Curiosidades post-12 de octubre
Colón pisó estas tierras –que luego serían denominadas “americanas”, casi robándole el mérito al Almirante (pudieron haberlas bautizado “colombinas”)– el 12 de octubre de 1492. Pero, curiosamente, ese día no aparece en el texto del Diario de a bordo: pasa del jueves 11 de octubre al sábado 13 de octubre. Cuando leí por primera vez el diario me llamó la atención ese detalle. Luego entendí que el “descubrimiento” (o la percepción) y arribo a la tierra –que no era firme, pues se trató de una isla–, sucedió varias horas después de medianoche; como queda dicho en el texto: “A las dos horas después de medianoche pareció la tierra”, “(…) y pusiéronse a la corda, temporizando hasta el día viernes”.
Son muchos los detalles que llamaron mi atención desde la primera lectura, que luego se convirtieron en aspectos destacables en mis clases universitarias sobre las Crónicas de Indias. Puntualizaré dos o tres más. Por ejemplo, que el texto estuviese narrado en tercera persona, siendo un diario de viaje de Colón. Veamos:
Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra y se hizo las señas que el Almirante había mandado.
Y más adelante, el mismo día (ya viernes 12, aunque no se diga):
Esto que se sigue son palabras formales del Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento de estas Indias: “Yo (dice él) (…)
En las indagaciones, nos enteramos luego que los relatos del primer viaje de Colón a los que tenemos acceso son “las copias que de los originales del almirante efectuó el dominico Fray Bartolomé de las Casas” (como precisa el historiador Jesús Sanoja Hernández), quien viajó a estas tierras –que siguieron identificándose erróneamente como “Indias” durante mucho tiempo– quizás en el segundo y/o tercer viaje de Colón, y había “reescrito” los textos originales de Colón ya borrosos por efecto del tiempo u otras causas. Así pues, parece aclararse ese paso de la tercera persona (él) a la primera (yo), en un interesante aunque involuntario juego narrativo.
Otra curiosidad para mí –siempre en el mismo jueves 11– es la recurrencia, por parte del narrador, en la acción de “ver”, expresada en la conjugación plural de pretérito de ese verbo, en una reiteración que crea un efecto rítmico muy atractivo, si bien seguramente no propuesto a voluntad. Al comienzo de ese día leemos:
(…) Vieron los de la carabela Pinta una caña y un palo, y tomaron otro palillo labrado a lo que parecía con hierro, y un pedazo de caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla. Los de las carabela Niña también vieron otras señales de tierra y un palillo cargado de escaramujos. Con estas señales respiraron y alegráronse todos.
Cuando sabemos que ese viaje se inició el 3 de agosto y que a esta fecha –pasados más de dos meses, agotadas las provisiones y al borde de la desesperación–, no habiendo “dado con tierra”, se entiende esa casi obsesión con todo lo que se viera y pudiera ser señal de espacio terrenal y con vida. La mirada de estos viajeros –medio y contenido- es antesala de lo que vendría a ser la “visión maravillada” del cronista, como lo indican los estudiosos.
Finalmente, otra curiosidad, muy relacionada con la anterior. Dice el texto que a las diez de la noche, “estando en el castillo de popa”, Colón “vio lumbre”, pero no quiso afirmar que se trataba de tierra. Llama a unos veedores, enviados por los reyes, pero estos no vieron nada. Y aquí a continuación el detalle que quiero resaltar:
Después que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y se levantaba, lo cual a pocos parecía ser indicio de tierra.
La imagen me tomó por primera vez, y me sigue pareciendo muy hermosa. Si fue de Colón o de Fray Bartolomé, no me importa. Siendo un símil (como), funciona cual hermosa metaforización de esa mirada que permite revelar, mostrar, lo ignorado, el misterio, de nuestra tierra, incluso para nosotros, habitantes de esta Tierra de Gracia.
Referencias:
Colón, Cristóbal (1971). Los cuatro viajes del Almirante y su testamento. España: Edit. Espasa-Calpe.
Colón, Cristóbal (s/f). Diario de a bordo (Prólogo de Jesús Sanoja Hernández). Caracas: Los Libros de El Nacional.
https://es.wikipedia.org/wiki/Primer_viaje_de_Col%C3%B3n
Si estás interesado, existe versión en PDF* del Diario de a bordo de Colón.
https://twitter.com/jorma08/status/1448437477837058055?s=20
Saludos @josemalavem interesante lo que muestras en la carta, el encuentro de dos mundos debió ser algo de magnitudes enormes para ambas partes, debió ser algo que veríamos en algo así como en una película. Ojalá algún día se haga una película sobre este encuentro y se muestre de la forma más verídica posible. Gracias por compartir.
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