AnĂ©cdota Familiar en la Playa // Family Anecdote at the Beach đ
Un Recuerdo Doloroso đ
Hola familia, estamos de vacaciones y espero pronto ir a la playa con la familia de mi esposa para celebrar su cumpleaños, sin embargo, entre la planificación y las conversaciones, siempre hay anécdotas familiares que contar, en mi caso tengo muchas, algunas de ellas, dignas de un post y ese es el caso de hoy, una anécdota de ya hace mås de 15 años atrås.
Una de las caracterĂsticas para los Venezolanos que estamos a horas de camino a la costa, es que nos encanta ir a la playa, disfrutar del sol, la arena en los pies, es una experiencia que nos hace reconfortar, a diferencia de las personas que viven en la costa, ellos no frecuentan mucho el mar por diversiĂłn, asĂ que ese sentido de que estĂĄ lejos el mar hace que siempre deseemos ir, asĂ es el caso de los Barquisimetanos, asĂ es el caso de mi Familia.
Uno de los destinos favoritos para mi familia, es Chichiriviche, a aproximadamente 3 horas en automóvil, lo interesante de este lugar es que se puede subir a una lancha y llegar a una de las pequeñas islas formadas por coral y disfrutar de un lugar paradisiaco, ciertamente arena blanca, agua cristalina, profundidad agradable, ademås de que existen islas con diferentes oleajes, asà que hay para todos los gustos, en el caso de mi familia, lo mejor son las islas de aguas tranquilas sin oleaje.
El Viaje
Todo venezolano tiene algo en comĂșn sobre el viaje a la playa, es que al menos una vez ha ido a la costa sobrepasando la capacidad del vehĂculo, es decir, van mĂĄs personas de las que caben en el automĂłvil y van mĂĄs personas de las que caben en apartamento o lugar de alquiler, asĂ que esa es la historia que hoy quise recordar.
Como Sardinas en Lata
Una frase que describe como en ocasiones vamos a la playa, los venezolanos somos asĂ, no importa la comodidad, preferimos en muchos casos la compañĂa de familiares o amigos dejando un lado algunas comodidades que muchos en otros lugares prioriza, el tĂpico "no importa" o "allĂĄ resolvemos" es una caracterĂstica muy peculiar de nuestra cultura, todo esto provoca un sin fin de historias divertidas en cualquier familia.
Recuerdo que Ăbamos en tres vehĂculos, incluyendo una camioneta, sin embargo, Ă©ramos tantos que Ăbamos apretados, la camioneta era pick-up, por lo que muchos iban detrĂĄs rogando al cielo que no lloviera, pero al mismo tiempo buscando cualquier cosa como paños o sĂĄbanas para esconderse del implacable sol, en este caso, ir atrĂĄs hace que el camino sea significativamente mĂĄs largo, al menos desde la perspectiva de estos pasajeros.
En el Apartamento
Luego de ese viaje de 3 horas, llegamos buscando un sitio para hospedarnos, sĂ, no reservamos, solamente decidimos ir y "allĂĄ resolver". Eran tiempos en donde habĂa muchas opciones, sin embargo, tambiĂ©n muchos turistas, asĂ que perdimos mucho de nuestro tiempo buscando un sitio en donde aceptaran a tanta gente para quedarse, es diferente buscar hospedaje para 3 o cuatro personas a 3 vehĂculos mĂĄs los que iban en la parte trasera de la Pick-Up.
Llegamos a un sitio a tan solo 2 cuadras del mar, muy cercano al muelle donde estaban las lanchas, estaban disponibles dos apartamentos, pero aun asĂ no habĂa suficientes camas, las personas que alquilaban estos apartamentos amablemente nos prestaron algunas colchonetas para no tener que dormir en el piso, habĂa literas, una hamaca y colchonetas en el piso del cuarto, muy poco espacio para moverse.
Lo que MĂĄs Recuerdo de ese viaje: Un golpe en la Nariz
Al recordar este viaje, lo que mĂĄs recuerdo no es precisamente la hermosura del mar, tampoco el hecho de que nos fuimos tal como una lata de sardinas, lo que mĂĄs recuerdo fue un golpe en la nariz en ese cuarto abarrotado de personas, les cuento.
Era tarde en la noche, quizĂĄs como las 3 de la mañana, me levantĂ© para ir al baño, medio dormido me acerque al baño y encendĂ la luz, luego de salir del baño y apagar la luz quedĂ© totalmente encandilado, el cuarto donde nos estĂĄbamos hospedando era muy oscuro, asĂ que no veĂa absolutamente nada, pero hay que tener en cuenta que en el piso estaban algunos de mis primos durmiendo en colchonetas, asĂ que debĂa tener cuidado al caminar y confiar en el recuerdo espacial del cuarto.
Al caminar algunos pasos procurando no pisar a ningĂșn familiar, piso un zapato (mĂo, por supuesto) me resbalĂ© e impactĂ© mi nariz en la litera, para los que han ido a este tipo de lugares, sabe que estas literas no son de madera, ÂĄSon de concreto!, mi tabique impactĂł con el concreto en la esquina de la cama de arriba.
ÂĄAuch!, quĂ© dolor, un golpe en la nariz, un lugar tan sensible, todos durmiendo, pero aguantĂ© mi grito de dolor como pude, me retorcĂa en la cama tratando de no despertar a nadie, luego de unos minutos y un par de lĂĄgrimas, volvĂ al baño para ver como habĂa quedado mi nariz.
Al encender la luz, vi que ya no tenĂa al menos 4 centĂmetros de piel, afortunadamente no me rompĂ el tabique, pero si mi nariz tenĂa una parte a carne viva y aunque no lo crean, volvĂ a la cama para intentar volver a dormir.
Esa mañana no querĂa que me vieran la nariz, aunque sabĂa que era imposible, fui el Ășltimo en levantarse, incluso varios de los familiares fueron a la costa, era nuestro Ășltimo dĂa en el lugar, asĂ que decidieron ir unas horas a la playa cercana antes de regresar a nuestra ciudad.
Obviamente, mi madre fue la que primero vio mi rostro, casi que gritó al cielo (los que conocen a mi madre saben que ella es un poco exagerada), como es esto posible? replicó, como no dijiste nada?, luego de eso recuerdo que tomó un frasco del alcohol que pråcticamente vació en mi nariz, agua oxigenada y un pequeño vendaje.
Luego del viaje tuve que tener cierto tratamiento para que no me quedara una cicatriz en mi nariz, creo que ya luego de tantos años no todos recuerdan ese viaje a la playa, sin embargo, mi recuerdo es vivido e intacto en mi cabeza.
Lamentablemente no tengo fotografĂas de ese viaje en particular, no se si estaban en una vieja cĂĄmara digital, aunque mĂĄs vale tener ese tipo de anĂ©cdotas en la cabeza, reĂrse un rato y vivir nuestra vida, despuĂ©s de todo, lo mĂĄs valioso que tenemos son esos recuerdos junto a las personas que amamos.
Gracias por tu lectura, hasta la prĂłxima
FotografĂas propiedad del Autor
A Painful Memory đ
[English Version]
Hello family, we are on vacation and I hope soon to go to the beach with my wife's family to celebrate her birthday, however, between planning and conversations, there are always family anecdotes to tell, in my case I have many, some of them, worthy of a post and that is the case of today, an anecdote of more than 15 years ago.
One of the characteristics for Venezuelans who are hours away from the coast, is that we love to go to the beach, enjoy the sun, the sand on our feet, it is an experience that makes us feel comforted, unlike people who live on the coast, they do not frequent the sea for fun, so that sense that the sea is far away makes us always want to go, so is the case of Barquisimetanos, so is the case of my family.
One of the favorite destinations for my family, is Chichiriviche, about 3 hours by car, the interesting thing about this place is that you can get on a boat and get to one of the small islands formed by coral and enjoy a paradisiacal place, certainly white sand, crystal clear water, nice depth, plus there are islands with different waves, so there is something for everyone, in the case of my family, the best are the islands of calm waters without waves.
The Trip
Every Venezuelan has something in common about the trip to the beach, is that at least once has gone to the coast exceeding the capacity of the vehicle, that is, more people go than fit in the car and more people go than fit in apartment or rental place, so that's the story that today I wanted to remember.
Like Sardines in a Can
A phrase that describes how sometimes we go to the beach, Venezuelans are like that, no matter the comfort, we prefer in many cases the company of family or friends leaving aside some comforts that many in other places prioritizes, the typical "never mind" or "there we solve" is a very peculiar feature of our culture, all this causes endless funny stories in any family.
I remember we were in three vehicles, including a pick-up truck, however, we were so many that we were cramped, the truck was pick-up, so many were behind praying to the sky that it would not rain, but at the same time looking for anything like cloths or sheets to hide from the relentless sun, in this case, going behind makes the road significantly longer, at least from the perspective of these passengers.
In the Apartment
After that 3 hour drive, we arrived looking for a place to stay, yes, we didn't make a reservation, we just decided to go and "there to resolve". It was a time when there were many options, however, also many tourists, so we wasted a lot of our time looking for a place where they would accept so many people to stay, it is different to look for lodging for 3 or four people than 3 vehicles plus the ones in the back of the Pick-Up.
We arrived at a place just 2 blocks from the sea, very close to the pier where the boats were, two apartments were available, but still there were not enough beds, the people who rented these apartments kindly lent us some mats so we did not have to sleep on the floor, there were bunk beds, a hammock and mats on the floor of the room, very little space to move around.
What I remember most from that trip: A punch in the nose.
Looking back on this trip, what I remember most is not exactly the beauty of the sea, nor the fact that we left just like a can of sardines, what I remember most was a punch in the nose in that crowded room, I tell you.
It was late at night, maybe around 3 in the morning, I got up to go to the bathroom, half asleep I approached the bathroom and turned on the light, after leaving the bathroom and turn off the light I was totally dazzled, the room where we were staying was very dark, so I could not see absolutely nothing, but keep in mind that on the floor were some of my cousins sleeping on mats, so I had to be careful when walking and trust the spatial memory of the room.
As I walked a few steps trying not to step on any family member, I stepped on a shoe (mine, of course) I slipped and impacted my nose on the bunk bed, for those of you who have been to these types of places, you know that these bunk beds are not made of wood, they are made of concrete, my partition impacted with the concrete in the corner of the top bunk.
Ouch, what a pain, a blow to the nose, such a sensitive place, everyone sleeping, but I endured my scream of pain as best I could, I writhed in bed trying not to wake anyone, after a few minutes and a couple of tears, I went back to the bathroom to see how my nose had turned out.
When I turned on the light, I saw that I no longer had at least 4 centimeters of skin, fortunately I did not break my septum, but my nose had a raw part and believe it or not, I went back to bed to try to go back to sleep.
That morning I didn't want them to see my nose, even though I knew it was impossible, I was the last one to get up, even several of the family members went to the coast, it was our last day there, so they decided to go a few hours to the nearby beach before returning to our city.
Obviously, my mother was the one who first saw my face, she almost screamed to the sky (those who know my mother know that she is a bit exaggerated), how is this possible? she replied, how could you not say anything?, after that I remember she took a bottle of the alcohol that she practically emptied in my nose, hydrogen peroxide and a small bandage.
After the trip I had to have some treatment so that I would not have a scar on my nose, I think that after so many years not everyone remembers that trip to the beach, however, my memory is vivid and intact in my head.
Unfortunately I don't have pictures of that particular trip, I don't know if they were in an old digital camera, although it's better to have that kind of anecdotes in my head, laugh for a while and live our life, after all, the most valuable thing we have are those memories with the people we love.
Thank you for your reading, until next time
Photographs property of the Author
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Me reĂ con tu historia porque de verdad que los venezolanos salimos siempre en cambote. Una vez tambiĂ©n salĂ con mi familia asĂ y en el suelo no habĂa por dĂłnde pasar, pero no fue a la playa.
Que bueno que no te quedĂł cicatriz, me doliĂł a mi.
Hahaha, es algo comĂșn, entren que caben 100, asĂ somos nosotros, me doliĂł mucho pero menos mal no me quedĂł ninguna marca de aquel dĂa, solamente el recuerdo đ
Un gran saludo
Apesar de lo apretado, es muy bonito que hayas disfrutado el dĂa compartiendo en familia. Y bueno lo importante es mantener los recuerdos siempre presentes.
Gracias por compartir tu experiencia, saludos y un abrazo.âšđ
AsĂ es, mantener los recuerdos es muy importante, por eso deseo escribir y compartir mis recuerdos en la blockchain, en la cual quedarĂĄn para siempre.
Un gran saludo
Amigo @joheredia21 creo que todas o la mayorĂa de las familias venezolanas son asĂ mismo como la describes. Esos son los recuerdo que nos quedan en mi casa donde en mi casa las sillas estĂĄn vacĂas, eramos muchos y solo quedamos pocos en Venezuela. Y me da miedo pensar que no los volverĂ© a ver. Por eso amigo hay que aprovechar cada instante con nuestros seres queridos y darles mucho amor.
Un abrazo en la distancia
El tiempo pasa y creo que esos momentos tienen cada vez mĂĄs valor, los recuerdos y ancdotas, son el verdadero tesoro.
Gracias por pasar a comentar querida amiga.
Buena anĂ©cdota, es algo tan tĂpico en nosotros los venezolanos y lo mejor que siempre le sacamos el lado bueno a todo incluyendo a los malos momentos. Saludos.
Jejeje asĂ es, a todo le sacamos risas y este tipo de historia lo demuestra, asĂ somos.
Un gran saludo
Que divertida anécdota y hermosas fotos, disfrute leyendote!!!