa vivencia del sentir doliente que nos da la mirada.
Referencias:
Pavese, Cesare (1991). Poemas. Caracas: Fundarte.
Rilke, Rainer Maria (1988). Los apuntes de Malte Laurids Brigge. España: Alianza Editorial.
Unamuno, Miguel de (1973). Del sentimiento trágico de la vida. Argentina: Editorial Losada.
Hay tanta verdad en todos estos "tanteos". Yo creo que nadie está preparado para morir. Y aún así estamos muriendo todos los días... nos vamos quedando sin tiempo y además solos.
Siento que hablan de manera hermosa sobre algo muy rudo e "inenarrable".
Gracias por tu visita y por tu atento comentario, que es muy apareciado por mí, pues expresas un sentir compartido. Saludos, @nanixxx.
Se prepara el espíritu para el eterno vuelo inmortal.
Me atrae la cosmovisión de la substancia de la muerte. La cosmovisión de los faraones y los sarcófagos de oro
Hola, amigo @hiramdo. Ciertamenete, la muerte en las cosmoviones universales y como fasto es algo muy atractivo. Saludos.
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No es posible llegar a un concepto claro de la muerte sin tener que pasar por una variedad de conceptos que van más allá del cosmos u otras interpretaciones filosóficas, psicológicas y religiosas. Algo que debe quedar claro sobre la muerte es que simplemente es algo tan real y verdadero por lo que todos vamos a pasar. En términos religiosos, hablamos de un gran personaje que murió y resucitó. Si esto es real y cierto, entonces hay esperanza de que después de pasar por el túnel de la muerte habrá un lugar de luz donde podamos encontrarnos con el único que ha resucitado de entre los muertos.
Es algo muy ambiguo de lo que hablar, pero todo termina en la fe y en dejar que Dios nos explique todo a su debido tiempo.
Feliz y bendecida noche.
Gracias por su comentario. Mi visión en este post es desde la literatura. Lo religioso es otro campo, de difícil tratamiento y de posiciones personales, que respeto. Saludos, @elpastor.
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