A propósito del inicio de diciembre, y del tiempo que prepara para la Navidad —Adviento—, este sencillo post.

El "nacimiento", también llamado "pesebre" o "belén", es una práctica tradicional que se remonta al siglo XII, en Italia, propiciada por San Francisco de Asís. En Venezuela se asimiló a raíz de la colonización española y la evangelización y persuasión cristiana, quedando como una costumbre muy enraizada en nuestros pueblos, sea en templos católicos o casa familiares. Sobre esta tradición recomiendo leer el texto que puede encontrar en el siguiente enlace.

Cumaná es una de las ciudades venezolanas donde esa apreciada, atractiva y fervorosa práctica se ha mantenido a lo largo de los años. Hay iglesias que se han caracterizado por ofrecer hermosas elaboraciones de pesebres, como es el caso de la Catedral.

A mantener esa tradición ha contribuido un artista —escultor, imaginero— nacido en Caracas, pero que echó raíces en esta tierra desde sus 24 años: Orlando Zotti. Descendiente de padres italiano-venezolanos y con una acendrada cultura católica, Zotti, quien es profesor egresado de la Universidad Pedagógica de Caracas y ejerció la docencia hasta su jubilación en la educación secundaria, ha dedicado su trabajo artístico a ese bello arte de la imaginería religiosa. Arte que ejerce con esmero y gran delicadeza, lo que me consta por tener el honor de ser su vecino. Sugiero leer esta semblanza presentada por el fotógrafo Manuel Tineo en Instagram (ver aquí).

Para esta oportunidad, Zotti ha preparado toda una serie de episodios del proceso de la natividad de Jesús, en un nacimiento que tendrá cuatro fases, bajo el título general de "Camino a Belén", como pueden ver en la foto siguiente.

El 27 de noviembre pasado (por cierto, día de la fundación de Cumaná: 509 años) se bendijo y abrió al público una primera parte, que intenté recoger, con mis modestos recursos y en medio del público asistente, y les presento en las siguientes fotos:

Si usted vive en Cumaná, o está de visita en la ciudad, lo invito a que se acerque a nuestra hermosa Catedral, y pueda apreciar esta primera muestra (que continuará) de este denodado trabajo de imaginería artística y religiosa.